Madre e hija, dos grandes instituciones del flamenco trianero, eran distinguidas el pasado domingo, en la jornada inaugural de la Velá de este barrio sevillano.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 25/7/2019
Que en Triana hay arte y compás a raudales eso es indiscutible. Un claro ejemplo de ello son Carmen y Carmelilla Montoya dos grandes del flamenco del barrio trianero que en la noche del pasado domingo 21 de julio eran distinguidas como Trianeras de Honor.
Se trata de un nombramiento que otorga la Comisión organizadora de la Velá de Santiago y Santa Ana, un evento de gran calado en la sociedad sevillana. Probablemente una de las fiestas de barrio más antiguas de la provincia de Sevilla pues sus inicios datan del siglo XIII y que cuenta con una gran personalidad, con una programación muy vinculada a la identidad de este rincón cabal de la ciudad de Sevilla.
El flamenco, como no podría ser de otra forma, juega un papel fundamental. Este año, entre los galardones que se entregaron en el acto del Pregón de la Velá que da el pistoletazo de salida a estas fiestas de Triana, el arte jondo ha sido claro protagonista gracias a dos grandes artistas de este arrabal, Carmen y Carmelilla Montoya, madre e hija, cantaoras y bailaoras gitanas inigualables.
Son dos grandes del flamenco, provenientes de unas de las castas calé que han tenido sus raíces en este arrabal sevillano, los Montoyas, familia que revolución los escenarios con nombres que incluía a los progenitores de Lole Montoya, Antonia la Negra y Juan Montoya, Carmen Montoya, la hermana de Juan, su hija Carmelilla, heredera también del arte de su padre el bailaor El Morito…
Pero Carmen y Carmelilla también han escrito triunfos en solitario en el mundo del flamenco. De Carmen, dicen de ella que es la pionera del cuplé por bulerías, una gran cantaora festera, con carácter y personalidad, cuyo arte y compás ha paseado por importantes tablaos trianeros y sevillanos. Cuenta con más de medio siglo de trayectoria artística.
Sus inicios fueren a este lado del río, en Triana, con apenas 14 años ganando un concurso de cuplés en Radio Nacional. Durante 21 años trabajó para la compañía del bailaor trianero Curro Vélez. Le cantó a la también trianera Manuela Carrasco y ha podido llevar su arte a importantes tablaos de este país.
Otra de las efemérides de su vida fue el cantarle al trío de bailaores compuesto por Farruco y los trianeros, Rafael El Negro y Matilde Coral, cuyo grupo se denominaba “Los Bolecos”, a finales de los años 60 y principios de los 70.
También ha colaborado con Lole y Manuel en diversas ocasiones. Antes de formase el grupo “Familia Montoya” trabajó a dúo con su hija Carmelilla, bajo el nombre de “Las Montoya”.
Carmen se retiró de los escenarios a los 65, después de toda una vida dedicada en cuerpo y alma al arte, a la cultura… al flamenco gitano y de Triana.
Por su parte, Carmen Montañés Montoya, conocida como Carmelilla Montoya, tal y como dice el refrán “dichosa la rama que al tronco sale”. Esta artista no podía más que llevar en los genes el veneno del arte jondo siendo hija del bailaor Manuel Montañés “El Morito” y de la antes mencionada Carmen Montoya.
Con raíces trianeras, Carmelilla, al igual que muchos vecinos de su barrio sufrió el éxodo de este arrabal con cuatro años. Cuenta con una carrera artística brillante, de casta y raza donde su baile y cante tiene impreso el santo y seña de los Montoya, ese flamenco añejo con aires de arrabal y la frescura del barrio que nace a orillas del Guadalquivir
Siendo muy pequeña embelesó al público cantando junto Remedios Amaya en una serie documental emitida en RTVE, “Rito y Geografía del Cante”. Tal y como se mencionó anteriormente, formó dúo con su madre, “Las Montoya”. Con sólo 9 años, formó parte del grupo “Familia Montoya” y a los 11 participó en el histórico espectáculo “Triana Pura y Pura”.
Sus triunfos en plena juventud se fueron sucediendo como a los 15 años cuando fue galardonada con el Premio Nacional de Baile Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
En su currículum podemos encontrar que ha trabajado con maestros del flamenco como Camarón, Antonio Canales, Paco de Lucía.
En el año 2012 publicó su disco “Homenaje” en el que colaboró Miguel Poveda, Remedios Amaya, Raimundo Amador, Alba Molina, La Tana…
En la actualidad, Carmelilla Montoya, desde el año 2017, forma parte del claustro de profesores de la Fundación de Flamenco Cristina Heeren, que se ubica en la conocida calle Pureza de Triana.
Ahora, el barrio que vio nacer a estas dos grandes artistas ha querido agradecerle todo lo que hacen y han hecho por el flamenco y por Triana con la distinción Trianeras de Honor.
Enhorabuenas a estas dos grandes artistas gitanas, y muy especialmente a Carmelilla, un reconocimiento que bien puede ser un chute de energía para que siga manteniendo esa valentía, fuerza y vitalidad para continuar adelante, porque Carmelilla, sí se puede.