Revista La Flamenca: Revista nº 23 / año 2008 Enero Febrero Lourdes Gálvez del Postigo Calderón. Foto: Autor Pérez Berrocal - Fecha 28/12/1979 Procedencia: Archivo Museo Peña Juan Breva
Como todos los años desde tiempo inmemorial tiene lugar cada 28 de diciembre la Fiesta Mayor de Verdiales. Esta manifestación folklórica es autóctona de la provincia de Málaga y su origen se asocia a los ritos paganos de culto al sol que se remontan a la Antigüedad, coincidiendo su celebración con los solsticios de verano e invierno que se asimilarían, con la instauración del cristianismo, a la Noche de San Juan y la Navidad, respectivamente.
La base del verdial es el fandango primitivo de ritmo ternario y se interpreta por un conjunto de instrumentos de cuerda y percusión, y vocalistas supeditados al baile. Este conjunto se denomina ‘panda'. Existen tres estilos de verdiales: Montes, Almogía y Comares, que se diferencian por la forma de tocar y en los instrumentos empleados. Los considerados genuinos son los de estilo Montes (de Málaga), ya que en esta zona geográfica se ubica el partido rural de Verdiales, que da nombre a este fenómeno.
Su importancia para el flamenco es muy alta, ya que constituyen el germen creador de la rama de cantes de Málaga. El proceso evolutivo comienza cuando el cantaor de la panda se erige en divo y alarga los melismas para su propio lucimiento, desentendiéndose del baile, con la consecuente ralentización del ritmo. Aquí ya hay una voluntad artística, por lo que el concepto de colectividad inherente al folklore pierde su razón de ser. Estos nuevos cantes son los estilos ‘abandolaos' (jabegote, rondeñas, cantes de Juan Breva...) y la libertad en su ejecución sufrirá un proceso mayor de ralentización y detenimiento en los melismas que dará lugar a las malagueñas como hoy las entendemos. Son muchos los artistas flamencos, no malagueños, que se están acercando a este fenómeno, destacando a Israel Galván que lo incluye en su último espectáculo.
La Fiesta Mayor de Verdiales se llevaba a cabo de forma espontánea por los habitantes de los cortijos cercanos a la carretera del municipio de Colmenar, hasta que en 1960 el alcalde de Málaga García Grana sitúa la Fiesta en Venta Nueva y le da forma de concurso. El éxito de público y la aceptación es tal que en 1963 se ven obligados a trasladarse, por cuestiones de espacio, a la Venta del Túnel hasta los años ochenta en que, siendo alcalde Pedro Aparicio, se trasladan al actual emplazamiento, mucho más grande, de la Venta de San Cayetano, en la malagueña barriada de El Puerto de la Torre. Aquí, las pandas, ataviadas para la ocasión con el tradicional sombrero de palma completamente cubierto por adornos florales, espejos, cuentas, perlas y cintas bordadas de múltiples colores, concursan por el premio al mejor baile en tresillo (trío), al mejor baile de la bandera, y a la mejor panda. Antiguamente, además, tenían lugar los ‘choques' que consistían en la contraposición de dos pandas tocando hasta que una de ellas perdía el compás.
Sin duda es un evento para no perderse, y empaparse de toda la bravura y el sabor ancestral del verdial.
Para saber más:
-LUQUE NAVAJAS, J. Málaga en el Cante, Ediciones La Farola, Málaga, 1989.
-BERLANGA FERNÁNDEZ, M.A., Bailes de Candil Andaluces y Fiesta de Verdiales: otra visión de los fandangos, Diputación Provincial, Málaga, 2000.
-Verdiales de los Montes de Málaga, CD-libro editado por Unicaja y Diputación Provincial de Málaga, 2004.