El profesor de la Universidad de Sevilla, investigador, compositor y guitarrista flamenco defiende, con compromiso cívico y vocacional, el arte jondo como clave fundamental de nuestra cultura y parte esencial de los planes de estudios académicos.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 26/5/2020
Seguimos dando voz, visibilidad y tribuna a los principales investigadores y artistas del flamenco durante esta pandemia del coronavirus que está azotando a todo el planeta. En este nuevo especial Flamen-covid, hemos ido decantándonos por la vertiente más humanista, la de la palabra, la de la educación, la de la literatura, la filosófica, la de la retórica, la del sentimiento…, esto es, la del flamenco como pieza fundamental de nuestra cultura y como parte esencial de los planes de estudios académicos.
Se me presenta un gran reto, el de entrevistar a una de las personas que formaron parte de mi formación académica y universitaria, Francisco Javier Escobar Borrego, conocido en el imaginario estético-cultural del flamenco como Paco Escobar. Atrás quedaron en el tiempo esas clases de Literatura y Periodismo que siempre estarán marcadas por lecturas de modelos del fuste estético de Antonio Muñoz Molina, Francisco Umbral, Francisco Ayala, Gabriel García Márquez, Elvira Lindo, Rosa Montero o Maruja Torres. Y es que ha llegado el momento de reencontrarnos, por fin, con Paco Escobar, erudito del flamenco, de su cultura e historia, de sus señas de identidad, en palabras de Juan Goytisolo en su conocida obra homónima…, que leíamos con él; en definitiva, un fiel y comprometido defensor, desde la atalaya de la labor educativa, investigadora y de la creatividad artística, de nuestra cultura, que, además de ejercer como profesor titular de Literatura española de la Universidad de Sevilla, es compositor, investigador y guitarrista flamenco.
Paco es un gran humanista y, por ello, siempre deja entrever su lado más humano y formativo a la luz de esta pandemia y su reflejo e implicaciones sociales, culturales, espirituales, etc., en el flamenco. Cuando le preguntamos al hilo de cómo está viviendo el confinamiento, claramente nos dice que desde una tonalidad emocional con sabor agridulce. Por un lado, la parte más agria y dura reside en “el estado de desolación que preside el seno íntimo de un buen número de familias, con la pérdida, sin despedida, de sus seres queridos, más los problemas económicos de los que, cómo no, los flamencos tampoco están exentos”. Incluso afirma que, durante la primera parte del confinamiento, “lo he vivido en un estado de duelo o exilio interior anímico al encontrarnos todos inermes ante la trágica situación. Este tipo de pandemia la he sentido de un modo extraño, habida cuenta de que era como si pudiera experimentar, en pleno siglo XXI, un hecho histórico para la humanidad que evocaba y traía a la memoria episodios sanitarios similares a los acaecidos en la Edad Media”.
Pero, por otro lado, Paco quiere poner de manifiesto el sabor más dulce y amable de esta compleja situación, dado que, dentro del dolor y el duelo, esta tragedia ha permitido también que una parte notable de los seres humanos muestren su perfil, cariz y vertiente más solidaria y humana. De hecho, como viene a manifiestar Paco, ya se vislumbra, por fin, cierto atisbo o halo de esperanza a la vista de las últimas estadísticas e indicadores, aunque sin bajar la guardia desde una actitud de prudencia y de escucha atenta a las autoridades sanitarias en epidemiología, virología, etc., no vaya a ser que emane o aflore un rebrote. Y es que este sentimiento vinculado a la solidaridad y al sentido de comunidad, dice Paco, “me ha servido como fanal o asidero de luz para estos días tan aciagos, puesto que la humanidad al unísono, aunque con sus fisuras, está tratando de poner de su parte con el objeto de erradicar este virus”.
