La bailaora y coreógrafa, solicita a los políticos y gobernantes un gran Plan Nacional de Flamenco para salvar a este sector cultural, columna vertebral de la Marca España.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 29/4/2020
Hablar de Cristina Hoyos es mencionar a una leyenda viva del baile flamenco. Bailarina, bailaora, coreógrafa y directora, que lleva más de 60 años dedicada al arte jondo, impulsando nuestra cultura fuera de nuestras fronteras, promocionando la Marca España y su Flamenco por todos los rincones del mundo.
Ahora, al igual que está pasando en gran parte del mundo, la pandemia del Covid19 no le está pasando indiferente, y aunque profesionalmente le ha tocado en una etapa más tranquila, la jubilación, sigue al frente de su Museo del Baile Flamenco, y como persona comprometida con el arte se preocupa de su viabilidad y supervivencia como parte de nuestra cultura, y de todas las personas que viven por y para flamenco.
En lo que respecta al Museo de Baile Flamenco, Cristina Hoyos, la crisis del coronavirus ha obligado a parar en seco su actividad. “Seguimos teniendo créditos con el Banco que hay que pagar, trabajadores, luz…” una serie de gastos fijos que no entienden de pandemia ni crisis económica a los que hay que hacer frente a pesar de que el ingreso actual del Museo es de cero euros.
Pérdidas muy grandes, a lo que hay que añadir el ERTE realizado a un total de 26 trabajadores entre los que no se contabilizan a los artistas que contratan para sus espectáculos, ni a las empresas que les ofrecen servicios externos.
Y dentro de ello, resalta, la incertidumbre de la vuelta a la que será la nueva normalidad. Según nos indica la artista, el Museo y el flamenco en general viven del turismo y aunque las autoridades competentes permitan abrir a la mayor brevedad posible, “¿en qué condiciones? “¿Seremos capaces de sobrevivir cuando se habla de que cerca de un 35% de hoteles van a cerrar sus negocios una vez se levante el Estado de Alarma?”. Es una situación catastrófica, nunca antes vivida, y que necesita de un buen plan para levantar al sector.
“EL MUSEO O MUCHOS TABLAOS FLAMENCOS NO PUEDEN SOBREVIVIR PERMITIENDO SOLO UN TERCIO DE SU OCUPACIÓN”
“Insistimos en que estos negocios dedicados al flamenco, como puede ser el Museos o los tablaos, no pueden sobrevivir permitiendo solo un tercio de su ocupación”, para continuar diciendo que este tipo de negocios, para ponerlos en marcha “necesitan de un mínimo de personal que no llegan a cubrirse si no es con un mínimo de aforo”, por lo que muchos negocios dedicados al flamenco están abocados al cierre total.
Pero si grave es la situación profesional, Cristina Hoyos insiste en que igual, o peor, es la del flamenco y sus artistas de forma general. De hecho, comenta que hay artistas que están en tal fase de crisis que su situación ya no pasa por un problema económico para hacer frente a un pago, sino que “están demandando algo tan básico como son alimentos”.
“LA DANZA ES LA CENICIENTA DE LAS ARTES”
El Covid19 está poniendo en evidencia lo maltratado que está el flamenco en el país, donde “los flamencos estamos olvidados y abandonados”, y dentro del sector, “la danza es la Cenicienta de las artes”.
Algo incompresible, si observamos que el flamenco es parte integral de la Marca España, “El Flamenco es identificado con España y España con el Flamenco”. Algo que no es en absoluto nada nuevo, pues desde el siglo pasado, muchos y grandísimos artistas, como por ejemplo Antonia Mercé, “han estado recorriendo el mundo entero con el flamenco y hablando de España” lo que ha forjado este arte como uno de los primeros instrumentos de promoción del país, de su cultura, y motor principal de su economía al vincularse al turismo.
“No pocas veces, desde los 18 años que llevo bailando y viajando por el mundo, tras presentar mi espectáculo, la gente ha ido a saludarme y a decirme con alegría, que irían a España para seguir viendo flamenco o para aprender flamenco”.
“HAY QUE SER OPTIMISTA, PERO SIEMPRE REALISTA”
Pero aunque el clima no es el más positivo, Cristina Hoyos insiste en que existen soluciones y sobre todo medidas que se pueden tomar para sacar adelante a artistas y a la industria cultural del flamenco en general.
“Los flamencos estamos acostumbrados a vivir al día, pero no por ello, tenemos que ser los grandes olvidados. Y así es como nos sentimos, abandonados y olvidados”. Las medidas del gobierno parece que están centradas en ayudar a ciertos sectores culturales, pero del arte jondo no se ha dicho nada. Un grave error, pues no debemos olvidar que los flamencos “desde el principio de la historia no hemos sido y somos solo, portadores de un patrimonio sino que somos el patrimonio mismo”. Y ahora, está en peligro, una expresión que en el año 2010 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, “aunque ya lo era desde mucho antes”.
Cristina continua su encuentro con Revista La Flamenca diciendo que a pesar de que “el mundo entero está y nos está poniendo en pausa de manera igualitaria”, esto afecta de forma más grave a los más débiles entre los que se encuentran los artistas flamencos. Y precisamente ello, es lo que le está llevando a levantar su voz.
Y ¿cómo lo ha manifestado? Pues enviando un escrito, del que aún no ha obtenido respuesta, al Ministerio de Cultura. En dicho escrito pone en evidencia las carencias del sector, y la necesidad de trabajar conjuntamente para levantarlo, a la par de poner en relevancia la necesidad imperante de sentar al Flamenco en la mesa de cultura. Tener sobre esa mesa los verdaderos datos del valor del flamenco, de lo que general el sector en España y con ellos trabajar en medidas para levantarlo. Porque, “sí, hay que ser optimista, pero siempre realistas”.
EL COVID 19 ROMPE EL FRÁGIL SISTEMA ECONÓMICO DE LOS FLAMENCOS
Necesitamos medidas que ayuden la supervivencia “y no estamos hablando de limosnas, es decir, no hablamos solo de subvenciones, que también son necesarias”, sino que el flamenco necesita de otras medidas que garanticen el seguir adelante como un tratamiento fiscal, y estas medidas deben de tomar forma en un “Gran Plan Nacional de Flamenco”, si no, estaríamos avocados a reducir el flamenco al que baila, canta o toca en su casa como forma de entretenimiento y no como un arte de la humanidad valorado, en no pocas ocasiones, con más ahínco fuera de España que dentro.
Nuestro encuentro con Cristina Hoyos finaliza con un mensaje claro y contundente de la artista en el que pide que los políticos “se acuerden de que los flamencos existimos. Llevamos desde hace muchos años la marca España por el mundo entero. Es decir, exportamos flamenco y somos parte importante de la economía española al atraer turismo. Verdaderamente necesitamos ayuda. El Covid 19 rompe el frágil sistema económico de los flamencos, evidencia la precariedad de su existencia y muchos artistas entran en la zona del hambre y la miseria.”