El Teatro Español de Madrid se consagra con el cante de Kiki Morente y el baile de Karime Amaya, Jesús Carmona y Paloma Fantova.
Web revista La Flamenca 30/6/2014 Fotos: Paco Manzano
Finalizada con éxito la Suma Flamenca 2014, podemos decir que muchos de los platos fuertes, como era de esperar, se reservaron para la clausura en uno de los lugares más privilegiados de la capital.
Tras 50 años de cante, con José Menese, Rancapino y Fernando de la Morena y antes de un apoteósico cierre de guitarras con Gerardo
Nuñez, Dani de Morón y Diego del Morao, el pasado 28 de junio, fue el turno de ‘Gala Flamenca’. La racialidad de Karime, la elegancia de Carmona y la flamencura de Paloma Fantova. Tres formas diferentes de baile; cuerpo, mete y alma.
Las raíces del maestro Morente crecieron en el cante de su hijo José Enrique, quien se desenvolvió con soltura en un estilo que, poco a poco, va marcando su sello personal como artista jondo. Os dejamos un reportaje fotográfico.
‘Una locura consentida’. Con esas palabras definía anoche, `Arcángel´ su nuevo trabajo Etruna. Un proyecto creado a partir de la sinergia de diferentes modalidades musicales.
Web revista La Flamenca. Lara Arrobas. Madrid / Teatro Español / 25/6/2014 Fotos: Paco Manzano
Cuatro nacionalidades que se funden vocal e instrumentalmente, bebiendo unas de las otras. El coro Nuevas Voces Búlgaras Laletata, dirigidas por Georgi Petkov; la guitarra acústica y jazzera del italiano Antonio Forcione y desde Cuba, el contrabajista Yelsi Heredia. Los jóvenes veteranos del compás flamenco tomaron el testigo de la percusión, con Agustín Diassera y de la guitarra flamenca, con de Dani de Morón.
La canción tradicional flamenca y búlgara se sostuvo en diez gargantas eslavas, y culminaron en el eminente reclamo jondo del onubense. El silencio expectante lo rompieron las jóvenes voces del este (nueve femeninas y una masculina). El pellizco flamenco lo dio Arcángel por fandagos de Huelva –Yo tengo tres corazones- creando una armonía melódica entre cantes búlgaros y por derecho, en la que tímidamente participó la percusión. La jondura y la elegancia, la clara demostración de lo bello y polifacético que puede llegar a ser el flamenco, que crece y se reinventa en las manos de artistas de esta talla.
Poco a poco vamos conociendo a todos los miembros del recial, en un continuo entrar y salir de artistas. Y entonando los tangos extremeños de no me pegues bocaítos, Arcángel vive uno de sus momentos más flamencos, agarrándose de la chaqueta y levantándose con furia de la silla para rematar la canción, con un acompañamiento instrumental exquisito.
La viva hermosura vuelve entonces a brotar, en un coordinado trabajo de todos los componentes de Etruna en las tablas. Impregnados de la solidaridad musical, se alivian cantando para adelante, una preciosa ‘nana, nanita, ea’ en un diálogo de once voces. Mientras Arcángel le ‘pide a la luna que le de alas’, el coro responde con un curioso y suave tirititrán, antes de pasar a la bulería Enamorado (compuesta por Antonio Forcione).
Tras unos minutos a solas con las voces del este y la impecable dirección de Georgi Petkov, llega un momento muy emotivo. Aparece nuestro protagonista flamenco, con un simbólico chaleco de su maestro Morente, al que como señaló, lleva en el corazón. Quiso recordar su talento musical, con los versos de Lorca que Enrique plasmó en su tema La Aurora de Nueva York, de su disco Omega (1996). Arcángel nos explica lo importante que es también para Georgi Petrov, pues haberle escogido a él para este trabajo no ha sido al azar. El experimento de unir una coral de voces búlgaras
y flamencas ya fue exitosamente probado por Petkov y Morente en 1992. El onubense aporta su punto de gracia diciendo ‘os lo contaría el, pero como nos lo tenga que decir en búlgaro lo llevamos claro’.
