La veterana firma sevillana piensa que el sentir de esta pandemia se verán reflejada en los futuros diseños, donde la sostenibilidad en la producción, materiales… será la clave.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 23/4/2020
Al hablar de moda flamenca, sin duda alguna, uno de los primeros nombres que se nos viene a la cabeza es Lina. Y es que la firma Lina 1960 es una de la más veterana del sector y una de las que conserva la esencia sevillana del traje de flamenca por antonomasia.
En este 2020 se cumplen seis décadas de la puesta en marcha por parte del matrimonio formado por Marcelina Fernández y Francisco Montero de un modesto taller en el barrio sevillano de Santa Cruz, donde se diseñaban trajes de flamencas para clientas y artistas.
Y se dicen pronto, pero son 60 años de dedicación, trabajo y pasión por una profesión alcanzando la firma el reconocimiento popular e institucional. Ahora el legado de Marcelina y Francisco ha pasado a manos de sus hijas Mila y Rocío Montero.
Sus diseños han sido lucidos por clientas habituales de Sevilla y del mundo entero, además de formar parte del mundo del cine, vestir el flamenco, el teatro o la canción… e incluso a la aristocracia quedando para la historia diseños como el que lució en el año 1966 la princesa Gracia de Mónaco, o en el 1968, doña Sofía, quien unos años después se convirtiera en Reina de España.
Años de historia, marcando hitos en la moda flamenca artesanal, precursoras de nuestro traje regional… pero que sin embargo, la crisis sanitaria y económica de coronavirus no les está pasando indiferente.
“LA SITUACION ACTUAL NOS HA AFECTADO DE FORMA BRUTAL Y DRAMÁTICA”
En el encuentro de Revista La Flamenca con Mila y Rocío nos han recalcado que esta pandemia les está afectando de forma “brutal y dramática” pues la declaración del estado de alarma ha obligado a la paralización, casi total, del país, y prácticamente de un día a otro sin margen a reacción alguno, en plena temporada para la moda flamenca.
Es decir, con toda la inversión en materiales y productos realizada, con las colecciones confeccionadas y casi el 100% de los encargos en taller. La situación actual es que los ingresos con los que se viven, prácticamente, todo lo año no han entrado, sin embargo, la inversión está realizada y los trajes están a la espera para su venta, la cual no se sabe si llegará.
“Cuando llegue la reapertura, que no se sabe ni cómo ni cuándo, hay que quedar a la espera de cómo se canalizan los encargos y cómo reacciona la clientela”. De hecho, las hermanas Montero aseguran que ahora mismo todo está muy en el aire y que más que pensar en un futuro lejano hay que ir viendo cómo se va desarrollando todo e improvisar en base al día a día.
Y es que a pesar de tener 60 años de historia, la situación que vivimos actualmente, para Lina 1960 es totalmente nueva: “es cierto que han existido años buenos y otros menos buenos, pero esto es totalmente nuevo, un parón en seco por una causa de salud y a nivel mundial, sin precedente alguno”.
Por otro lado, Lina es una firma que viste el flamenco, un sector también muy resentido por esta crisis y que por ende también les afecta a ellas. Para este año, por ejemplo, tenían pendiente un desfile en Japón que en estos momentos está paralizado y ahora está la expectativa puesta en la Bienal de Flamenco, un evento que aún no se ha suspendido y con la que la firma tiene prevista colaborar.
“LA SOSTENIBILIDAD EN LA PRODUCCIÓN, EN LOS MATERIALES… SERÁ LA CLAVE EN LOS PRÓXIMOS DISEÑOS”
Sabemos que cuando ocurren grandes desgracias o se producen importantes cambios sociales, el arte no es ajeno a ello, y al igual que se percibe con nuevas tendencias en la pintura, a la hora de escribir, a la hora de componer… la moda flamenca como arte, como parte importante de la artesanía en Andalucía, también tendrá su reflejo. En este sentido Mila y Rocío nos señalan que en estos momentos la naturaleza nos está hablando y lanzando mensajes muy claro, “solo hay que mirar cómo los canales de Venecia están recuperando su vida”, la contaminación está reduciéndose a niveles impensables… “y por ahí puede ir la línea de la nueva forma de diseñar”. Es decir, desde Lina se piensa que esta situación nos está enseñando que todo el mundo tenemos que ser algo más sostenible, y en la moda en general y la flamenca, en particular, también. “Quizás tengamos que platearnos el apostar por pequeñas producciones”, cuidadas y de calidad, para que tengan más duración en el tiempo, pensar en diseños y materiales más sostenibles en todos los sentidos, desde su producción hasta su entrega y vida útil final.
En cuanto a la vuelta a la, tan esperada, normalidad, Mila y Rocío piensan que “hasta que no haya una vacuna nada va a ser como antes. La gente tiene miedo, y además, por seguridad, las ferias probablemente no puedan ser tan masificadas como hasta ahora”. Al igual que les preocupa bastante el tema del sector turístico, ya que también son la base fundamental de su negocio. Pero a pesar de la incertidumbre que reina actualmente, no pierden la esperanza de retomar la actividad a la mayor brevedad posible.
De hecho, Lina 1960, nos comenta que a través de Mof&Art, la asociación de empresarias, diseñadoras y artesanas de Moda Flamenca, se está preparando un escrito para recoger las necesidades más inminentes del sector y poder dar traslado de las mismas la Administración Pública.
Ahora es tiempo de reflexión, pensar en qué se puede mejorar y cómo, para dar impulso al sector de la artesanía y la moda flamenca. Pero también es tiempo de mostrar nuestro lado más solidario, algo que nunca le ha faltado a Lina 1960, de hecho, la firma lleva tres semanas confeccionando batas para médicos de diferentes hospitales de Sevilla.
Material que es confeccionado en sus talleres de manera totalmente altruista, y contando con la colaboración de todas las partes que intervienen en el sector, “por ejemplo, nuestros profesionales del textil han colaborado cortándonos las batas, y Adelina Infante o Francisco Valverde han estado diseñando algunas de las batas que nosotras hemos estado distribuyendo”.
“ENTRE TODOS, CON PASIÓN Y ÁNIMO SALDREMOS SEGURO”
Finalmente, nuestro encuentro con Lina y Rocío Montero termina con un mensaje de esperanza y de ilusión en el que ambas se dirige a nuestros lectores diciéndonos que: “mantengamos el ánimo. Saldremos de esto, al igual, que se ha podido salir de otras muchas dificultades. Ahora es tiempo de reinventarse, de buscar nuevas salidas hasta ahora no plateadas. Entre todos, con pasión y ánimo saldremos seguro.”
Sin duda alguna, “las circunstancias son las que son y no las podemos cambiar, pero lo que sí podemos modificar es nuestra actitud hacia la situación. Hay que ser lo más optimistas posibles”.
Lina 1960 es otra pieza clave y fundamental de la industria del flamenco, la de la moda. Seguimos insistiendo en que el coronavirus pasará, y tras ello, nuestro arte y cultura perdurará. Ahí es cuando tendremos que estar nosotros, todos, poderes públicos, ciudadanos… para volver a dar vida al flamenco. Vistiendo nuestro traje regional, acudiendo a espectáculos, comprado discos, libros, revistas… porque #JuntosVamosAConseguirlo