Arrancaban este lunes las XIX Jornadas Flamencas de la Fortuna con unas palabras del Concejal de La Junta de Distrito de La Fortuna, elogiando el sacrificio y el esfuerzo que supone organizar este evento tanto por parte del Ayuntamiento de Leganés, como por parte de La Asociación Cultural Flamenca Jondo, reconociendo que este festival se ha convertido en un referente para el mundo del flamenco a nivel nacional.
Tras sus alentadoras palabras se entonaba el cantaor José Valencia, muy reclamado durante todo este año en peñas, festivales y eventos de la cultura flamenca tras su merecido Giraldillo en la Bienal de Sevilla 2012. Con la guitarra de Juan Requena y el compás de Manuel y Juan Diego Valencia, el cantaor afincado en Lebrija deleitaba al público con un repertorio de gracia y arte. Cantaba por derecho con fuerza y en una lucha constante por soleá, malagueña, bulerías, seguiriya entre otras delicias. A Valencia le gusta ganar las batallas que se encuentra en el camino del flamenco con su voz sin límites a veces, que pellizca y que emociona.
El martes 11 abría la programación el homenaje a Don Manuel Ballesteros Navas, una persona que siempre se involucró en el arte flamenco, y con un archivo inigualable de recortes y datos de prensa de toda una vida dedicada a esta gran afición que tenía. Entre sus familiares, allegados y amigos recordaron a este personaje que le dió al Festival toda su dedicación hasta el final.
Tras el homenaje, Jesús Fernández llegaba con aires de Cádiz dispuesto a enfundarse en sus botas de baile y traer la brisa del mar a Leganés. Arropado por la sonanta de Jesús Núñez, los cantaores Juan Debel y Pedro Obregón y las palmas de Anabel Moreno, Jesús se deslizaba por las tablas con un toque personal que sorprende. Bailó por soleá y caña entre otras genialidades. Con una danza que admite el lenguaje corporal y midiendo el zapato, sin grandes estruendos, despacito y sin apenas ruido se metía al público en el bolsillo; y se despedía por bulerías, fiesta grande, fiesta de soniquete, brisa, arte y pellizco gaditano. Bravo.