EL FLAMENCO ES UN ASIDERO CULTURAL QUE, EN SITUACIONES COMO LAS QUE ESTAMOS VIVIENDO, NOS HACE RECORDAR LETRAS Y MELODÍAS EN CALIDAD DE UNIVERSALES DEL SENTIMIENTO
Y en esta amalgama de sentimientos contrapuestos, Paco hace referencia a las letras y melodías del flamenco en calidad de universales del sentimiento. Y es que el contenido de sus coplas rezuma y atesora un verdadero caudal de riqueza formativa como un saber para la vida, al decir de Francisco Ayala, como nos enseñaba Paco en sus clases de Literatura y Periodismo. De esta manera, aunque estos mensajes cuenten con décadas e incluso siglos de historia viviendo en variantes en el imaginario colectivo, siguen estando más de actualidad que nunca a modo de arquetipos. Y comparte con nosotros ejemplos. “¿Acaso no es actual este fragmento bajo la evocación de Melchor de Palau que, todavía hoy se canta por soleá en la voz de artistas de la altura de Carmen Linares: «La salud y la libertad son prendas de gran valía y no nos damos cuentas hasta que ya están perdidas»; o aquel conocido fandango de Camarón de la Isla, con la guitarra maestra de Paco de Lucía, que viene a decir:
Salud antes que dinero
yo le estoy pidiendo a Dios,
aunque me tenga que ver
lo mismo que un pordiosero
pidiendo pa’ comer.”
Y es que “el flamenco es un asidero cultural que, en situaciones como las que estamos viviendo, nos hace recordar estas letras y melodías en calidad de universales del sentimiento para de esta manera valorar lo verdaderamente importante. Sin duda alguna, esta compleja crisis sanitaria y económica nos está abriendo los ojos; incluso nos está haciendo despertar de un sueño dogmático para poder valorar, en su justa medida y conforme a lo esencial, nuestra forma de comportarnos, de relacionarnos, de sentir y de estar en el mundo, como decía Martin Heidegger” (filósofo que estudiábamos con él en clase).
En lo que se refiere a sus variadas facetas profesionales de calado humanístico circunscritas al arte jondo, en su día a día, estas evidentemente se han visto modificadas. Así, en la actividad consagrada a las actividades docentes dedicadas al flamenco, actualmente se encuentra impartiendo un módulo en el Máster Artes del espectáculo vivo. Se trata, en efecto, de un marco de enseñanza superior en el que ha tenido que modificar esa complicidad presencial que te permite la tarima docente. “De hecho, tal atalaya de cercanía presencial me venía permitiendo poner el encuadre y enfoque, con sutileza y matices, en la mirada, los gestos, la energía colectiva e individual… del alumnado. Por tanto, esta necesaria retroalimentación o feedback la he canalizado a través de otro tipo de herramientas, destrezas y estrategias didácticas acordes a la nueva situación. Para ello he tomado como eje axial plataformas y espacios virtuales, con sus virtudes y defectos, es decir, con sus luces y sombras, por evocar la conocida obra de José Manuel Caballero Bonald, al hilo de conexiones y desconexiones intermitentes.”
Pero de estas experiencias profesionales y vivenciales Paco siempre se queda con la parte más positiva, ya que “me está ayudando a plantear y replantear, aprender y reaprender estrategias y técnicas didácticas e incluso hasta el punto de reescribir de manera integral guiones, notas extraídas del estado de la cuestión y nuevas perspectivas críticas conforme a estas herramientas virtuales, haciendo de la necesidad virtud.”
NINGUNO DE LOS PROYECTOS EN LOS QUE CONTINÚO INMERSO Y TRABAJANDO DE LLENO SE VA A CANCELAR
Seguimos nuestra conversación conversando sobre los diferentes proyectos relacionados con el flamenco que lleva a delante Paco Escobar, que no son pocos. Y si algo me llena de positividad y de optimismo de esta entrevista es que en ningún momento se dan por cancelados o abandonados ninguno de ellos, sino que siempre alude a aplazados a efectos de tiempo para tomarse más distancia crítica, si cabe, al servicio de la mayor perfección posible; en otras palabras, con las miras en un futuro dibujado en virtud de proyectos, investigaciones y publicaciones donde el protagonista indiscutible es el flamenco.
Conversa con nosotros al hilo de un interesante proyecto puesto en marcha junto a Emilio Gallardo, investigador adscrito a la escuela de Estudios Hispanoamericanos-CSIC, con el objeto de desarrollar renovadas directrices de investigación centradas en una visible pluralidad metodológica, planteamientos gnoseológicos y epistemológicos, categorías conceptuales, etc., con implementación en el estudio riguroso del flamenco. Una de estas líneas de investigación reside, en efecto, en la propuesta de rutas e itinerarios culturales para descubrir y redescubrir los estratos y vestigios, a modo de palimpsesto, del flamenco en Sevilla. Para ello han venido recorriendo y lo seguirán haciendo, cuando finalice la crisis sanitaria, enclaves geográficos señeros de la ciudad con especial énfasis en cafés cantantes, teatros, cuartitos de la Alameda, etc., en los que cantaban Tomás Pavón, la Niña de los Peines, Manuel Vallejo, etc., atendiendo a la acústica, por ejemplo, de la Sacristía como paisaje sonoro. Si bien la última ruta se tuvo que cancelar con motivo de la pandemia del coranavirus, ello no ha sido óbice para que ambos investigadores continúen avanzando gracias a la publicación de artículos de investigación, avances, en definitiva, de una monografía in fieri a modo de guía.