El cantaor retoma la función con unos fandangos, de su trabajo Quijote de los sueños. Y acercándonos al final de este mágico recital, en el que hay que resaltar también la maestría y la madurez profesional del guitarrista Dani de Morón, fue el turno de protagonismo para Antonio Forcione, interpretando a solas y acompañado mediente un diálogo de intrumentos, su tema compuesto con Renaud Garcia-Fons, Alhambra, que curiosamente vio la luz en el Palacio de Carlos V. Para terminar, Arcángel decidió despedirnos con una adaptación de La leyenda del Tiempo, del mismísimo Camarón de la Isla. Al escucharle, el público se sobrecoge. Los agudos del artista soñaron por Camarón, transmitiendo uno de esos momentos, en los que entiendes por que te llena tanto el flamenco. Algo así no se puede explicar. Finalmente, Arcángel se arrodilla ante un Teatro Español completamente en pie.
Olé tú, valiente.
Ficha artística:
Madrid / Teatro Español / 24/6/2014/ 20:00 H.
Espectáculo: ‘Una locura consentida’.
Cante: Francisco José Arcángel Ramos `Arcángel’.
Guitarra: Dani de Morón.
Guitarra acústica y jazzera: Antonio Forcione.
Percusión: Agustín Diasser.
Rocío Bazán nos desveló el secreto del cante jondo a través de la poesía de Lorca, Alberti, Miguel Hernández… La poesía del dolor, que nace en el alma de Rocío y muere en su boca.
Web revista La Flamenca. Lara Arrobas. Madrid / Centro Cultural Paco Rabal-Palomeras Bajas / 22/6/2014 Fotos: Paco Manzano
‘Desde el alma hasta la boca es como yo concibo el cante. Mi cante no sólo sale de mi garganta, nace en las bambalinas de mi cuerpo, como si de una obra de teatro se tratara (...). Salgo a escena y llega el momento esperado, me encuentro con la inspiración. Ella me dice: déjate llevar, cierra los ojos y desnuda tu alma’.
Con estas palabras, la voz en off de Rocío Bazán se escucha en el silencioso auditorio. Unas siluetas se adivinan en el escenario, ocupando sus sitios. Son Rocío Bazán, el guitarrista Manuel Herrera y el percusionista Raúl Botella. La puesta en escena es sencilla y austera. Sólo ellos tres en sus sillas. De fondo, un enorme pantalla donde a lo largo del espectáculo se proyectan imágenes, en sintonía con la letra.
Quince minutos pasaban de las 20 horas cuando los versos de García Lorca, asomaban en los labios de Rocío y eran proyectados al infinito con un chorro de voz gitana que imponía desde el comienzo. Narrando a compás de la guitarra y el cajón flamenco, nos hicieron disfrutar del cante lastimero a compás de zorongo, lento pero con mucha fuerza. Un cante que, por desgracia, cada vez abarca menos público.
Raúl Botella, deja de momento el cajón y lo cambia por una tinaja, que marcará el soniquete de una serrana. Turno ahora para entonar un texto del gaditano Antonio Murciano, poeta español con especial debilidad por el cante flamenco, autor de numerosas coplas y ensayos que le hicieron ganador en cinco ocasiones, del Premio Nacional de Flamenco. De fondo, las montañas de Sierra Bermeja, en la Serranía de Ronda, apoyan simbólicamente a la escena.
Es hora de conocer al bailaor David Pérez, que aprovecha unas guajiras para pisar las tablas. Ofreció un baile muy limpio y profesional, muy seguro de pies y manos. Movimientos muy rápidos y cambiantes, sus manos golpean velozmente sus piernas y pecho. Se coloca en posición de giro para encadenar varias vueltas, que hicieron llegar las gotas de sudor a la grada. Rocío se levantó de su flamenca silla, adoptando la pose de una soprano flamenca, levantando con maestría las manos. El cante se mostró más dolido, el baile sin embargo, aunque muy dramático en algunos momentos, supo dar el punto de gracia y salero al lamento flamenco conmovedor y escalofriante de Rocío.
Los artistas entran en calor y se acercan al filo del escenario, se acercan al público, se sienten cómodos. Raúl Botella incorpora un nuevo instrumento de percusión acompañado por el sonido de unos cascabeles anclados en su tobillo, marcando el compás con el talón del pie. David Pérez vuelve asorprender en una brillante intervención con castañuelas, haciéndolas chocar contra el pecho y las piernas con una llamativa soltura.
La guitarra se queda sola. El público, acompañando en el desconsuelo del cante por derecho y por vocación de la malagueña, siente cada nota. Con aires de grandeza, vuelve Rocío, en esta ocasión con un mantón de tela y bordados en un rojo intenso, pasional como su voz. Voz que realmente salió del alma, donde volcó todo su arte. Ahora es ella la que se queda sola.Un rompedor martinete se escucha sin toque, sin baile, casi sin luz…
Sobrecogedor.
