`La música barroca colonial en el diálogo con el flamenco´. Accademia del Piacere con Fahmi Alqhai y Arcángel.
Almería: Teatro Auditorio Roquetas de Mar 7/7/2012
Rubén Gutiérrez
Contaba el sabio Pericón que un día llegó a Cádiz un barco con muchos fardos que contenían las partituras del flamenco. Los estibadores gaditanos se quedaron con las mejores de tan musical alijo, y las restantes se cargaron en el tren que unía la Tacita con Sevilla. En cada una de las paradas de dicho trayecto, Jerez, Lebrija, Utrera se fueron expoliando cada vez más legajos, llegando solamente unos pocos a la ciudad hispalense. La flamencología tradicional nunca tomó en serio esta teoría, teniendo en cuenta la guasa de Pericón, pero la musicología flamenca postmodernista, encabezada por Faustino Núñez, gallego para más señas, bien que ha sabido profundizar en esta hipótesis. Con los consiguientes buenos frutos. Es por ello que cada vez estamos más cerca de afirmar, que la música que originó el flamenco actual bien pudo cocerse en América. Fue durante el Barroco, siglos XVII y XVIII, cuando el continente transatlántico se convirtió en un crisol de culturas, y claro, cada sociedad llevaba no solo sus ánimos conquistadores, mercantilistas o evangelizadores, sino que la música fue un inseparable compañero de viaje.
Con estas palabras no decimos que el arte jondo naciera allí, sino que su sustrato musical, ritmos, melodías y armonías se fueron configurando en esa gran coctelera que fue América, con elementos musicales indígenas, europeos y africanos. Un hecho a destacar es que las diferentes pragmáticas de la época prohibían embarcar rumbo hacia el Nuevo Mundo a judíos, gitanos y moriscos, por lo que todavía quedan por esclarecer unos cuantos eslabones. Y es en esta cocina musical, donde Fahmi Alqhai y Arcángel, se han puesto al frente de los fogones para ofrecer su particular versión de este periodo histórico musical. La Accademia el Piacere, formación de música antigua, nomenclatura que recibe la música compuesta desde la Edad Media hasta el Barroco, ha escogido para su repertorio obras consideradas básicas en el canon de dicha época, tales como las folías, diferencias sobre La Spagna, los canarios o unos pasacalles. Arcángel se encontró en todo momento cómodo con el repertorio, en especial en los números exclusivamente flamencos, como la toná y las alegrías de Cádiz.
Igualmente formó un magnífico tándem con la soprano Marívi Blanco, cantando a dos voces el Romance del Rey Moro, donde se incorporó una malagueña la cual, no obstante, entendimos introducida con calzador, pues quizás sea la menos barroca de las composiciones flamencas, mirándose más en la melismática musicalidad árabe. En cambio, Las morillas de Jaén, éstas rematadas por jaleos, si resaltaron el carácter de este afortunado encuentro musical, así como la vidalita. También el tocaor Dani de Morón, que brilló a lo largo de la noche, tuvo su papel protagonista junto a Fahmi en las folías, que delatan ser pieza clave en esa génesis de la música flamenca que comentaban anteriormente, al interpretarles con aires de nuestro actual fandango. Siendo las folías una pieza actual del folclore gallego. El resto de los músicos igualmente demostraron su gran técnica y preparación, y nos quedamos con el detalle de ver tocar una viola de gamba a lo barbero, pero los granes atriles que estaban sobre las tablas nos impidieron observar la correcta ejecución de dichos instrumentos, en especial la guitarra barroca.
La última parte del programa fue sin duda la de mayor intensidad, con la interpretación conjunta de las marionas y canarios, así como de la guaracha y guajira, y es en la guaracha donde se atisba el germen de tanguillos y rumbas. Aunque nos quedamos con ganas de las anunciadas jácaras y bulerías, composiciones primas hermanas podrías decir. Así como de la presencia del excelso percusionista Pedro Estevan, que no pudo estar con nosotros por problemas de salud, al que deseamos una pronta recuperación. El escaso público que asistió a la velada, disfrutó con creces de la misma, con grandes olés y ovaciones. Desde aquí animamos a este ensemble para que siga profundizando en este exquisito repertorio, y si nos permiten un consejo, hay algunas obras de gran belleza que también puede ser susceptibles del mismo, como pudiera ser la chacona de Juan Aranáez o la petenera y sones jarochos de Veracruz
Ficha artística.
Cante: Arcángel. Guitarra flamenca: Dani de Morón. Percusión: Agustín Diasera. Academia del Piacere: Viola da gamba: Fahmi Alqhai. Soprano: Marivi Blanco Rami Viola de gamba: Alqhai y Johanna Rose. Violone: Juan Ramón Lara. Flauta: Vicente Parrilla. Guitarra barroca: Miguel Rincón.