Asimismo, otro de los proyectos de calado en los que Paco, junto a Emilio y un productor audiovisual, Daniel, se encuentra trabajando es un documental circunscrito al flamenco en el que van a estar presentes figuras actuales del arte jondo: “Es un proyecto que suscita en mí mucha ilusión. Cada semana estamos trabajando con dedicación y vocación en directrices novedosas como por ejemplo el activismo flamenco en estos tiempos de crisis, aspectos vinculados a la tecnología y el flamenco, la mujer en el flamenco, colectivos como LGTBIQ, etc.” De igual modo, Paco ha visto interrumpido, por ahora, un ciclo radiofónico, bajo la dirección de Manuel Curao y Manuel Casal, en el que participa en un espacio monográfico y semanal dedicado a la sonanta: Guitarra flamenca: diapasón y trastes. Se emite en Canal Sur Radio y ya hay grabados varios programas que pueden escucharse en podcasting.
En el campo de la composición y la creatividad estética, Paco Escobar también ha tenido que dejar momentáneamente paradas dos obras discográficas en las que aúna música de cámara con flamenco y en la que participan artistas de primera línea como Rocío Márquez, Inés Bacán, Tomás de Perrate, María Marín, Paco Cruzado, coproductor artístico junto al propio Escobar de estas obras, Antonio Moreno, Raúl Domínguez, Calia Álvarez, Rafael Mira, Artefactum, Mayte Salgueiro…, más textos literarios del propio Escobar así como de Javier Salvago, Carmen Pombero, José Luis Rodríguez Ojeda, José María Velázquez Gaztelu, Juan José Téllez, Miguel Florián, Alberto Prieto, Juan Peña o Silvia G. Coillard: “Son dos obras compuestas desde presupuestos conceptuales diferentes si bien con guiños cómplices entre las dos. Para ello atiendo al formato de música de cámara y el flamenco tradicional pero siempre con el objeto de proponer nuevos caminos de expresión estética en las fronteras entre música, literatura y artes escénicas. De hecho, ninguno de los proyectos en los que continúo inmerso y trabajando de lleno se va a cancelar, justamente lo contrario, puesto que tales obras cada vez más están cobrando mayor dosis de fuerza y sentido estético, si cabe.” Porque Paco sigue continuamente trabajando, renovándose, investigando, componiendo y labrando nuevos horizontes hasta el punto de hacer de todo este impasse un compás de espera fructífero.
EL FLAMENCO VA A SALIR RENOVADO Y REFORZADO DE ESTA CRISIS SANITARIA A NIVEL DE CREATIVIDAD ESTÉTICO-VIVENCIAL PERO NO SIN CONSIDERABLES DIFICULTADES ECONÓMICAS
Modulando hacia los matices sensitivo-sensoriales del flamenco, o lo que es lo mismo, la parte más humanista de este arte, le preguntamos a Paco si esta crisis sanitaria y económica va a reflejarse de alguna manera en las futuras composiciones y letras venideras. Y su respuesta es clara, dado que “va a tener lugar una visible mutabilidad de paradigmas estéticos, conceptuales, etc. con implicaciones en la sensibilidad creativa y humana, porque cada músico está experimentando sucesivos cambios en el plano vivencial, sensitivo, sensorial... Sobre este particular, recuerdo y revivo el primer paseo que disfruté una vez que se suavizaron las medidas férreas del confinamiento. Fue una sensación meditativa en la que, de manera espontánea y natural, me acompañaba una música interior que era capaz de escuchar y visualizar. Incluso acudían a mi memoria sensitiva mensajes, a veces procedentes del más granado acervo popular, que versaban sobre la libertad y la necesidad de fluir y sentir en plenitud.” Y al hilo de estas fronteras estéticas, Paco nos regala varias composiciones, con música y letra suyas, grabadas en sus próximos proyectos discográficos:
Oración de luz,
con sonidos blancos;
calidez del ser,
conciencia callada;
silencio en reposo,
corazón despierto
en medio del llanto.
