El pianista sevillano presenta su nuevo single sobre la vuelta al Mundo de Magallanes desde el confinamiento con un video hecho en casa mientras compone para cuarteto de cuerda y trabaja en el próximo disco de piano solo.
Revista La Flamenca. Xavier Grau. 5/5/2020
Cuando Dorantes, los cuarenta y seis músicos de la Sinfónica de Sevilla y las quince voces de Fundación de Arte Flamenco Cristina Heeren cerraron tras de sí la puerta del estudio de grabación del pianista y compositor en Sevilla, no sabían que al día siguiente el país quedaría suspendido del estado de Alarma.
Cincuenta y cinco días después, confinado en ese mismo lugar, Dorantes me cuenta en exclusiva los detalles del primer single de esa banda sonora que pone música a la primera vuelta al Mundo que realizaron Magallanes y Elcano hace 500 años.
La obra es un encargo de la Bienal de Sevilla en 2018 cuyo primer anticipo en forma de sencillo se presenta oficialmente el próximo jueves como previa del próximo álbum que se titulará La Roda del viento.
Explica Dorantes, por teléfono para este especial de la Revista La Flamenca sobre el impacto de la pandemia en los creadores flamencos, que “el viaje de Magallanes y su aventura tiene un gran simbolismo con el momento actual que vivimos, esa salida fue el inicio de la globalización, se abrieron nuevos contactos, nuevos espacios y se creó una nueva red mundial que dio paso a un mundo nuevo... como está pasando ahora porque cuando se nos pase el susto por la pandemia habrá que ver cómo queda todo y cómo hemos cambiado”.
El equipo de comunicación de Dorantes cabalga estos días las redes para explicar que La Roda del viento se inspira en la odisea de Hernando de Magallanes, que intrépido y decidido, acude al Rey de España Carlos I. le solicita su ayuda para armar cinco naos en el puerto de Sevilla y partir en busca de un paso al sur de las costas de Brasil hacia el, mar del Sur y las islas de las especias. Parte con él Juan Sebastián Elcano, el cual, muerto Magallanes cerca ya de las Molucas, es elegido capitán por la marinería y quien completará la aventura...
“CUANDO SE NOS PASE EL SUSTO POR LA PANDEMIA HABRÁ QUE VER COMO QUEDA TODO Y COMO HEMOS CAMBIADO”
Preparativos es el avance en single de esta obra en la que Dorantes trabaja por primera vez sobre un relato externo y épico al que ha puesto guion Casto Márquez, veterano colaborador de su tío el cantaor Juan ‘El Lebrijano’.
La pieza pone el punto de partida en ese 10 de agosto de 1519 cuando Magallanes zarpa de Sevilla con 5 navíos, 265 hombres y 500 toneladas de provisiones que cargan en Sanlúcar de Barrameda para emprender una travesía de casi dos años.
Dorantes nos avanza, y desgrana como primicia, toda la esencia y el sentimiento de la epopeya que narra esta composición flamenca. Quiere mostrar el ánimo de los marineros a la salida del puerto, explicar el rumor de sus rezos cuando se abren a mar abierto y piden a Dios, recorrer dentro de los navíos el camino hacia el Pacífico y el cruce del Estrecho y contar el retorno a Sevilla dejando atrás el cadáver de Magallanes.
El pianista logró concebir las músicas en unos dos meses. Compuso Dorantes todas las piezas con cierta rapidez. “Es la primera vez que me ocurre que de madrugada, sobre las seis o así, me desvelaba y en esa somnolencia me venían a la cabeza las armonías, los ritmos... con los que musicar la historia”, explica.
Entre los muchos colaboradores del disco destaca Isidro Suárez con percusiones que se abren a la imaginación de un Dorantes que ha forzado sus límites creativos habituales con nuevas texturas y nuevos timbres con los que envuelve soleás lentas, alegrías, bulerías y seguiriyas al servicio del relato.
Preparativos, a ritmo de tanguillos de Cádiz, funde la potencia creativa del compositor sevillano y ensalza toda energía de su piano, de la percusión, la orquesta y unos coros al servicio de “ese momento de algarabía, incertidumbre, la viveza y la exaltación del comienzo de la travesía” que fue el primer momento de la expedición.
La producción, rica en percusiones a base de láminas, marimbas y aires de rítmico world-music “tiene muchas claves y muchas tensiones”, explica Dorantes, que no escapan a su querencia por la música de clásicos como Ravel, Debussy o Béla Bártok.
En detalle, el single recoge elementos que nunca ha ofrecido Dorantes en sus discos, tales como partes de orquesta de cámara en solitario o recurrir al flamenco coral.
“DEBEMOS ADAPTARNOS A LOS NUEVOS TIEMPOS Y SEGUIR CREANDO PORQUE LA MÚSICA AYUDA A LA GENTE A EVADIRSE”
Dudó mucho Dorantes en presentar esta obra en este tiempo triste de pandemia y encierro. Con los canales habituales de promoción y presentación truncados, está obligado a aceptar el reto de dar a conocer su single a través de las redes sociales como signo de los nuevos tiempos para los artistas. También asume el riesgo de que su esfuerzo en este single pase desapercibido, de que se malinterprete su inercia.
