Emotivo y brillante Homenaje-recuerdo al joven guitarrista extremeño,DOMINGO VARGAS, de la Familia Vargas, en el VII OTOÑO FLAMENCO de Fuente de Cantos, que concluyó en un histórico e irrepetible éxito artístico de la Guitarra Flamenca Extremeña.
Tal y como estaba programado, el flamencólogo extremeño Paco Zambrano, respetando la voluntad de su familia, hizo una breve semblanza de Domingo Vargas, recordando que este homenaje había estado programado en las dos ediciones anteriores del Otoño y que por negativa de la familia, que le ha guardado un riguroso luto de tres años, tuvo que ser aplazado hasta esta, haciéndose por fin realidad con el apoyo de todos los guitarristas extremeños que se prestaron unánimemente a participar en el mismo, por lo que representa la Familia Vargas dentro de la Guitarra Flamenca Extremeña.
A continuación el presidente de la Peña Flamenca de Fuente de Cantos, Luís Molina Paniagua, el vicepresidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Badajoz, Jorge Montero de Espinosa y el teniente alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Fuente de Cantos, D. José Antonio Cortés Boza, hicieron entregas de sendos recuerdos, dedicados a Domingo Vargas, a un emocionado Miguel Vargas que acompañado por su hijo Juan, agradeció emotivamente a asistentes, autoridades, peñistas y sobre todo a los guitarristas extremeños el homenaje que le daban a su queridísimo hijo Domingo, en el VII Otoño Flamenco de Fuente de cantos..
Después guiados y dirigidos por Paco Zambrano, comenzó el Homenaje artístico emocional de los guitarristas extremeños seleccionados, que iniciaron los tres guitarristas fuentecanteños: primero el jovencísimo Iván.
Peña que nos dejó constancia de su ilusión en un toque por bulerías, seguido de Manolín García, que demostró el progreso técnico de sus estudios, a punto de concluir, en el Conservatorio Superior de Córdoba, con un toque por rondeñas y después, el autodidacta, Domingo Díaz Escudero, guitarrista oficial de la Peña Flamenca de Fuente de Cantos, nos dejó la muestra de su “pasión” por rumbas –zambras, de cosecha propia.
Le llegó, a continuación, el turno a Badajoz con un sobrio y majestuoso toque por granaínas de Joaquín Muñino y la alegre y limpia ejecución en una introducción por malagueñas de Francis Pinto, que remató ligando por bulerías con el acompañamiento a las palmas de Pilar García y Chiqui de Quintana.
Y después a Cáceres, con el asolerado sabor añejo por siguiriyas de José Antonio Conde, culminando su hijo Javier Conde, único concertista, ya con fama internacional, que tuvo libertad para deleitarnos, primero con un toque por tarantas, seguido de alegrías y con su padre, el vals de Niño Miguel y recordando a Paco de Lucia, las Cuevas del Gato, iniciado por rondeñas y rematado con esa mezcla de canasteras que grabó el genio de Algeciras con Camarón de la Isla. El jovencísimo guitarrista cacereño, que lo ha ganado todo, evidenció que hoy es ya, uno de los números unos de la guitarra flamenca.
Y llegó el toque de Los Vargas, Miguel y Juan. Y llegó la esencia del toque gitano extremeño, por tangos y por jaleos, recogidos en las fiestas familiares con ese rudimentario punteado que conservaron las gitanas extremeñas y que Miguel Vargas fusionó con los recursos técnicos modernos, acordándose de los silencios y el golpeo de Diego del Gastor y de los toques de Niño Ricardo y Paco de Lucia entre otros , recreando el toque extremeño que afortunadamente ya interpretan todos nuestros jóvenes guitarristas.
Faltaba el final, con un difícil toque en conjunto por bulerías con todos los guitarristas intervinientes , pilotado por Javier Conde que abrió con un punteado de filigranas, que recogieron uno a uno, los guitarristas intervinientes, con un toque a su manera y que remató Javier con todo el auditorio puesto en pié.
Y como no, también llegaron los tangos, como cierre: “ Por que te lo digo yo – que “pa soná” bien por tangos- hay que “vení” a Badajoz” y otra vez la maquina supersónica de Javier Conde y el regusto del toque extremeño de Los Vargas y el solo, dentro del conjunto, de cada uno de los intervinientes, que otra vez remató Javier Conde de forma apoteósica, con ovación sonora del público puesto en pie, aplaudiendo varios minutos.
Lo enunciado al principio: noche irrepetible e histórica para la Guitarra Flamenca Extremeña, en este 23 de octubre de 2010, que quedará en la retina y los oídos de los intervinientes y asistentes, para siempre, con el recuerdo de Domingo Vargas, rondando por el Auditorio Municipal de la Música de Fuente de Cantos.
Después, como siempre, tertulia y comentarios en la sede de la Peña Flamenca, con unos guitarristas entregados, pletóricos y satisfechos, porque eran conscientes de que se había conseguido una de esas noches mágicas que solo se logran cuando la emotividad y el nivel técnico consiguen hacer bajar a los duendes del flamenco.
Y .... a gusto, un ratito de cante en familia, en el que el joven cantaor y secretario de la Federación Provincial Juan Antonio Rodríguez, nos deleitó con los Vargas y al que se sumaron varios aficionados asistentes.
Concluimos diciendo que después de los tres días celebrados, en este VII Otoño Flamenco, culminados con esta noche mágica, irrepetible e histórica, solo nos queda esperar que en el Festival de Arte Flamenco, programado para el próximo día 30, se alcance el mismo nivel artístico.