Vivir quiero yo conmigo
entre susurro y palabras,
con sonidos y silencios
que te conmuevan el alma.
Respiro en mi soledad
y se suspende el tiempo
de ecos que no volverán.
Música en lo invisible
tensa mi calma interior:
piedra lejana en el tiempo
tiñe muros de dolor.
Y es que tal y como nos dice, se repiten, en calidad de arquetipos vivenciales para los seres humanos, períodos de crisis que, más allá del dolor, se convierten en oportunidades para, con resiliencia, volver a edificar desde la página en blanco o punto cero. De hecho, tal proceder nos permite desaprender y aprender, y, claro está, romper con patrones de antaño como signo de renovación: “… es tiempo ya, en efecto, de tomar una distancia crítica saludable ante patrones obsoletos y creencias limitantes de antaño con las que estábamos aparentemente funcionando y que muchas veces venían a constituir una auténtica rémora a la hora de vaciarse y volver a construir de cero.” En el caso concreto de nuestro entrevistado, nos confirma que “en los primeros compases de esta crisis sanitaria, he compuesto varios temas musicales e ideas literarias para diferentes artistas referidos a sentimientos de pérdida, solidaridad y la necesidad de transitar el dolor juntos. Quería compartir mi deseo, propósito y voluntad de unión y contacto comunitario más allá de facciones ideológicas y partidistas procedentes sobre todo del campo de la política.” De hecho, el aserto de Paco se está confirmando porque en estos días ya estamos siendo testigos de compases y letras dedicadas a esta pandemia como el tema de Daniel Casares, Suspiros al viento, donde, desde el sonido de su guitarra, hace su rendido homenaje a las víctimas del Covid-19 o la bulería de Miguel Poveda dedicada al personal sanitario ¿De qué manera?. En definitiva, el flamenco, marco de expresión comunitaria en el que la sensibilidad estética y humana se hace muy palpable, va “a salir renovado y reforzado de esta crisis sanitaria a nivel de creatividad estético-vivencial pero no sin notables dificultades económicas.” De hecho, ya podemos ver ese atisbo de fortaleza en la Asociación Unión Flamenca, contexto en el que los flamencos tratan de regular sus derechos y reivindicar al tiempo un marco jurídico legítimo y acorde con las singularidades propias de los artistas profesionales de nuestro arte hasta el punto de ponerlo en conocimiento de la Casa Real en el Palacio de La Zarzuela.
EL FLAMENCO YA ESTÁ CAMBIANDO
Tiene claro Paco, a raíz de la crisis sanitaria, que el adecuado empleo de las tecnologías y las herramientas de comunicación virtuales abre verdaderas posibilidades de expresión artística y humana en el flamenco: “Vemos a los artistas generando arte de calidad desde sus hogares, permitiéndonos acercarnos y vislumbrar el espacio personal e íntimo de cada uno de ellos. De hecho, en este complejo y duro periodo se han visto forzados a sustituir el espacio escénico habitual, que les permitía la interacción con un auditorio colectivo mediante presencia física, por un marco escénico reducido a los márgenes y límites de una pantalla, si bien con el aliciente de adentrarnos en un espacio interior y cercano a su vida cotidiana y privada.” Por lo demás, es el momento de potenciar no solo géneros de comunicación estética habituales como los discos sino también géneros más recurrentes en otros tipos de música como el Pop, Rock..., en la línea conceptual de videoclips, cortos, etc., porque sobre este particular “el flamenco ya está cambiando.” Y aunque aún quedan numerosos interrogantes en el aire y sin respuesta, a buen seguro, cuando disfrutemos de un poco de estabilidad sanitaria, estas opciones tecnológicas implementadas como expresión del arte se conciliarán y maridarán con conciertos cercanos a su formato primigenio.
