Rocío Hellín: La Unión (Murcia) Antiguo Mercado Público. 11/08/2012.
Antonio Meroño. Fotos: JAYAM
Se abrían las puertas de la Catedral del Cante por última vez este año y recibían a los finalistas de la quincuagésima segunda edición del Festival Internacional del Cante de las Minas.
En primer lugar lo hacía, en la modalidad de instrumentista del pianista Ildefonso Aroca Moreno "Alfonso Aroca" con su taranto y sus bulerías creando un fuerte impacto ante el público.
En el arte del toque, era el turno para el único clasificado en esta final. Alberto López Martínez interpretaba una taranta y unas bulerías de técnica y de gusto flamenco.
La modalidad de baile hoy estaba reñida entre dos aspirantes al Desplante. Cynthia Cano hacía taranto y soleá por bulerías con genio y rabia. Añadía al último baile un mantón de manila muy lucido. Y su compañero Jesús Carmona Moreno hacía lo propio bailando por taranto también y por alegrías, una actuación con el mismo trabajo impecable que en la semifinal. Sublime en el escenario, Jesús ponía a los asistentes emocionados en pie.
En la disciplina y arte del cante, la primera finalista era Beatriz Romero González, que se clasificaba por alegrías y las hacía dulces al oído y mecidas en su voz. Jesús Corbacho Vázquez interpretaba unas bulerías de compás aunque con falta de entendimiento en sus letras, flamenco. La onubense María Cristina Soler Gago, con la voz más coplera de la final, cantaba una granaína y media granaína con sabor suave de flamenco nuevo. Y por último en este grupo no optantes a Lámpara Minera, Sebastián Cruz Márquez cantaba por soleá. Bien ejecutado aunque escaso en matices.
Y los finalistas que se disputaban a Lámpara Minera llegaban a las tablas de la Catedral a darlo todo. Guillermo Cano García se entonaba con una cartagenera sencilla y con buen gusto, hacía la minera con una voz limpia y la seguiriya la peleaba con distintos estilos.
Ricardo Fernández del Moral se presentaba esta noche como la anterior, acompañándose el mismo a la guitarra y clasificado con todos sus cantes, incluida la minera que le daba la opción al premio mas prestigioso. Interpretaba soleá, malagueña, taranta, minera y toná, y como en la semifinal recordaba a cante bueno de antes en la misma línea, pone al respetable en pie ante este conocedor de cante y de guitarra unido en una sola persona.
Pasadas las 2 de la madrugada se iluminaba el escenario de nuevo para la entrega de premios, el fallo del jurado era entregado y con los nervios a flor de piel, el público impaciente prestaba atención a las palabras del presentados Miguel Meroño.
Recibía el segundo premio en la modalidad de instrumentista el pianista cordobés Ildefonso Aroca Moreno "Alfonso Moreno" dotado con 3.000 euros y el primer premio se lo llevaba el Oscar Manuel Gómez Calatayud con su flauta travesera valorado en 6.000 euros.
En baile se quedaba desierto el segundo premio y se dotaba con 9.000 euros al bailaor Jesús Carmona Moreno por el primer premio, el Desplante.
En cante, la Onubense Beatriz Romero González se llevaba el premio en la categoría cantes básicos por sus alegrías, valorado en 3.000 euros. Le seguía Guillermo Cano García que se llevaba la misma dotación económica por su cante por cartageneras.
En el grupo de cantes de Málaga, Córdoba, Granada y Huelva; era premiada por su granaína la cantaora de 23 años María Cristina Soler Gago, premio de 3.000 euros de valor.
Y por último, y más importante el vencedor absoluto de la noche era Ricardo Fernández del Moral. Natural de Ciudad Real y de 36 años de edad recibía la Lámpara Minera 2012 dotada con 15.000 euros. Es la primera vez en este certamen que el cantaor no necesita acompañamiento ya que se ha tocado la guitarra él mismo y también ha sido premiado en los restantes cantes que ha interpretado: toná, malagueña, taranta y soleá.
El ganador salía al escenario cinco veces, una por cada premio y declaraba al final de la noche: “ahora lo que tengo que hacer es demostrar que el jurado no se ha equivocado conmigo esta noche”.
Se va la luz de la Lámpara Minera a tierras de Castilla, y se apagan las luces de la Catedral del Cante. Encerrando en sus paredes el cante minero y su magia hasta el próximo año.