Revista La Flamenca. Francisco Martínez Sánchez. Córdoba /Gran Teatro de Córdoba/. 12/11/2011 Foto: Toni Blanco
La bailaora Yolanda Osuna presentó el pasado 12 de noviembre en el Gran Teatro de Córdoba su propuesta Vivencias Flamencas con motivo del XIV Cordobán Flamenco. Un acto organizado por la Asociación de Artistas Flamencos de Córdoba que sirvió también para reconocer con el Cordobán Flamenco al cantaor Lucas de Écija, concediéndosele la insignia de oro de esta asociación a Francisco Campos, de Bodegas Campos.
Vivencias Flamencas resultó ser un espectáculo con la intención de ofrecer variedad de contenido y dar protagonismo a todos los componentes de la compañía, presentando incluso niños. Fue el baile por soleá de Yolanda Osuna el momento cumbre de la noche. La bailaora cordobesa condenso en este baile buena parte de los recursos técnicos de los que hace gala, encauzándolos con una alta dosis de intensidad anímica que desencadenó la deseada expresión artística y la conexión con el público. Hubo momentos de elegante recogimiento y proporcionada interiorización, sucediéndose con fluidez los movimientos de manera adecuada y como base de una coreografía flexible que le permitió emplear numerosos recursos estéticos. La actitud flamenca de Yolanda Osuna reafirmó su potencial de bailaora, desenvolviéndose en el escenario con generosidad, entrega y responsabilidad profesional. La zambra que bailó solo resultó ser una sucesión de estampas, poses, algún que otro desplante y gesticulaciones acordes al contenido de las coplas; se trató de recrear una imagen demasiado manida: la de Manolo Caracol con Lola Lores, la del cantaor -en este canso Raúl Alcántara El Troya- junto a la bailaora que revolotea ante él. En cambio si me resultó más atractivo el baile por alegrías, previa introducción del grupo formado por el cuerpo de baile. Con bata de cola y mantón, Yolanda Osuna se desenvolvió ágil por el escenario, sin alterar en ningún instante el planteamiento del baile, basado en la recreación y manejo del mantón en armoniosa conjunción con el oscilar de la bata de cola.
Vivencias Flamencas también permitió la oportunidad de ver bailar por seguiriyas, con intensidad y desparpajo, a los jóvenes Ángel Reyes y Juan José Villar, junto a Susana Gómez La Susi, teniendo como eje el baile a dos. Éste fue el primer baile de la noche tras haberse escuchado la voz en off del rapsoda Luis Navas (1928-2002) homenajeando a la popular cantaora cordobesa María La Talegona (1909-1991). Un espectáculo en el que se emplearon a fondo los cantaores Juanito Villar hijo, Miguel del Pino y El Troya, con el hilo conductor de los guitarristas Jesús Majuelos y José Tomás Jiménez; Miguel Linares con la viola y Sergio Lopera a la flauta fueron un efectivo complemento sonoro. En la puntual percusión y palmas estuvieron Manuel Plantón Lolo y José Porras Farina.
El fin de fiesta por bulerías con toda la compañía a pie de escenario, arropada por un animoso y jaleador público, sirvió para cerrar una noche que resultó ante todo una gozosa experiencia artística para Yolanda Osuna.