El FLAMENCO COMO ALIMENTO DEL ALMA
A la vista del testimonio de Paco, el cambio resulta evidente, palpable e “incluso contamos con Peñas flamencas virtuales, con escenarios implementados ad hoc...” Tanto es así que esta paulatina creación de infraestructuras y herramientas de comunicación desprende una lectura muy positiva porque “los períodos de crisis brindan una excelente oportunidad para crecer y replantearse qué se estaba haciendo bien, qué se puede mejorar en la actualidad con el objeto de perfecionarlo y hasta de qué podemos finalmente prescindir. Es el momento, en efecto, de reflexionar con rigor y acribia sobre los planes y estrategias educativas en el flamenco, la creación y forja de nuevos espacios de actuación a propósito de la tecnología… Y es que el flamenco está siendo un verdadero alimento del alma, al igual que otras manifestaciones artísticas vinculadas a la cultura en general.” De hecho, más allá del flamenco, durante la parte más agria de la pandemia hemos hecho de la conocida canción Resistiré nuestra particular banda sonora de manera que “la música nos viene consolando en estos días al permitir, en determinados momentos, el desahogo emocional en virtud del llanto y, en otras ocasiones, claro está, desde la más pura sonrisa como signo de alegría e hilaridad … La cultura, en definitiva, en la que el flamenco reluce como un tesoro constitutivo de nuestra tierra, está sirviendo de tabla de salvación al tiempo que nos abre siempre un camino hacia la esperanza.”
Y si la cultura del flamenco nos está salvando, ¿cuánto de necesario sería estudiarlo en profundidad y de manera rigurosa? Aquí, nuestro entrevistado presenta una amplia visión a propósito del binomio Flamenco y Universidad pues considera que, cada vez con más énfasis, el flamenco se encuentra representado en los planes de estudios universitarios mediante acciones concertadas y colegiadas con conservatorios y centros de enseñanzas afines. Sin embargo, insiste en que queda aún mucho por hacer en este terreno, circunstancia que, lejos de nuestras fronteras, está ciertamente superada no solo en la reivindicación de sus músicas autóctonas sino también en su interés por el flamenco: “En Francia, Italia, Grecia, México… he visto cómo la Universidad, los Conservatorios y otros espacios educativos iban a una para que sus músicas autóctonas pudieran ostentar un espacio de representación con propiedad y plena justicia, mostrando además un notable interés por el flamenco. En España, en cambio, nunca habíamos tenido de manera unánime y en todos los frentes académicos esta tradición y sensibilidad exquisita hacia el flamenco, entre otras razones porque su presencia en las especialidades de Conservatorio resulta bastante reciente en el tiempo. En suma, a efectos de notoriedad del flamenco en los ámbitos y núcleos académicos, vamos dando pasos progresivos respecto al pasado, aunque con tempo calmo, si bien queda todavía muchísimo por hacer.”
EL FLAMENCO, PARTE ESENCIAL EN LOS PLANES ACADÉMICOS DE ESTUDIO
En el caso concreto de la Universidad de Sevilla (US), Paco conversa con nosotros sobre cómo “en este espacio educativo se ha contado con una ratio relevante de Tesis doctorales que, con el tiempo, se han materializado en monografías de flamenco. En este contexto, Rocío Plaza y yo mismo ejercemos en calidad de codirectores de una colección monográfica dedicada al flamenco bajo la égida y auspicios del Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Ahora bien, se trata de un logro reciente, prácticamente de hace apenas dos años, hecho un tanto incongruente si nos paramos a pensar los años de vida académica que tiene la US y la presencia del flamenco en sus planes de estudios ya desde el Programa de doctorado que hizo posible la elaboración de estas Tesis doctorales.” De hecho, existía un Programa de doctorado de flamenco en la Universidad de Sevilla que ahora se ha expandido a otras Universidades andaluzas, con sede en la de Cádiz, si bien Paco insiste que el proyecto primigenio “podría haber tenido continuidad en virtud de una conversión en Máster.” En cualquier caso, es cierto que se vienen realizando actividades culturales vinculadas al flamenco en el ámbito universitario andaluz a veces en virtud de acciones concertadas con profesionales de este arte, por ejemplo, en la Universidad Pablo de Olavide, donde hay constituida una Peña Flamenca…: “sea como fuere, constituimos un grupo de profesores vinculados al flamenco desde los primeros compases de nuestras respectivas trayectorias que investigamos, impartimos clases, componemos y estamos en contacto con artistas… y todo este bagaje lo trasladamos al marco académico educativo. Con ello quiero decir, que, con frecuencia, más que la Institución en sí representada en Universidades concretas, somos este colectivo de profesores-investigadores los que realmente estamos conformando y actuando como un consorcio