Roberto D´Armiento: Jerez de la Frontera. Sala Compañía 27/2/2012 19:00 H.
Foto: Javier Fergo
La segunda entrega del ciclo ‘Solos en Compañía’ era una cita exquisita para los amantes de las seis cuerdas, que, para la ocasión, eran doce, ya que el espectáculo contaba con la intervención de dos espléndidos guitarristas en concierto: Alfredo Lagos y Dani de Morón. Un público heterogéneo, además de varios compañeros de oficio, acudió anoche a la Sala Compañía para disfrutar de dos de las sonantas más interesantes del panorama guitarrístico actual. Si es verdad lo que dijo en su día Juan José Téllez, que los guitarristas son los intelectuales del flamenco, ayer tuvimos la oportunidad de apreciar dos discursos musicales de alto nivel especulativo formal por su personalidad y su brillantez compositiva.
Dani de Morón abrió el juego con una composición de gran calidez melódica, ‘Inmigración’, continuó urdiendo su melodía con aires de levante, ‘Cambio de sentido’, y nos brindó una seguiriya con afinación especial, ‘Morón D.F.’, de admirable ejecución. Cerró por bulerías al compás de su tierra y nos asombró con su personal soniquete y su intensidad interpretativa.
El de Morón utiliza los bordones para marcar las condiciones de su clímax musical; su pulgar teje el hilo de su discurso, mientras la mano izquierda indica el camino y la exploración musical. El compás es el jardín de recreo de Dani, allí manipula los silencios y la intensidad de forma sublime; su música es gratamente etérea, algo melancólica, de gran belleza y plasticidad.
Llegó el turno de Alfredo Lagos, emprendió su recital tocando una pieza de corte clásico, ‘Rondecaña’, adentrándonos en un universo musical pulcro, más cercano a la tradición aunque armónicamente moderno. Continuó por soleá tocando ‘A mi mare’, fandangos con el tema ‘Riotinto’ y concluyó con las bulerías ‘Buletango’ donde certificó su dominio del compás y amplitud de recursos. Desplegó un repertorio variado y muy personal, se atrevió con todo, pese a que no todos los días son iguales y acabó domando su sonanta. Alfredo es un guitarrista experimentado y sobre todo dúctil, a sus cimientos jerezanos ha sabido incorporar una visión musical moderna y personal. Su mano derecha domina todos los recursos, su toque es vigoroso y su musicalidad desprende frescura y elegancia.
El presagio de un momento ‘mano a mano’ llegó al final, el terreno fue el levante, taranta de Alfredo a la que respondía Dani con malagueña. Ya a compás, y tras un breve excursus jazzero, los dos acompañaron el baile de Ángeles Gabaldón (artista invitada) la cual dibujó con el mantón una coreografía estilizada que cerró un espectáculo imprescindible.
Ficha artística.
Guitarra: Alfredo Lagos. Dani de Morón. Baile: Ángeles Gabaldón (artista invitada).