Web revista La Flamenca. Judevelo. Jerez de la frontera. Teatro Villamarta 7/3/2013 21:00 H. Fotos: Javier Fergo
La recta final del Festival de Jerez se encara con espectáculos que se cuentan entre los platos fuertes de esta edición. Así en la noche del jueves la expectación en el Villamarta fue tremenda. Todo el papel vendido y una animación que se dejaba notar antes de entrar siquiera al propio teatro. Aficionados, cursillistas y espectadores hacían cola en los accesos al principal espacio escénico ansiosos por ver la nueva propuesta de Farruquito. “Abolengo”, un montaje muy en la línea del mediático bailaor, cuenta con la participación especial de una representante de otra rama dorada del baile, Karime Amaya, sobrina-nieta de la genial Carmen. Ambos participan y refuerzan la idea del flamenco genético, innato, gitano. Son la expresión bailada de lo dionisiaco, orgullosos depositarios de una tradición que llega a subyugarlos.
Sobre un espacio escénico bien iluminado y dividido en dos por piano de cola y sendas mesas a cada lado se van exponiendo coreografías conjuntas -por nana-seguiriyas en el inicio y bulerías de cierre- trufadas con números individuales en los que bailaor y bailaora se regodean en su matriz flamenca. Nervio, tensión, rabia, altivez y vertiginosidad que llega a abrumar… Muchos pies y remates acrobáticos que hacen que el respetable, entregado desde los primeros compases del espectáculo, se arremoline. Performance social que corre en paralelo en el patio de butacas, identidad calé que se expresa en los jaleos y gritos de aprobación que la audiencia brinda al bailaor.
La mejicana es el contrapunto femenino perfecto a lo que Farruquito representa en el baile. La huella de la Capitana –como se conoció a Carmen Amaya- es perceptible no solo en sus formas expresivas –frenético zapateado, braceo flamígero, expresión felina y apabullante sensualidad- sino incluso en el vestuario y en la manera de articular sus apariciones. Falda y chalequillo que recuerdan a la pintura que Ruano Llopis realizara de la inmortal bailaora catalana, bulerías con pantalón, chaleco negro y blusón alunarado que nos traen a la memoria la imagen de la matriarca del baile y su troupé. Farruquito nos pellizca por soleá, zapatea sobre una de las mesas en un despliegue de poderío físico y efectismo aunque nos deja algo tibios por alegrías. Karime nos seduce y embelesa con su baile, su zambra caracolera no llega sin embargo a alcanzar la intensidad que esperábamos. Luces cenitales sobre los protagonistas que finiquitan con delirantes bulerías que instalan el éxtasis en el graderío.
En la parte instrumental brillaron a gran altura la guitarra de Román Vicenti y el violín de Parrilla. Entre ambos pergeñan un discurso musical que aporta vivacidad y fluidez al montaje. El atrás cantaor fue quizás de los elementos más flojos. Solo Encarna Anillo estuvo a la altura de las circunstancias. La nana y siguiriya con la que principia el espectáculo y los recuerdos a la Perla por bulerías fueron de los episodios cantaores más destacados.
Ficha artística:
Espectáculo: “Abolengo”
Baile: Farruquito
Artista invitada (baile): Karime Amaya
Cante: Encarnita Anillo, Antonio del Villar y José Manuel Doya “Zambullo”
Guitarra: Román Vicenti
Violín: Bernardo Parrilla
Piano: Jaime Calabuch
Percusión: Luís Amador
Coreografía: Antonio Canales y Farruquito
Dirección: Farruquito