Web revista La Flamenca. Madrid / Sala Alegoría 28/5/2013 - Fotos: Celia de Coca
El cantaor estuvo acompañado de amigos y aficionados en la Sala Alegoría de la capital española cantando los temas de su último trabajo discográfico.
"El Cigala" tuvo un golpe de suerte hace unos años, conoció al desparecido Bebo Valdés y se le abrió un mundo de posibilidades musicales que encajaban con su voz y su mirada oscura. "Romance de la luna tucumana" está dedicado al pianista cubano, quizá sin él, Diego se hubiera perdido el gran camino que está recorriendo después de derramar lágrimas negras.
Ahora llega con un cancionero popular argentino, once cortes impregnando nostalgia y matices suaves en su garganta de rajo gitano, recordando a Gardel o Lepera, realmente "El Cigala" mantiene un romance con la música latina, los vecinos del otro charco le han dado a Diego un camino alternativo por el que recoge reconocimiento más allá del flamenco tradicional que dejó aparcado temporalmente.
La noche madrileña acogió la nueva aventura del artista, arropado por sus amigos y músicos de calidad, Diego "El Cigala" fué desgranado su romance con la luna tucumana, disco en el que colabora la fallecida Mercedes Sosa y Adriana Valera. Como novedad en este cancionero también encontramos un nuevo instrumento en la carrera profesional del cantaor, la guitarra eléctrica, y es que en su imparable evolución y búsqueda de nuevos sonido Diego va encontrando nuevas afinidades con elementos que hasta a él mismo le sorprenden.
Está templado, cómodo en su tierra con sus allegados de siempre y de ahora también, con la "Canción de las simples cosas" tocaba el cielo y las estrellas de esa luna tucumana que lleva en el alma y ni él mismo lo sabía.
Madrid se durmió con las melosidades de "El Cigala" que se despide de su tierra por bulerías, con un guitarrista de lujo como lo es "Tomatito" que quiso acompañar a su amigo en esta presentación.
Diego se ha convertido en un indiano auténtico que visitará este verano ciudades como Valencia, Málaga, Barcelona o Mallorca enamorándose de Argentina una y otra vez, cada noche y desde cada canción que entone. Suerte, amigo.