El cantaor catalán
Web revista La Flamenca. Sevilla / nuevo auditorio Fibes 23/3/2013
Miguel Poveda llevó a Sevilla la tónica y el repertorio que habitualmente hace en todos sus conciertos, de larga duración y dividido en dos partes, el cante por derecho y la coplería.
Abrió con soleá apolá, un estilo que recorre los tonos más altos y los más bajos, de dificultad y pelea irremediable donde Poveda siempre suele ganar. A la malagueña le añadió una rondeña y remató por fandangos de Lucena recordando a Muriel. Sólo con eso estaba dicha la intención de la noche, Miguel Poveda venía a conquistar Sevilla con su garganta, bien de voz y con ganas en cante libre y redondo que le viene perfecto, su forma de ejecutar los palos es decir una verdad tras otra, es flamenco auténtico.
Se fue para Cádiz con alegrías y bulerías, estas primeras adornadas con la gracia de la bailaora La Lupi, una malagueña que se bambolea con la música y el compás del elenco que arropa a Poveda, graciosa y cercana.
Una de las genialidades del recital fué el guiño a Pencho Cros, su minera en la garganta de Miguel Poveda llena de emoción a cualquiera, porque de allí salió este cantaor, de la oscuridad de la mina de La Unión que fué donde vieron el potencial y la proyección que hoy tiene, capaz de mover masas con el flamenco y aunando a la copla con el cante más rancio, ese que a él también le duele.
Para despertar al público del sueño de cante flamenco hace el cuplé "La ruiseñora" y se va por bulerías con El Londro a Jerez, toques de colores vivos que te hacen respirar, compás y pellizco en Sevilla que de eso saben y mucho.
La Banda de las Tres Caídas hizo su presencia en el escenario para que el cantaor se entonara una saeta por seguiriyas que en estos días no está tampoco de más, como tampoco está de más recordar a Manolo Caracol, un genio del siglo pasado que permanece vivo en el cante verdadero de Miguel.
El final de su flamenco llegaba con sevillanas, bulerías de la Lole, una nana con La Lupi al baile y los tangos de Triana, no es Poveda un maestro compás, sino de muchas cosas. Estuvo elegante y acertado, recordando a grandes maestros en su voz, redonda y flamenca y presentándose a Sevilla como un auténtico amante del buen cante flamenco, que al fin y al cabo, es lo que es. No es extremo ni se casa con nadie, se pasea con soltura por los cantes, y nos preguntamos para cuando se atreverá con una antología que es lo que nos hace falta.
Miguel Poveda está en un gran momento de su carrera, es un cantaor consagrado, con calidad y capacidad para llegar a más. Alguna genialidad se le escapa, pero cada vez que aspira aire suelta por su boca talento, mucho talento. Inquieto por la complejidad de muchos palos, se entretiene en buscar la esencia dentro de él y sacarla fuera; le queda mucho camino por delante, y su historia aún no ha comenzado a escribirse; quien mejor lo sabe es él mismo. Antes de que siguiera con su concierto y su copla, que también tuvo para la legión coplera un buen repertorio, el mensaje estaba dicho. Miguel Poveda a venido a renovar el cante grande flamenco con su voz, con su talento, y con esa capacidad de reproducir en su voz todo lo que escucha. Bendito sea este artesano.
Ficha artística
Espectáculo "Artesano"
Cante: Miguel Poveda.
Guitarras: El Bolita, Jesús Guerrero y Manuel Parrilla.
Coros y palmas: El Londro, Luis Cantarote, Carlos Grilo, Joaquina Amaya y Ana María González.
Baile: La Lupi.
Percusión: Antonio Coronel y Paquito González.
Piano: Joan Albert Amargós
Colaboración especial: Banda de las Tres Caídas.