“Jerez de la frontera tierra de cantaores, nace Luís “El Zambo” como uno de los mejores, entre tanto grandes maestros lleva su bandera,
para orgullo de Andalucía y de España entera”.
En el ecuador del Festival, la noche del miércoles 11, Luis Fernández “El Zambo”, tal como anunció al comienzo de su actuación, se partió la cara cantando para su público, quien le correspondió con un ardiente recibimiento. El jerezano impactó con la jondura del Barrio de Santiago, con la bravura de la saga de cantaores que marcaron una época genuinamente jerezana como su primo José Mercé, su tío “El Borrico”, El Sordera, Terremoto… Cante castizo de la antigua escuela que voló de sur a norte, hasta el Hotel NH Villa de Bilbao.
El recital se dividió en dos partes en las que pudimos disfrutar de una gran variedad de palos flamencos ya que este artista sabe desenvolverse en cualquier palo, siendo especialmente rompedor en la bulería, la seguidilla y la soleá. Y así lo demostró en el escenario arrancando con una soleá por bulería. Él puso las cuerdas vocales, Fernando Moreno las de la guitarra y Chicharro y Gregorio calentaron el compás con el ritmo de sus palmas. Y es que el cante jondo tiene un encanto especial, profundo, capaz de embaucar hasta al menos entendedor y hacerle partícipe del sentimiento que se arranca de cada nota, cada letra… Esa expresión en las caras, en las manos de los artistas jondos que se dejan la piel, ese cerrar de ojos para sentir la música que se fue poco a poco contagiando al público a través de una taranta, una malagueña y unos fandangos. Para cerrar la primera mitad, el Zambo se iluminó con unas bulerías de su tierra natal, del Barrio de Santiago y aprovechó para explicar que el compás es diferente en el Barrio de Santiago y en el de San Miguel, ambos de Jerez de la frontera, lo que confirma aún más la complejidad y la riqueza musical de la tierra. En ese momento Gregorio dejó las palmas para acompañar al cantante con una pataíta.
Tras un merecido descanso, nuestro cuadro flamenco volvió con intención de transportar a la expectación al misticismo flamenco, arrancando en pie con un martinete, una soleá y una seguiriya de 1957 de la Niña de los Peines “A la sierra de Armenia”. Y lo consiguieron, el público se convirtió en discípulo de El Zambo, quien rezó otra bulería y por supuesto del Chicharro y su segunda pataíta de la noche. La sesión parecía terminar, pero aún quedaba un espectacular fandago con diferentes estilos y dijeron adiós como mejor sabe Luis Fernández Soto, por bulería.
Ficha artística:
Cante : Luis Fernández Soto, “El Zambo”.
Guitarra: Fernando Moreno.
Palmas: Chicharro y Gregorio.