colegiado con el objeto de dinamizar con rigor y acribia científica el flamenco. Ahora bien, lo que realmente se echa en falta es el apoyo institucional unánime y pleno para así poder implantar con garantías y viabilidad estudios de grado en flamenco con acceso a estudios superiores y culminación en el cursus honorum con el grado de Doctor. Ahora bien, tampoco hay que olvidar lo verdaderamente esencial, a saber, la presencia de nuestro arte en las escuelas para que desde la niñez se vaya adquiriendo de manera paulatina y de raíz esta compleja y sutil cultura nuestra. En definitiva, tanto mi deseo como el de mis compañeros es que el flamenco forme parte, por derecho y con auténtica propiedad, de los planes académicos de estudio en todos los niveles posibles. Porque si queremos que nuestros pequeños, desde la escuela, disfruten de un plan de estudio reglado, con la inclusión del flamenco, debemos ser nosotros mismos los que luchemos por ello. Un detalle: en mis inicios formativos no existía la especialidad de flamenco en el Conservatorio al tiempo que no resultaba fácil que un investigador pudiera dirigir una Tesis doctoral sobre aspectos muy técnicos circunscritos al flamenco, como sí está sucediendo hoy; por fin este hecho está cambiando, aunque todavía hay un mínimo reducto de resistencia académica que considera que el flamenco no deja de ser un objeto de estudio secundario. Opiniones infundadas al margen lo cierto es que hay que seguir buscando sólidas y nuevas fórmulas para investigar con rigor el flamenco. Para ello resulta esencial revisitar y replantear numerosas ideas que se han ido transmitiendo de libros a libros sin cuestionamiento crítico, si bien afortunadamente, gracias a estas Tesis doctorales y otros estudios, se está modificando el conocimiento de la historia cultural, musical, escénica... del flamenco.”
Pero sin duda alguna, el apoyo Institucional unánime de la Universidad podría favorecer el empuje definitivo para elevar este arte a la misma categoría y estatus de otras disciplinas, que sí se incluyen sin ningún tipo de rémora en todos los niveles de los planes de estudios. Porque, como bien nos dice Paco, “el flamenco proporciona, a nivel formativo, una sólida base matriz para el conocimiento integral de nuestra cultura andaluza” y bien merece ser estudiado con el objeto de tener un granado conocimiento de la misma, sin exclusiones ni salvedades.
Con el objeto de finalizar este encuentro, Paco nos transmite, con cariño y afecto, a los lectores de la Revista La Flamenca un mensaje acorde y concorde con esa línea conceptual humanista que le caracteriza. Nos anima, de hecho, durante este periodo que nos queda, a reparar en los matices y sutilezas que atesoran “los sonidos del silencio” al tiempo que nos desea “solidaridad, paz, concordia y salud. Por último, desea que, al margen de estériles rencillas ideológicas, políticas y demás, podamos favorecer y propiciar entre todos el sentido de unión y comunidad, del que tanto necesitamos para contribuir a paliar y erradicar esta crisis sanitaria, económica, etc.: Guardemos nuestras diferencias ideológicas, partidistas y militantes en el cajón, puesto que, desde una voluntad conciliadora, es el momento de remar todos hacia la misma dirección para superar definitivamente esta borrasca contra viento y marea.”
Y aquí termina este encuentro, a modo de entrevista, que me ha llevado a una etapa de mis años universitarios en la que Francisco J. Escobar, Paco Escobar para la comunidad flamenca, fue mi profesor en la intersección de códigos entre Literatura y Periodismo. Pero, en esta ocasión, lejos de buscar la mejor nota para mi expediente académico, hoy he vuelto a recibir una lección, pero de vida y cultura, en la que he aprendido que cualquier circunstancia adversa, como la que estamos atravesando, tiene su lado positivo y que solo depende de la actitud con la que nos enfrentemos a ello. Y el flamenco, como el ave fénix y con catarsis trágica de por medio, es resiliente además de ser nuestra más genuina base cultural; como dice una letra de Paco de su próximo proyecto discográfico: Alborada de dulce miel / y azules para amargura: / remedios del alma rota / como el ave al renacer. Nada lo hará tambalear y siempre resurgirá, aunque vaya siendo hora de que las Instituciones lo tengan en cuenta de pleno, lo incluyan en los planes de estudios académicos, desde la escuela hasta la obtención del grado de Doctor, y se le otorgue, en definitiva, el valor que tiene como Patrimonio de la Humanidad.
Más información sobre Francisco Javier Escobar:
Francisco Javier Escobar Borrego. Academia.edu
Francisco Javier Escobar Borrego. Dialnet
Francisco Javier Escobar Borrego. Sisius
Francisco Javier Escobar Borrego. Blog Literatura y Música
Francisco Javier Escobar Borrego. Canal de youtube
Francisco Javier Escobar Borrego. Guitarra Española. Guitarristas y Bajistas (entrada)