Para terminar, unas palabras de agradecimiento, que hicieronreferencia en esta ocasión a los técnicos que hacen posible la puesta en escena. ‘En el difícil mundo de la música, unas puertas se abren y otras se cierran’. La Suma Flamenca supone para Rocío una puerta que se abre para su primer espectáculo en solitario ‘aunque acompañada, por supuesto, de unos grandes artistas’.
Ficha artística: Madrid / Centro Cultural Paco Rabal-Palomeras Bajas / 21/6/2014 20:00 H.
Espectáculo: Desde el alma… hasta la boca / Estreno en Madrid
Cante: Rocío Bazán
Guitarra: Manuel Herrera
Baile: David Pérez
Percusión: Raúl Botella
Los versos de Mario Benedetti, Daniel Olmos y Juan Ramón Jiménez se fundieron anoche en la voz de Rocío Márquez. La elegancia y la finura volvieron a perfilar un estilo muy personal y un cante por derecho.
Web revista La Flamenca. Lara Arrobas. Madrid / Teatro Abadía/ 18/6/2014 Fotos: Paco Manzano
Una fusión de literatura y cante, en un trabajo pedido
expresamente por la Comunidad de Madrid para el ciclo Suma
Flamenca, donde la cantaora vuelca todo su sentimiento en los
compases más tradicionales del flamenco. La maestra del fandango nos llevó por
un recorrido poético basado en una estética propia, desde el riesgo y la
responsabilidad que conlleva, hacer de la lírica poética, la letra de sus
canciones.
La voz de Rocío no precisa de acompañamiento. El ángel desplegó
sus alas y proyectó su voz, acompañada de las palmas de Antonio y Manuel Montes
‘los Mellis’ y la percusión de Agustín
Diassera. En ese mismo instante, nuestro
estado de ánimo se supeditó al cante melancólico de un alto valor simbólico,
basado en textos que manifiestan sus emociones en bruto.
‘Cantamos porque el sol nos reconoce y porque el campo huele
a primavera, y porque en este tallo en aquel fruto cada pregunta tiene su
respuesta’. Con estas letras de Mario Benedetti, contesta Rocío a la pregunta ¿Por qué cantamos?, que da
nombre a su recital. Le da forma con el soniquete de una granaina invertida (donde la voz está en la guitarra y la guitarra en
la voz, como ella explicó) y lo completa con poesía de Huelva. Rocío nunca
olvida sus raíces.
Unas letras de Enrique Morente con unas pinceladas de Shakespeare, valieron para dar forma a unos tangos morentianos
de Granada que sonaron muy populares. Caminó por ‘lo alto del Cerro de
Palomares’, escoltada por las cuerdas de una guitarra que cada día hacen más
grande a aquel que la toca, Miguel Ángel Cortés, espectacular en estos tangos de su tierra, que se
prolongaron hasta casi los 20 minutos.
Interpretaron con gran sensibilidad Una rosa, idea del crítico de arte y literatura, editor,
ensayista y experto en flamenco de Aracena, Pedro G. Romero,
mezclado con letras de su paisano, José María de Lepe.
La luz cenital se vuelve aún más dramática forzando un gran
contraste de claroscuros. ‘Dime, ¿el hombre por qué muere y el sol por qué ha
de alumbrar?’, un texto de Daniel Olmo,
musicado por Alfredo Lagos. Su
gran voz también se puso al servicio de los niños más necesitados con Chocolate
con Pan, tema extraído del CD Minimúsica: La educación / L'educació / Education.
Llegó el momento de recordar al cantaor Pepe
Marchena, tanto en su parte tradicional,
como en la más experimental y transgresora. Se quedan en la intimidad, la
cantaora y el guitarrista para regalarnos una taranta. Rocío está realizando su
tesis doctoral acerca de Marchena y confiesa que ‘Quería abordar su figura de
una manera completa. Con una parte del repertorio más tradicional, si es que
con Marchena se puede usar esa palabra. Y otra en la que intentamos rescatar su
parte genial. En esta queremos que su figura nos lleve a andar por campos por
los que aún no se ha andado’.
