El Cabildo Flamenco de Archidona se consolida como una de las citas de referencia para la divulgación y el encuentro
Revista La Flamenca.Trinidad Perdiguero 14/9/2023. Fotos: David Burbano
Pasaban las doce y media de la noche cuando Mariquilla se descalzó sobre el escenario, en el cierre del VI Cabildo Flamenco 'Archidona tiene nombre de mujer'. Alzó los brazos y prendió el giro limpio de sus manos a los acordes del Tres Flamenco creado por Raúl Rodríguez, que acababa de regalar un concierto memorable con su “antropomúsica”, en el claustro del IES Luis Barahona de Soto.
Esa escena heterodoxa -la maestría de María Guardia, a sus 80 años, con el impulso investigador y creativo del onubense- ilustran la amplitud de miras con la que se han desarrollado las cuatro jornadas, entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre, de esta cita creada por José Luis Ortiz Nuevo, en su pueblo, al que volvió (supuestamente) para jubilarse. Durante la improvisación de Mariquilla y Rodríguez, el que fuera uno de los creadores de la Bienal de Flamenco de Sevilla y su director durante 15 años, tocaba las palmas sobre el escenario, hacedor de una nueva estampa.
Ese carácter del Cabildo -palabra que en Archidona se usa en su acepción cofrade: reunión o junta de hermanos- se ha dejado notar en todos los apartados que conforman el certamen, con espacios para la divulgación y el testimonio, además de espectáculos.
Los "Nocturnos" arrancaron por ejemplo con la obra El guiri, el payo y el gitano, en la que el guitarrista holandés Tino van der Sman, el cantaor albaceteño Ale Villaescusa, el bailaor sevillano El Oruco bromean sobre sus ADN flamencos. Les siguió la fusión de Lin Cortés, el artista que logró el mayor lleno de público en el edificio centenario por el que “paseó, pensó y escribió” Blas Infante, como se rememoró en las tablas. El jueves fue el turno para la voz Intrépida de Rocío Bazán, repasando palos y territorios flamencos con Pablo Rubén Maldonado al piano. Se cerró el viernes con Raúl Rodríguez.
Encarna Anillo, Antonia Contreras, Lole y Mariquilla: testimonios en primera persona
La amplitud de veredas por las que se llega al flamenco quedó reflejada además en los testimonios de las artistas que han pasado por el ciclo Flamencas cuentan. La primera tarde fue para Encarna Anillo, que desgranó detalles de su precocidad gaditana –las tareas del colegio en la Peña de Juan Villar-, de la universidad que para ella ha sido “cantarle al baile”, acompañando a Farruquito.
Le siguió Antonia Contreras, dama de las malagueñas, nacida en una casa de los Montes en la que escuchaba la radio y acudía a fiestas de verdiales, sin precedentes familiares en el mundo del flamenco. Su perseverancia la ha llevado a cantar con grandes orquestas sinfónicas, en una suerte de clasicismo flamenco. Reivindicó las letras nuevas. Sobre todo, las letras escritas por mujeres
El jueves fue el turno para Lole Montoya. Al rememorar sus influencias citó el flamenco que se escuchaba en los “cinco minutos que se tarda del Tardón a Triana”, el legado de las “casas paternas” de los gitanos, a su madre -nacida en Orán, de madre jerezana y padre trianero-; a Fernanda y Bernarda, pero también la música india, a Janis Joplin, a la egipcia Umm Kalzum. Antes de entonar temas míticos como Mariposa blanca o Todo es de color en una sala abarrotada y con la guitarra del archidonés David de Ana, se arrancó por una canción en árabe.
Clausuró este ciclo de Flamencas cuentan Mariquilla. La dueña del mítico tablao El Jaleo de Torremolinos recordó cómo se convirtió en empresaria con 19 años. Maestra de maestras, explicó que corría en sus cambios de vestuario para no perderse a ninguno de los artistas que contrataba, de cómo se empeñó en reunir a Morente y Camarón... Lejos de pensar en jubilarse, bailó recitando los poemas que escribe y anunció un nuevo proyecto: un tablao para 1.500 personas en Granada, con estudios y espacios para el ensayo.
El flamenco como vehículo de conocimiento, en '4 malagueñas'
El ciclo de conferencias estuvo dedicado a cuatro mujeres, figuras históricas nacidas en Málaga y al flamenco como vehículo de conocimiento de muchas cosas: la historia de barrios, de las ciudades y el mundo que conocieron esas intérpretes y creadoras y de las culturas de las que se nutrieron.
