Entre la Creación Sublime y el Infortunio
Web Revista La Flamenca: Ricardo Rodriguez Cosano 1/2/2015
Dentro del cante por malagueñas, hemos de hacer dos grupos, según sus orígenes; el primero lo forman los estilos, creados por cantaores/ras malagueños, como El Canario, El Perote, Maestro Ojana, Baldomero Pacheco, El Pena y El Niño de Vélez, entre otros, y el segundo está integrado por cantaores, que nacieron fuera de la provincia malagueña, como Enrique “El Mellizo” y Fosforito “El Viejo” (Cádiz), Don Antonio Chacón (Jerez de la Frontera), Concha “La Peñaranda” (Cartagena), y Fernando el de Triana (Sevilla), entre otros.
Pues bien, al primer grupo, pertenece La Trini, Trinidad Navarro Carrillo, que nació en Málaga en 1868, según sus biógrafos.
Hablando de fechas, Fernando el de Triana, en su libro, “Arte y Artistas Flamencos”, nos dice lo siguiente, al referirse a La Trini: “… y allá por el año 1890, se hablaba en Sevilla de una cantaora, que había salido de Málaga, que podía competir con las mejores”.
Más adelante, el autor de dicho libro agrega lo que sigue sobre la manera de cantar de la intérprete malagueña: “Por aquellos días, fui yo contratado para cantar en el café del Turco, en Málaga. Al llegar me encontré con la agradable sorpresa de que en dicho café del Turco actuaba la Trini; y así, ya podría yo formar juicio a mi manera sobre el arte de la popular artista.
Deseando estaba yo de que llegara la noche para estudiarla, y como todo llega, llegó el deseado momento: y a decir verdad no hizo más que agradarme, porque aquel cante no podría desagradar a nadie; pero lo encontraba yo… un no sabía qué, hasta que por fin me di cuenta de que la Trini no tenía más detalle en contra suya que el exceso de facultades que poseía;...”.
Al final del párrafo, el insigne trianero apostilla lo siguiente, sobre las cualidades de la expresión cantaora de Trinidad: “… porque la Trini poseía una gran voz, tan clara como bien timbrada, teniendo a su favor su elegantísima figura, y el vestir con refinadísimo gusto y gran lujo. Como era natural, empezaron a salirle contratos para fuera de Málaga…”.
Sin embargo, dentro de los catálogos consultados de la discografía de pizarra, no hemos encontrado ninguna grabación de esta gran cantaora. No obstante, la “malagueña de La Trini” la podemos encontrar en los siguientes títulos, y en otros muchos, con los textos de los respectivos cantes:
Paca Aguilera LP “Malagueñas” (Al estilo de la Trini) (Málaga cantaora) (Breve Antología) 1850-1950 S-30.013
A mi mare por su alma
toítas las noches le rezo
a mi mare por su alma
y cojo el retrato y lo beso
y entra en mi pecho una calma
que solo en su muerte pienso.
Diego “El Perote” LP “La vida se le acababa” (Cumbre Flamenca en Málaga) Hispavox 530 79 0488 1.
La vida se le acababa
la mujer que más quería
la vida se le acababa
y en su última agonía
me dijo que no llorara
que hasta muerta me quería.
Bernardo de los Lobitos “Alguna vez” (Malagueña de la Trini) (Magna Antología del Cante Flamenco) Hispavox S/C 66.201.
Alguna vez
siquiera por compasión
escribe alguna vez
que yo tengo el corazón
marchito de padecer
que ya no siente el dolor.
Juan de la Loma “Haciendo por olvidarte” (Malagueña de la Trini) (Magna Antología de cante Flamenco) Hispavox S/C 66.201.
Haciendo por olviarte
creí que adelantaría
haciendo por olviarte
cuando pasaron tres días
como loco fui a buscarte
porque sin ti no vivía.
Estos títulos, con sus respectivas letras, nos van a servir de referencia, para adentrarnos en las particularidades de la melodía de la malagueña de La Trini, teniendo en cuenta que tres de los citados intérpretes flamencos son malagueños, excepto Bernardo de los Lobitos, que era natural de Alcalá de Guadaira (Sevilla).
Antes de nada, hemos de decir que estos cuatro cantes corresponden a un mismo estilo, donde los argumentos de las letras expresan la fuerte pasión del amor a la madre y a la mujer con la que se coparte la vida. Otro aspecto a considerar es la calidad de las grabaciones, que está en función de la fecha de su ejecución; cuanto más antigua, peor es su audición. También, podemos observar que, en este cante, se repite el primer verso una vez que se han interpretado los dos primeros. De la misma manera, el texto del primer verso se puede interpretar con menos sílabas sin que se descomponga la melodía central del estilo. De todas maneras, el cante está perfectamente definido e invita a los cantaores y aficionadazos a interpretarlo una vez que se escucha por primera vez; de ahí, su valoración a través del tiempo, donde no cesa su ejecución por los respectivos intérpretes en las series malagueñeras.
A pesar de disfrutar, la cantaora malagueña, de la creación del estilo propuesto, correspondiente a un determinado palo flamenco importante, su vida está jalonada de muchas penalidades. Fernando el de Triana explica dichas circunstancias de la siguiente manera: “Mientras más se agotaba físicamente más sublime era el arte que iba descubriendo; hasta el extremo que en los últimos años cuando ya no cantaba al público y, de cuando en cuando, alternaba unos momentos en algunas de las buenas reuniones que frecuentaban su famoso Ventorrillo de la Caleta, en Málaga, entonces era cuando estaba verdaderamente incopiable. ¡Qué cosas les hacía a los cantes!”.
Referente a Trinidad Navarro, José Blas Vega, en el folleto de la Magna Antología de Hispavox, expone, entre otros datos biográficos, lo siguiente: “A sus portentosas facultades hay que añadir precisamente la penetrante expresión de ese sentimiento, de su corazón herido cantando, ya que su cantar fue para ella expresar la tragedia de su vida, una vida llena de lucha y padecimientos, que quedó reflejada en la letra de sus coplas. Creó varios tipos de malagueñas con detalles muy personales”.
Como vemos, a esta genial cantaora, La Trini, se le reconoce la creación de algún estilo de malagueñas más del que aquí hemos tratado, que fue el que más proliferó en los intérpretes que siguieron su estela, llegando a la actualidad.
Trinidad Navarro Carrillo, La Trini, fue genial en su cante, que le sirvió para dulcificar su vida, repleta de avatares e infortunios.