Y vaya si lo hizo. A modo de trovador flamenco, medio
narrado medio cantado, interpretó unas letras que Marchena dedicó a Julián Sánchez
Prieto ‘el Pastor Poeta’. Resulto tan
brillante como difícil, el público, gratamente sorprendido, supo reconocer el
gran desarrollo artístico y personal que suponía aquella novedosa puesta en
escena. Miguel Ángel Cortés resolvió con creativa imaginación, transiciones
y fantásticos cambios de tempo. Derrochó oficio estructurando y sosteniendo
el romance, y controló a la perfección la pista para los despegues y aterrizajes
de la cantaora.
El recital llegaba a su fin, no sin antes sorprendernos con
la grata presencia de Francisco Contreras Molina ‘Niño de Elche’, un cantaor comprometido y predicador de la poesía del
27. Jugaron con sus voces, se contestaron con lamentos en una dura interpretación
de la narración en primera persona de un preso, y sus últimos momentos antes de
morir en un campo de concentración. Tras un agónico tirititrán,
unos textos de Hernesto Cardenal y unos versos de Benedetti.
Rocío Márquez insistió en el profundo respeto que sentía
ante este trabajo y el orgullo de poder presentarlo en la capital y en la Suma
Flamenca. Para marcharnos alegres, entonó unas catiñas y un final a dúo con la
guitarra, sin micrófonos, donde Rocío cantó hasta asfixiarse, provocando una
ovación que no terminaba nunca. Un espectáculo sublime.
Ficha artística:
Madrid / Teatro Abadía / 17/6/2014 20:30 H.
Espectáculo: Por qué cantamos /
Estreno absoluto
Cante: Rocío Márquez
Guitarra: Miguel Ángel Cortés
Coros y palmas: Antonio y Manuel
Montes ‘los Mellis’
Percusión: Agustín Diassera
Después
de nueve años, José Fernández Torres ‘Tomatito, publica un nuevo disco en el que el
titulo lo dice todo: Soy Flamenco. Y en el que, como por arte de magia, se vuelve a
reunir con dos amigos del alma: Camarón de la Isla y Paco de Lucia.
Web revista La Flamenca. Lara Arrobas. Madrid / Teatros
del Canal / 12/6/2014 Fotos: Paco Manzano
Nos
nos cansamos de ver este espectáculo, dos horas de flamenco en estado puro que
saben a poco. Recientemente pudimos ver el espectáculo Soy Flamenco, en este enlace tenéis toda
la información del espectáculo. Por ello, aprovechamos la ocasión para poder
centrarnos en lo simbólico y metafórico de este proyecto tan importante en la
vida personal y profesional de este artista, ‘una luz de guía’ como él mismo
indica.
Tomatito
pone en valor el talento de sus compadres, sin duda es un trabajo hecho con
mucho sentimiento. La técnica consigue el milagro, volver a reunirse con ellos.
Cada vez que escuchamos ese tema, Entre dos aguas, mezclado con una integración de
jazz y flamenco -tema compuesto con Michel Camilo- el público siempre se
estremece. José Fernández, hombre de pocas palabras, siempre reserva alguna
para sus compañeros.
Tomatito
comenzó este trabajo con Paco de Lucía, es una reunión histórica pues ya
sabemos lo que poco después ocurriría. Camarón sigue presente en las vidas de
los guitarristas, le llevan en la funda de su guitarra, pero sobre todo en su
corazón. Por eso Tomatito ha querido que su voz le acompañe en su disco más
flamenco de los últimos años. ‘Aparte de ser una bellísima persona, lo que hacía
él no lo hacía nadie’ afirma Tomatito.
Tanto
Tomatito como Paco de lucía acompañaron a Camarón en su última grabación Potro
de Rabia y Miel - publicado en 1991- donde la voz del profeta del flamenco se apreciaba
ya débil. José Monge ‘Camarón’, murió unos meses después. La nostalgia de
Tomatito le conduce a trabajar en un disco que viaja al pasado y recuerda
aquellos momentos.
Hubo
algunos cambios respecto a la vez anterior que vimos ‘Tomatito Sexteto’. El
cambio más notorio fue el joven guitarrista, sentado a la izquierda del cabeza
de cartel, ‘el pequeño Tomate’, como le presentó su padre. Una segunda guitarra afinada
por Tomás Santiago y en el lugar de Lucky Losada, el percusionista Israel
Porrina ‘El Piraña’, que estuvieron a la altura de un espectáculo de gran
envergadura flamenca.
