Danza Mobile es una asociación sevillana que ofrece a personas discapacitadas la posibilidad de integrarse en la sociedad a través de las artes escénicas. Así, a lo largo de su trayectoria esta asociación se ha distinguido por promover una serie de propuestas profesionales de danza y teatro que integra a personas con y sin discapacidad. José Galán tuvo la oportunidad de conocer esta labor gracias a sus estudios de pedagogía y desde ese momento decidió aunar la pedagogía con el baile flamenco. El resultado es este hermoso trabajo que rezuma verdad por sus cuatro costados.
El espectáculo comienza con una escena que supone una declaración de intenciones: un texto sobre arte y discapacidad escrito por José Galán y narrado en off por Jesús Quintero mientras es traducido al lenguaje de signos por Jesús Molina, cuya figura podemos ver en una gran pantalla situada al fondo del escenario. A partir de ahí, el guion nos propone un original recorrido histórico que trae a escena algunas figuras de artistas discapacitados que han puesto su granito creativo en la conformación del arte flamenco. Como El loco Mateo y Tomás Pavón, que aparecen en escena gracias a la voz grabada de Pepe Pinto, quien le dedica a este último una semblanza donde reconoce que es un hombre “raro”, siendo uno de los mejores cantaores de todos los tiempos. También nos encontramos con la figura de Juana Valencia, ‘La Sordita’ recreada en el baile por guajiras interpretado por Vanesa Aibar con donaire y dominio de la expresión gestual.
Y de nuevo el espectáculo vuelve al cante para hacer su particular homenaje a otra figura discapacitada cuyo nombre tiene un sitio de honor en el acervo del cante flamenco: La Niña de la Puebla, cuya voz grabada nos regala un fragmento de ‘Los Campanilleros’ que nos lleva de la mano hacia ese pasado gris de cartillas de racionamiento y nacionalcatolicismo, pero también de arte, valentía y solidaridad, tres conceptos que se apoderan de este espectáculo cuando, a partir de la siguiente escena, se suman una bailaora y un bailarín con síndrome de Down impregnando la escena de verdad. Porque si algo distingue a Reyes Vergara y a Helliot Baeza, es la firmeza y seguridad con la que afrontan las coreografías que José Galán y Juan Carlos Lérida han creado para ellos. Así, mientras Reyes se funde con el espíritu alegre y rítmico del garrotín, con su meneo de volantes y una escobilla tan sui géneris como luminosa, Helliot se impregna del flamenco colmando de desplantes y recogimientos su expresión corporal, que se sitúa en los márgenes de la danza contemporánea.
Así, tras el magnífico baile por alegrías con el José Galán nos regala un brillante homenaje al célebre bailaor Enrique el Cojo, podemos relajarnos con un baile por sevillanas con el que los cuatro artistas derrocharon ingenio y salero, despertando todo tipo de frases de ánimo y halago del respetable, que a esas alturas se había entregado por completo. Aunque todavía nos quedaba disfrutar del artista invitado, Manuel Molina, quien apareció en escena guitarra en mano para emocionarnos con el torrente lírico de sus letras por bulerías.
Y por si todo eso no hubiera sido bastante, Vanesa y Reyes se adueñaron del escenario para brindarnos un sinfín de estampas flamencas con un baile por malagueñas tan colorido como exquisito con el que las dos bailaoras, vestidas con elegantes trajes de flamenca en tonos marrón y naranja, alcanzaron un alto grado de complicidad y compenetración. Al igual que los dos bailaores en la coreografía por seguiriyas que siguió a las malagueñas, un peculiar pase a dos con el que Helliot Baeza y José Galán se adentraron en un diálogo dancístico colmado de solemnidad, y eso que se trataba de unas seguiriyas inspiradas en las figuras e El Miracielos y El Jorobao que juegan con el concepto del desequilibrio.
Y el espectáculo llegó al final entre continuas interrupciones del público que llegó incluso a acompañar a las palmas en algunos fragmentos de la última pieza, un fin de fiesta que resume el ejercicio de veracidad artística de los cuatro artistas. Cabe destacar la sencillez de la escenografía, las acertadas transiciones y la luminosidad y elegancia del vestuario, así como el magnífico trabajo de investigación musical y dancística que se vuelca en las figuras homenajeadas.
Ficha artística:
Obra: En mis cabales. Estreno absoluto
Lugar: Sevilla / Teatro Alameda 29 de septiembre
Dirección artística, coreografía e idea original: José Galán
Dirección escénica y coreografía y baile: Juan Carlos Lérida
Dirección musical: Javier Gómez
Baile: José Galán, Vanesa Aibar, Reyes Vergara y Helliot Baeza
Cante: Inma La Carbonera y Paco el Trini
Músicos: Daniel Gómez (guitarra), Luati (percusión), Leslie Ann Jordan (violín)
Artista invitado: Manuel Molina