Desde la sevillanía de la moda flamenca hasta las tendencias japonesas o la presencia de la libertad de los Cherokees marcan tendencia en el traje regional durante la primera jornada.
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Web revista La Flamenca R. De la Villa Fotos: Chema Soler 2/2/2018
Este jueves 1 de febrero se inauguraba la XXIVº edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca, Simof, 2018. Una cita, que a través de unos 1.500 trajes nos mostrará las tendencias de este año para pasear por el Real de Feria.
En la primera jornada, como viene siendo habitual, el desfile de profesionales se abrió con Lina 1960. Firma sevillana que dirigen Rocío y Mila Montero, y que colección tras colección, saben mantener su sello propio en el que unen tradición con innovación.
A Simof 2018 han llevado “Río de Rosas”, desfile inspirado en una metáfora salpicada de flores, color, naturaleza y alegría. Lina ha dejado patente una vez más que es la reina del busto, huyendo del proceso industrial y poniendo alma a cada puntada. Así vimos propuestas que iban desde las telas lisas, pasando por los lunares y los estampados florales, destacando en los tejidos los encajes y los perforados. En cuanto a los patronajes, Lina ha hecho una fuerte apuesta por los trajes de dos piezas, talles altos, escotes de cajas y espaldas de picos, y diversidad en los volantes donde pudimos encontrar de capas, asimétricos, tableados…
La siguiente en presentar su colección fue la también veterana Aurora Gaviño con “Hilo Calé”. Y precisamente ese fue el hilo conductor de su pasarela con música en directo gracias a las voces de Inma La Carbonera, Amparo Lagares y José Manuel “El Carraskilla”, y con el baile de Sergio González, quienes interpretaron piezas de flamencos legendarios como Camarón, que iba metiendo en ambiente a los presentes.
Un homenaje a ilustres personalidades con raíces gitanas como Lola Flores, Carmen Amaya, Camarón de la Isla, María Jiménez, El Cigala, Ron Wood, Elvis Presley… mediante unos trajes que llamaban a la libertad y donde, como es tradicional en Gaviño, el colorido y sus flamenca de aire cíngaros no faltaron sobre la pasarela. Buganvillas, verde seco, barro, azafrán… son algunas de las tonalidades que vimos en pasarela a través de tejido múltiples como gasas, sedas, tul… Se volvió a repetir la variedad de talles, y gran importancia a las mangas.
En resumidas cuentas, Aurora Gaviño ha abogado por un traje de flamenca cómodo de llevar para que “la mujer se sienta libre y única”.
En la siguiente pasarela, dos jóvenes diseñadores que viene pisando fuerte y que ambos apuestan por la alta costura sobre la pasarela. Diseños casi imposibles pero donde se ve calidad de su patrones y sus puntadas.
El primero de ello fue Luis Fernández, natural de Fuente Cantos (Badajoz) y quien en el año 2016 fuera Premio al Mejor Diseñador Nobel del programa DESENCAJA de la Junta de Andalucía.
En Simof 2018 ha presentado “Serendipia”, nombre más que acertado, porque bien es cierto que sobre la pasarela vimos y vivimos cosas maravillosas. Flamencas elegantes, patronajes que realzan la figura y la belleza femenina y donde la perla cobra protagonismo, desde pendiente, collares, o para dar relieve a mangas, volantes escotes…
En la escala cromática de sus trajes los tonos pasteles son los reyes de esta colección desde el blanco hasta los tonos malvas, los celestes, los rosas, los verdes agua, el amarillo o los naranjas. Tonalidades que daban vida, luz y color a diseños en los que podemos destacar el escote barco y tejidos como la gasa, el neopreno, el tul… Sin duda alguna, algo maravilloso, inesperado pero a la vez deseado, “Serendipia” de Luis Fernández.
En esta misma pasarela, le siguió otro joven diseñador que también se alzó con un premio en el año 2016 en el Certamen de Diseñadores Nóveles, el de diseñador Relevación, Alejandro Santizo.
Su colección “Flor de las Flores”, una propuesta arriesgada, pero que conquistó y cautivó al público. Y es que Santizo ha apostado por una flamenca hecha Macarena, sí de la Hermandad de la Esperanza Macarena. De fondo música de Semana Santa y sobre la pasarela diseños de corte clásico pero con tejidos muy sevillanos y cuaresmales como el damasco, el terciopelo, los brocados… dejando impreso el amor de Alejandro por la Semana Santa Sevillana y por su Esperanza Macarena.
Las modelos pasearon trajes que nos trasportaban a las mismísimas bambalinas del palio sevillano, con encajes, brocados… sus tonalidades cuaresmales que iban desde el morado, el negro, el dorado… hasta llegar a su diseño estrella, una bata de cola en terciopelo verde esperanza, Esperanza Macarena, que dejó expectante a los espectadores.
Propuesta, como se ha señalado arriesgada, pero que el público supo encajar a la perfección, porque el artista ha sabido llevar al terreno más flamenco a la Semana Santa de Sevilla, siempre bajo el respeto y la pasión que le procesa a esta fiesta.