A la
derecha del guitarrista también se apreciaron cambios. Se mantuvo el cante de Kiki
Cortiñas y Mª Ángeles Fernández, pero una nueva voz, la de Simón Román, se unió en momentos
puntuales, afinando un cante agudo masculino del estilo de Kiki. Y por
supuesto, como no, Paloma Fantova. La segunda estrella de la noche, uno de los momentos
más esperados. Volvió a entregarse a las tablas, a su público. El flamenco
racial y jondo, la vorágine en el zapateado. Puso en pie al teatro en varias
ocasiones, provocando euforia y exaltación. Brutal, como siempre.
Para
despedirse, un fin de fiestas en el que Tomatito Hijo interviene con su primer ´sólo’
de guitarra de este espectáculo. Su padre le mira con orgullo. Momento de
gloria también para cada uno de los demás participantes, donde el público se
mostró completamente a sus pies. La dignificación del arte jondo.
Ficha
artística:
Madrid
/ Teatros del Canal / 11/6/2014 20:00 H.
Espectáculo:
Soy Flamenco
Guitarra:
José Fernández
‘Tomatito’.
Segunda
guitarra: Tomatito Hijo y Tomás Santiago.
Cante y
palmas: Kiki Cortinas, Mª Ángeles Fernández y Simón Román.
Baile: Paloma
Fantova.
Percusión: Israel Porrina “Piraña”.
La fusión cultural y musical se hizo ayer presente con la
bailaora Leilah Broukhim, que
aúna el flamenco y la música sefardí.
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Web revista La Flamenca. Lara Arrobas. Madrid / Centro
Sefarad Israel / 8/6/2014 Fotos: Paco Manzano
Es un reflejo de la forma en que ha sido capaz de descubrirse
a sí misma, pasado, presente y futuro, a través del flamenco. Una manifestación
cultural que le permitió expresarse de distintas maneras y causó un profundo
impacto en todos los que la vimos.
Broukhim comenzó a bailar tap, jazz y ballet a los 10,
"siempre me ha gustado bailar, pero nunca me sentí realmente cómodo en
cualquiera de esas formas. Ballet y jazz son para un determinado tipo de
cuerpo". El cuerpo de Leilah le pedía ir más lejos “el flamenco me cautivó
y volví a la tierra de mis antepasados.
Nos hizo sentir a través de su baile, la diáspora del pueblo
judío cuando fue expulsado de España, que tanta cultura y sabiduría había
aportado. El comienzo es una huida. Una mujer sefardí que emprende un viaje
histórico a través del baile flamenco. Leilah recuerda a sus antepasados, su vínculo
con el arte jondo, una expresión íntima y original de sus raíces. Las huellas
que marcan el presente. Los sefardíes se expandieron en un principio por los países
del mediterráneo, huyendo de la conversión obligatoria y de la persecución que
sufrían, derivada de sus costumbres y pertenencias. Siendo un pueblo
perseguido, como los gitanos, se generó una música de gente dolorida y torturada
por sus circunstancias.
Se despide de su tierra con una nana sefardí y una
seguirilla, para emprender el camino de alguien que pretende reencontrarse con
sus orígenes. La artista se desenvuelve con garra, un flamenco castizo, racial
y originario, que nos recordaba al baile de las gitanas del Sacromonte. La
furia se apodera de ella de tal manera que en algunos momentos deja de lado la
estética, se golpea las piernas y el pecho, grita… Su viaje continua a través
de tanguillos persas -con el cante de Kaveh Savarian- y tientos, donde marca tempos de gran intensidad y movimientos muy lentos, dramáticos.
Su cara y sus gestos tienen una gran carga de expresión, el cansancio de Leilah
era evidente. Se muestra ‘chulesca’, con una mirada oscura y penetrante.
Leilah mantiene un diálogo con los instrumentos y con el
lamento desgarrador que sale de la garganta de los cantaores, Saray Muñoz y Roberto Lorente. La variedad instrumental empleada, le aportó una
enorme riqueza musical muy placentera para escuchar, de la mano del músico Amir
John Haddad y el guitarrista Juan
Jiménez. Al fondo, una pantalla mostraba
caligrafías en castellano y hebreo que narraban la historia que los artistas
interpretaban. La autora de estos escritos es Elisabeth Louy, madre de Laila.
Esa tristeza del comienzo se torna en alegría y fuerza
explosiva sobre el escenario, a través de unas bulerías al golpe y una soleá.
