Anoche, el sevillano Fernando Caballo puso fin, con su cante estremecedor, al ciclo AIEnRUTa-Flamencos, que se ha celebrado a lo largo de cinco meses en la Universidad Complutense de Madrid.
Web revista La Flamenca. Marta Sánchez Gento. Madrid (Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense) 15/4/2016 Fotos: © Javier Rosa/ AIE
El cantaor saltó al escenario de la Facultad de Bellas Artes de la UCM para comenzar, sin micrófonos, con uno de esos cantes de trilla, tan limpios y vivos, que trasladan al oyente al mundo rural castellano de hace ya varios siglos.
Tras este comienzo impecable, Fernando Caballo nos presentó al guitarrista que habría de acompañarle ya durante todo el repertorio, Jesús Rodríguez, con quien ha alcanzado un alto nivel de entendimiento musical.
El cantaor sevillano hizo un recorrido por algunos de los palos flamencos más relevantes y sus variaciones geográficas y personales. Así, consiguió que el público viajara por gran parte de Andalucía y del Levante español. Del mismo modo, Caballo recordó los cantes personales de grandes maestros del flamenco, desde la Niña de los Peines a Enrique Morente, pero siempre acompañado por la virtud de interpretarlos con su propio estilo.
Cantó por malagueñas de Antonio Chacón, versión de Enrique Morente, y de Baldomero Pacheco. Cantó por fandangos de Cayetano Muriel y remató por rondeñas. Cantó con la honestidad propia de quien canta desde la inocencia y desde el corazón.
Siguió Fernando Caballo con unos tientos de la Niña de los Peines, que remató luego con unos tangos variados -de Cádiz, de Triana, de Granada-, que acogieron hasta una estrofa de las famosas “Banderas Republicanas”.
Algunos de los cantes más emotivos del concierto fueron, quizás, los cantes por soleares, de quien Caballo afirmó que son “el cante madre de este Arte”. Emotivo fue el cante, como emotiva fue la dedicatoria que le precedió: “Quiero dedicar esta soleá a Jesús, que, además de mi compañero, es un buen amigo, y es de Mairena, de donde es el gran maestro Antonio, y este es uno de los toque que mejor domina”.
Con emoción y entendimiento, guitarrista y cantaor procesionaron por los distintos cantes por soleares, donde estuvo muy presente Mairena, hasta llegar a las alegrías de Cádiz, que dejaron atrás la solemnidad de la soleá para adornar el certamen con un tono alegre y festivo, que se mantuvo también en las cantiñas del Pinini y de Camarón que interpretaron a continuación.
Sin abandonar su marcado estilo personal, Fernando Caballo continuó su viaje por palos y cantaores de diversa procedencia. Por ello, no se quiso olvidar del Levante, así que cantó por murcianas y tarantos, en los que recordó al maestro Manuel Torre.
Para finalizar el espectáculo, el cantaor sevillano se arrancó por fandangos, pues quizás sea éste uno de los palos flamencos que mejor domina. Pasó por Caracol, la Niña de los Peines, Chocolate, El Carbonerillo y Antonio Pichichi, para rematar con un fandango personal de Enrique Morente.
Caballo abandonó el micrófono en este tramo final y el público le despidió entusiasmado, poniendo así el colofón de oro a este ciclo flamenco que ha traído hasta Madrid a algunos de los mejores jóvenes intérpretes del arte jondo español
Ficha artística
Espectáculo: AIEnRUTa-Flamenco. /Salón de acto de la Universidad Complutense de Madrid/. 14/4/2016
Cante: Fernando Caballo.
Guitarra: Jesús Rodríguez.