El ecuador de la primera jornada de Simof 2018, trajo de nuevo la veteranía a la pasarela con Pilar Vera. La diseñadora se encuentra celebrando sus 40 años de profesión con la colección “A tu vera”, siendo fiel a su sello.
En sus patronajes ha destacado el prints floral, cuya pincelada aparecía en todo y cada una de sus propuestas, ya fuera en el propio traje de flamenca, como en los mantones que lo complementaban. Como colores ha tirado de los primarios para acabar mezclándolos y dar vida y luminosidad a sus propuestas. Pilar Vera, deja a un lado el volumen para pujar por los volantes pequeños y sencillos, donde la subida del talle hasta la cintura marca la gran mayoría de sus diseños. Si tuviéramos que destacar algo es que le volante ha tomado claro protagonismo en “A tu vera”, de capa y de diversa longitud que ha sabido colocar desde los hombros hasta las faldas sin prescindir de los amplios vuelos. Acompañaba a esta pasarela la interpretación en directo de “A tu vera”, un tema mítico y universal de la gran Lola Flores al que le puso voz Alba Carmona.
A las 20.30 horas daba comienzo la penúltima pasarela, que protagonizaron dos diseñadores. El primero de ello fue Álex de la Huerta. Aquí presentó “American Cherokee”, una colección en el que haciendo gala de su estilo, siguió apostando por las últimas tendencias y por la innovación que marcan los tiempos.
La pasarela fue tomada por la cultura de los indios norteamericanos, Cherokee, esa que empujó a la independencia y libertad de la mujer americana a finales del 1700. Una libertad que se recogió en los trajes presentados, de caída libre, sencillos… gracias a las gasas, crepé… y demás tejidos usados en su elaboración.
Por supuesto, ese toque Cherokee de los tonos azul, mostazas, tierras… y las plumas combinadas con el cuero tuvieron gran protagonismo en esta colección.
Le siguió el desfile de la sevillana Ángeles Copete, quien ha querido celebrar en Simof 2018 su quinta pasarela con la colección “Five”. Y es que como dice el refranero, “no hay quinto malo”, por ello, Copete ha presentado unos diseños en el que ha actualizado la forma y el estilo de sus trajes presentados en pasarelas anteriores, y evocando a sus inició, cerró igual que en su primera colección.
Satén, tul, encajes, perforados, grandes lunares, nesga, formas evasé… no faltaron en sus patrones, así como los tonos bebés, verde esmeralda, azul o negro entre otros.
Y para cerrar la pasarela de Simof 2018, en la primera de sus cuatro jornadas, llegó el turno de dos jóvenes diseñadores que entraron pisando fuerte, con propuestas innovadoras, de alta costura, de cuidadas y pensadas puntadas, que presentaron trajes que podríamos considerar auténticas obras de arte.
En primer lugar, Patricia Bazarot, con “Sakura”. Sí una colección que nos trae la versión más flamenca de las Geisha, o la versión más japonesa de la mujer flamenca, según como se mire. La pasarela fue tomada por grandes árboles de cerezo florido, un guiño al Japón más profundo, pues la flor de este árbol es la oficial del país nipón.
Sin duda alguna Bazarot quedó prendada de Japón, y así ha querido reflejarlo en su colección, donde ha dejado impresa la belleza y delicadeza de la geisha en cada uno de sus diseños, consiguiendo que Andalucía y Japón se den la mano gracias al traje de flamenca.
Diversidad en sus patrones, que van desde escotes abierto, cerrados y cuellos subidos al más estilo japonés. Mangas largas, elegantes chaquetas estilo quimonos combinadas con volantes de tul que realzaban la belleza de sus diseños, cinturones y fajines, colores tradicionales de la estética japonesa como los rosas maquillaje, el rojo, el negro… con tejidos como el neopreno, polipiel,… y creaciones en 3D que daban relieve destacando los lunares o las flores del cerezo. Un giro al concepto de la mujer flamenca, donde prima la elegancia y la delicadeza en sus trajes.
Y para poner el punto y final a este primer día de la XXIVº edición de Simof, llegó Pedro Béjar. El onubense de Hinojo, quiso con “Omnium” rendir tributo a su tierra natal. Sobre la pasarela, aunque siguiendo su línea de renovar y reinventar la flamenca clásica, deja un poco de lado la “locura folclórica” para poner énfasis en los volúmenes, colores y aires setenteros de sus patrones.
Sí, si algo destacamos de forma tajante, es su línea de dar volúmenes de vértigo a faldas e incluso mangas, algo que se está convirtiendo en santo y seña de Béjar. En “Omnium”, ha bajado sus talles y ha dado protagonismo a las mangas con aperturas y asimétricas. En cuanto a la cromática, ha sabido conjugar los colores cálidos con los fríos y los lisos con los estampados de lunar. Diseños muy medidos, pensados… como se suele decir, Pedro Béjar “no ha dado puntá sin hilo” y eso se demuestra con esta colección de corte y precisión, de pasarela de alta costura.
Hasta aquí todo lo acontecido en la primera de las jornadas del Salón Internacional de la Moda Flamenca 2018. Este viernes, en la primera parte del día nos espera el Certamen de Diseñadores Nóveles y las diferentes actividades del espacio “Simof EGO”.