“Sé que está muriendo gente y eso me entristece enormemente”, confiesa. Pero tiene muy reflexionado su paso adelante: “Debemos adaptarnos a los nuevos tiempos, a los nuevos medios y los artistas tenemos que seguir creando porqué la música tiene sus razones y puede ayudar a la gente a evadirse en estos momentos trágicos”.
“Sería irresponsable por mi parte parar en este momento, detener una obra que está viva y terminada”, relata. Y lanza su meditación previa: “Así que con mucha tristeza, dolor y respeto en estos momentos tan delicados en los que tanta gente está muriendo, siento que como artista debo seguir trabajando para el ánimo de la gente”.
“MUCHOS ARTISTAS TIENEN PROBLEMAS PARA LLENAR EL FRIGORÍFICO Y HAY QUE PEDIR AYUDA A QUIEN SEA”
“Guardar la presentación del disco, esperar tiempos mejores para la promoción... me haría sentir muy egoísta”, asume Dorantes al tiempo que sólo dice esperar de vuelta que la nueva obra “haga feliz a alguien un rato, apartarse un momento a una persona de este momento triste”.
Más allá del trabajo artístico para pulir Preparativos y crear este vídeo con retales caseros debido al confinamiento obligado, Dorantes sigue activísimo a pesar de no poder moverse de su hogar en Sevilla. Aislado junto a su mujer Raquel y sus hijos Rubén y Daniela, músicos estudiantes de trombón y oboe, ha sacado tiempo para apoyar la fundación de la flamante Unión Flamenca.
“Sé que está falleciendo mucha gente”, insiste, “pero muchos artistas también tienen graves problemas para llenar el frigorífico y hay que revalorizar esta profesión nuestra para pedir ayuda a quien sea”. Ante el frenazo de toda la actividad cultural y artística se compromete a luchar “para arrojar luz, llamar la atención y poner remedio y regulación a la profesión de los flamencos, especialmente de los más intermitentes trabajando que son los que mayores sufrimientos están padeciendo
El creador de Orobroy es un compositor prolijo que descansa poco. Entre las manos tiene actualmente recién terminada una obra para cuarteto de cuerda en cinco movimientos al rebufo de esa inspiración que le generan autores como Stravinski.
En su cartera creativa, junto a la presentación progresiva de nuevos temas de La Roda del viento, Dorantes trabaja en composiciones varias y esbozando los temas de su próximo disco a piano solo, flamenco puro. Sigue en la búsqueda de nuevos conceptos y nuevas armonías, lo que han hecho de él un pianista único y muy reconocido.
Tal y como analiza Jaime Trancoso en su tesis sobre El piano flamenco, así nace el “estilo personalísimo” de David Dorantes: “Al tener la libertad por bandera y no limitarse en la imitación de la guitarra se puede permitir el lujo de indagar en nuevas sonoridades, menos clásicas o más contemporáneas, sin tener que preocuparse de sonar flamenco, ya que esa habilidad la tiene muy superada, llegando a soluciones a medio camino entre el lenguaje contemporáneo de la música clásica académica, el jazz latino, la música étnica y los parámetros típicamente flamencos”.
“CON EL PIANO NO PUEDO ACERCARME AL TERCIOPELO DE LA GUITARRA PERO SÍ TRANSMITIR EL MISMO SENTIMIENTO”
Como pianista, solicita que la tríada flamenca de cante, baile y toque vaya abriéndose a nuevos instrumentos, como el piano, claro. “Yo no puedo con el piano acercarme tanto al terciopelo de la guitarra, a la expresividad de sus medios y cuartos de tonos con el piano clásico pero sí puedo transmitir ese mismo sentimiento y esa rítmica tan flamenca”.
Teorizando un pelín, Dorantes reconoce la fuerza percusiva del piano y la necesidad de crearse sus propias técnicas para abordar el lenguaje musical flamenco tan propio en acentos, tiempos y naturalidad expresiva. “El instrumento es un mueble -dicta- y la música está en el intérprete”.
Aun así, resume un poco que el piano sufre algo para llegar a la profundidad de los temas lentos de tarantas y seguiriyas obligado a recurrir a otros pellizcos y volúmenes. Y en eso elige situar frente a frente las cuerdas pulsadas de Manolo Sanlúcar o Paco de Lucía a las cuerdas percutidas de Arturo Pavón o Pepe Romero.
El reto de todo intérprete con ambición creativa lo sitúa Dorantes en “escuchar, escuchar, escuchar, analizar, analizar y analizar mucho cante porque ahí está el espíritu del flamenco”. Y tocar con personalidad y sentimiento propios porque todo lo demás, “incluso las partituras con sus reguladores, volúmenes, velocidades y retardando... son sólo mapas que cada uno debe llevarse a su terreno”.
Para Dorantes, en definitiva, todas sus aptitudes creativas y artísticas persiguen un final, que considera especialmente relevante en estas semanas de confinamiento aciago: “seguir enjabonando los corazones llenos de pena con fuerza y esperanza”.