El flamenco pierde una joven promesa del arte jondo. Mujer y francesa pero con mucho arte para difundir a través de la guitarra.
Web revista La Flamenca R. de la Villa 18/2/2015
Aunque hoy hace justamente un mes de la desaparición de Belén Novelli, aún se hace difícil escribir sobre ello. Sí, la vida a veces parece injusta pero seguramente allí arriba esté recibiendo enseñaza del maestro de las seis cuerdas, Paco de Lucía.
La joven se despedía el pasado 18 de enero, dejando un futuro prometedor para la guitarra y la mujer. Belén, a pesar de su juventud y de proceder de una tierra no muy arraigada al flamenco (Perpignan Francia), tenía por delante toda una vida que a buen seguro la habrían convertido en una gran artista. Tocaba la guitarra de forma exquisita, con aires de la vieja usanza. Hasta en la forma de colocarse la guitarra olía a antiguo.
Su aprendizaje fue autodidacta comenzando a tocar a los seis años bajo la supervisión de su padre y su tío, aficionados al flamenco. Pronto su familia abandonó Francia para vivir en España y así Belén pudiera mantener contacto directo con la tierra del arte jondo y aprendiera todo cuanto pudiera. Y ella jamás defraudó, en su trayectoria figuraban un buen número de presentaciones a diversos concursos y premios como el de la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla que ganó o la invitación en el documental “Tocaoras” realizado por Alicia Cifredo, que hace justicia a las mujeres guitarristas.
Sin embargo, la joven con apenas 19 años, con toda una vida por delante y con un futuro prometedor se marchó para siempre. Hoy no podemos más que admirar su trabajo y su VALENTÍA. Y digo VALENTÍA en mayúscula, porque Novelli supo poner en valor dos hándicap que podrían haber jugado en su contra en un mundo tan difícil como la guitarra, ser mujer y extranjera. Supo ir trazándose su camino, con su técnica, armonía, creatividad, sensibilidad,…, interpretando a Sabicas, a Paco e incluso a Niño Ricardo.
A pesar de lo triste de la noticia hoy deberíamos de soltar un ¡ole! por su valentía y esperar que allí arriba siga disfrutando de lo que mejor sabía hacer, dándole vida a la guitarra y abriendo nuevos caminos para la mujer flamenca.