La carga emotiva la muestra en el zapateado al ritmo de la percusión y las
palmas. La actuación se cargada de simbolismo, es todo sentimiento, mezclando
la ternura y el dolor de su pueblo.
Ficha artística:
Madrid / Centro Sefarad Israel / 7/6/2014 21:30 H.
Espectáculo: Dejando Huellas / Estreno en España /
Baile: Leilah Broukhim
Oud, saz, guitarra flamenca: Amir John Haddad
Guitarra flamenca: Juan Jiménez
Cante: Roberto Lorente y Saray Muñoz
Percusión: Bandolero
Ney, tombak, cante persa: Kaveh Sarvarian
Caligrafía y cuadros: Elisabeth Louy
Iluminación: Agnethe Tellefsen
Suma Flamenca 2014 9º Festival Flamenco de la Comunidad de Madrid
El
Teatro de La Abadia se convirtió anoche en un jardín encantado. Un jardín bucólico pero marcado por la
incertidumbre, donde se unió el cante flamenco con la poesía mística femenina
del Siglo de Oro a través de la voz de María Toledo.
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Web revista La Flamenca.
Lara Arrobas. Madrid /Teatro de la Abadia / 6/6/2014 Fotos: Paco Manzano
Así se ha inaugurado la IX edición de la Suma
Flamenca
de Madrid. Un cante reivindicativo en un espectáculo dirigido por Mateo Feijóo. Se trata de una obra a
caballo entre la representación dramática y el espectáculo musical, que adapta
a los palos flamencos, los poemas de escritoras como Violante do Ceo, Marcela
de San Félix o Cristobalina Fernández de Alarcón, entre otras. La idea surgió
de la investigación de Feijóo sobre la poesía del Siglo de Oro. Como el mismo director ha comentado en anteriores ocasiones, los
poemas "tienen una carga emocional, sensitiva y sensorial realmente
brutal".
La sublime elegancia de María Toledo nos
sorprendió a capela a nuestras
espaldas, María arrancó su voz poderosa desde la parte de atrás del teatro. Su
cante lastimero se pasea entre el público. Vestida como una ninfa del bosque,
una geisha flamenca, juega con los silencios absolutos y dramáticos. Camina por
el jardín, un jardín peculiar donde aguarda un árbol y un ciervo blanco, un
atrapasueños de cristal, un piano de cola negro y un banco en el que esperan
sentados sus tres músicos: Jesús del Rosario a la guitarra, Lucky Losada a la percusión y David Moreira al violín.
La
escenografía plantea un entorno limpio, con un decorado mínimo, en el que las
variaciones de luz y los efectos de sonido ayudan a construir un jardín que
remite a los huertos y campos de monasterios. ‘Vivo sin vivir en mí” y tan alta vida espero, que muero porque no
muero’. Poema de Santa Teresa de Jesús difundidos a través del cante flamenco.
La
sensibilidad musical se palpa desde el primer momento. Sin duda la toledana
ofreció un recital con una gran carga emocional. La joven cantaora mostró un
poderío en sus cuerdas vocales y recorrió, acompañada de su piano, las
infinitas ramas del árbol del flamenco. No nos quedó duda alguna de sus
cualidades. Su voz se proyectó incansable y luchadora, con garra, con
flamencura. Nos remontamos al siglo XVII con Leonor de la Cueva. A los
movimientos sufragistas de los siglos posteriores y la lucha por la igualdad. “La
discriminación de la mujer sigue siendo legal” dijo María.
Cantaora,
pianista y compositora, María Toledo ofrece una visión atípica. Sus estudios en
derecho se manifiestan en su cante, en concreto los derechos de las mujeres,
que a día de hoy, sigue siendo una asignatura pendiente. Canta con poderío,
rescatando la literatura reivindicativa, proyectando sus quejíos hasta quedarse sin aire. El acompañamiento
instrumental sonó bellísimo. El punto flamenco lo pusieron la guitarra y el cajón,
el punto onírico quedó a cargo del piano y el violín, poco frecuentes en el
flamenco pero realmente elegante. El piano marca momentos de gran intensidad,
la sutileza y el dramatismo instrumental se hacía notar.