La investigadora Ángeles Cruzado, autora del blog Flamencas por derecho, desglosó la biografía de Encarnación Hurtado La Malagueñita, nacida en 1880 y a la que se atribuye la creación junto a Faíco de los bailes de la farruca y el garrotín. La revista Cosmopolitan le dedicó una doble página en 1912. Fue pionera junto a Trinidad Cuenca en vestirse de hombre para actuar, “sin la furia subterránea del bailarín masculino”, según destacaba la prensa londinense. Recorrió América y el Caribe. Hay fotos en las que la ve con trajes de inspiración criolla.
La profesora reivindicó la etapa de las variedades como un momento importante para la mujer en el flamenco. Cantaoras y bailaoras adquirieron un “estatus diferente, influencia artística y social y llegaron a las portadas de las revistas”. Pastora Imperio, por ejemplo, fue una de las activistas del voto femenino en la campaña que emprendió Carmen de Burgos.
La segunda jornada se dedicó a Trinidad Navarro Carrillo, una “niña de la Iglesia”, adoptada y conocida artísticamente como La Trini. Ramón Soler repasó la vida y legado de esta “virtuosa del cante”, al que muchos escucharon en el ventorillo que regentó junto al mar y de la que fue discípula la Pastora Pavón. La Niña de los Peines se empadronó en su casa. Soler apuntó a la Jabera como origen de ese estilo por malagueñas que lleva el nombre de La Trini.
También aterrizó en Archidona saboreando su triunfo en uno de los escenarios míticos de la danza en Europa, el Sandler´s Wells Theather de Londres, José Losada, Carrete de Málaga. Lo hizo respondiendo a la invitación de Ortiz Nuevo, que escribió para él Yo no sé qué edad tengo y disparó su carrera. El tío Carrete ilustró con sus recuerdos una conferencia de Paco Roji sobre Enriqueta Porras La Repompa, cataora de El Perchel fallecida con 21 años y que, con 7 temas grabados, se posiciona en las búsquedas de google por las versiones de sus tangos que han hecho Las Migas y Rosalía. Carrete rememoró años de arte y supervivencia compartidos en la Málaga de la posguerra. El Pimpil y El Refugio convertidos en espacios míticos de la calle Alcazabilla y donde el niño que bailaba descalzo en calle Larios se quitaba el frío por las noches arropándose con los trajes de las artistas.
El antropólogo de la Universidad Pablo de Olavide Rafael Cáceres cerró este ciclo de '4 malagueñas' con María Barruz, La Niña de Antequera, reflexionando sobre las razones del olvido que sufrió el flamenco más comercial y heterodoxo de los años 50 y 60, con la llamada revalorización flamenca, en los 70. Destacó que la etiqueta del flamenco como “antítesis de lo progresista” es anterior al franquismo y tiene que ver con otros clichés, como la marginalidad o el malvivir, que Lorca y Falla ya pretendían combatir con el Concurso de Cante Jondo.
Habrá Cabildo en 2024
Ortiz Nuevo cuenta con la bailaora archidonesa Ana Pastrana y con José Luis Solís -que es autor, entre otras muchas cosas, del cartel del certamen- para la organización del Cabildo. Ya ha dicho que “en pagándose las deudas se principiará el camino de la reunión séptima”.
Archidona se consolida de esta forma en el calendario cultural flamenco tras haber perdido en los años 70 un festival de nombre genuino, la Porra Flamenca. Eusebio Córdoba Torres, uno de sus organizadores, pudo asistir a este VI Cabildo y recordó cómo, en 1975, con un emergente Enrique Morente y con Curro Lucena en cartel, la Porra se tuvo que celebrar bajo un gran chaparro, en los límites del término municipal, para eludir la censura previa a las letras que exigía la autoridad. Fue la última edición. Ahora el flamenco vuelve a tener un espacio y nombre propio en la ciudad de la Plaza Ochavada.
La Biblioteca Flamenca de Ortiz Nuevo recibe una donación de discos que perteneció a Juan Carlos Aguilar
Uno de los momentos más emotivos vividos en el Cabildo tuvo lugar cuando la productora Sofía Aguilar hizo entrega a la Biblioteca Flamenca José Luis Ortiz Nuevo, en la que se guardan los libros y archivos del flamencólogo, de una colección de discos de flamenco, jota y música clásica que heredó de su padre, el abogado Juan Carlos Aguilar, el que fuera uno de los redactores del Estatuto de Autonomía de Andalucía, diputado del Grupo Andalucista del Congreso en la I Legislatura. La entrega tuvo lugar el 30 de septiembre, justo cuando se cumplían 4 años de su fallecimiento en 2019. Según subrayó Sofía Aguilar, realiza la donación en señal de “gratitud, amor y respeto, al intelectual, al sabio y al erudito”, en referencia a Ortiz Nuevo, y para que estén a disposición de otros investigadores.