La
huida y la búsqueda de la libertad a través de los estilos festeros del cante
tradicional. María interpreta el papel de la mujer recluida, el alma oscura que
sufre en silencio. Algo totalmente novedoso en flamenco, con un acompañamiento
musical impecable. Un espectáculo que no dio pie a la improvisación. Una línea
muy cuidada y ensayada que ofreció otro punto de vista en lo que a espectáculos
de flamenco se refiere, captó el sentir de aquellas mujeres reprimidas con ese Fatigado
Corazón, que por supuesto acabó con
un respetuoso tirititrán. Una historia de la lucha por los derechos de la
mujer, narrada a través del flamenco, desde un jardín de los sueños, por el que
pasan los años y las estaciones.
Ficha
artística:
Madrid
/Teatro de la Abadia / Sala Juan de la Cruz 5/6/2014 20:30 H.
Espectáculo:
El Jardín del Temblor / Estreno absoluto /
Voz
y Piano: María Toledo
Guitarra:
Jesús del Rosario
Percusión:
Lucky Losada
Violín:
David Moreira
Dirección:
Mateo Feijóo
Madrid se vuelve
flamenca del 4 de Junio al 3 de Julio con un total de 26 espectáculos
repartidos en 24 diferentes escenarios de la capital española.
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Web revista La Flamenca 25/4/2014
Las principales
novedades que presenta el Festival es la adhesión de cuatro salas más para
noches flamencas además de los espacios habituales y la celebración del
Certamen de Coreografía de Danza Española y Flamenco que va ya por su vigésimo
tercera edición. Por segundo año también tendrá lugar el Concurso de Cante
Joven organizado por cuandollegaelduende.com.
La novena edición
abre su telón en el Teatro de
la Abadía con María Toledo, cantaora, compositora y pianista flamenca bajo
la batuta de Mateo Feijoó en un estreno absoluto. Le seguirán Rosario "La
Tremendita" con Mohammed Motamedi, la onubense Rocío Márquez y el baile de
Eduardo Guerrero, último desplante de baile en el Festival Internacional del
Cante de las Minas. Los Teatros del
Canal estarán a la disposición del guitarrista almeriense
"Tomatito", el cante de Carmen Linares junto al trío de jazz Carlos
Benavent, Jorge Pardo y Tino di Geraldo; el baile de Fuensanta "La
Moneta" y el jerezano José Mercé.
Otro de los
escenarios más emblemáticos es el Teatro Español que
acogerá los espectáculos de Arcángel y las voces búlgaras, el soniquete de
Diego Carrasco, la frescura de José Enrique Morente, la voz gitana catalana de
Montse Cortés con la israelí Yasmin Levy, la maestría de José Menese, el
pellizco de Rancapino y la esencia jerezana de Fernando de la Morena. El baile
se reserva para El Mistela, José Maya y un trío que va empujando cada vez más
fuerte como son Jesús Carmona, Paloma Fantova y Karime Amaya. El estreno
absoluto de este lugar lo han guardado para el homenaje al genio de Algeciras, Paco
de Lucía donde Gerardo Núñez, Diego del Morao y Dani de Morón le rendirán
honores al maestro.
El Centro
Cultural Paco Rabal-Palomeras Bajas estará ocupado con el eco de Rocío
Bazán, el baile de Úrsula López, el Centro
Cultural Pilar Miró presenciará el cante del último trabajo discográfico
de Ana Ramírez "La Yiya" en un programa doble con José Maldonado que
presentará la coreografía ganadora del Premio Suma Flamenca 2013.
La Casa
Serafad Israel disfrutará con el baile de la neoyorkina Leilah Broukhim, el
Teatro Guilandera será una
taberna para escuchar a Loreto de Diego y la Lámpara Minera 2012, Ricardo
Fernández del Moral estará en el Centro Cardenal Gonzaga
de La Cabrera. Además, nueve tablaos flamenco preparan su programación
especial y doble para ese mes como el mítico Corral de la Morería, Casa Patas, Cardamomo,
Cantares, Café de Chinitas, Las Carboneras, Las Tablas, Torres Bermejas y Villa Rosa.
Toda esta
programación se complementa con proyecciones, exposiciones, películas y clases
para docentes como la de Silvia Marín y la
Fundación Antonio Gades en la sala de ensayo de los Teatro del Canal.
Un año más, la Suma
Flamenca de Madrid se confirma como un evento dinámico y adaptado a todo
tipo de público que consume flamenco, con artistas de ahora y de siempre y escenarios
repartidos por toda la capital para disfrutar del mejor flamenco. Criterio y
calidad estarán siempre presentes, no se lo pierdan.