Pisando fuerte y a todo color.
Revista La Flamenca. Ángela López 17/1/2023. Fotos: ©revistalaflamenca / Ángela López
Un fin de semana para el recuerdo es lo que nos han dejado las dos primeras jornadas de la XI edición de la pasarela We Love Flamenco, con la que Laura Sánchez y Javier Villa se consolidan en la ya tradicional cita para los amantes de la moda flamenca dentro del el Salón Real del emblemático Hotel Alfonso XIII.
La incertidumbre y los temores ante el futuro del sector provocados por la pandemia han quedado atrás y los diseñadores y diseñadoras vienen con todo. Si hay una palabra que defina lo que hemos sentido estos días es “Ilusión”, un sentimiento que se aprecia en los colores vitamina que marcan el hilo conductor de una temporada teñida de verde lima, naranja, rosas vibrantes y amarillo.
El encargado de abrir la pasarela fue José Hidalgo con su propuesta “Pantone”. Este título lo dice todo: color y energía positiva. Una colección que se subdivide en cuatro líneas diferentes arrancando con la flamenca más tradicional para pasar a una invitada perfecta y terminar con una fiesta de colores jugando con líneas negras. Lo más interesante: las piezas en las que ha incorporado granny squares, esos cuadrados de ganchillo que nuestras abuelas elaboraban para componer cojines y colchas con tanto mimo a base de los restos de lana que sobraban de otras labores.
Un invitado sorpresa de la mano de la firma onubense El Ajolí se coló en la pasarela para dejarnos con la boca abierta. Así arrancaba el tan esperado desfile de Pepe Jiménez que nos regaló un momento memorable con su propuesta “Inspiraciones”. El madrileño Juan Duyos tomaba la pasarela con una colección de ocho diseños junto a El Ajolí trasladándonos a un prado en primavera de la mano de Judit Mascó, Teresa Baca o Marta hazas entre otras de nuestras modelos y actrices más conocidas.
Acto seguido la firma onubense nos dio una lección magistral de savoir faire con diseños impolutos que sin abandonar la tradición y la sencillez marca de la casa coqueteaba con líneas más innovadoras en lo que podríamos resumir como flamencas de pro que no desean pasar inadvertidas en las ferias y romerías que están por llegar.
“A Mar” fue la propuesta de Johanna Calderón para esta temporada. Una colección no apta para quienes aman las medias tintas. La creadora fue con todo llenando la pasarela con diseños que nos llevaban a un faro en el que podíamos sentir el calor de la luz, oler a sal y deleitarnos con el roce de las olas en una playa desierta. Un abanico de colores fríos en la gama de los azules verdosos que iba salpicado de pinceladas rosa, naranja, violeta, blanco y negro llenas de volantes y mucho volúmen en el que el pret à porter aflamencado va ganando terreno al traje de flamenca.
Santana Diseños presentó “Desplante” con una puesta en escena espectacular en la que a partir del taconeo de una bailaora, salían las flamencas con la cadencia del compás de lo jondo vistiendo diseños llenos de color con enaguas que eran un arcoiris de metros de organdí. El diseñador, siempre en su línea, jugó al exceso, y ganó la partida a base de desplantes con flamencas divertidas amantes de lo exagerado, muy femeninas, reclamando para ellas, tal como hiciera Carmen Amaya, una prenda históricamente masculina como la chupa de torear y el sombrero de ala ancha.
La intensidad de la tarde del sábado fue in crescendo con la elegancia y la costura impecable de Mónica Méndez, que este año ha presentado “Jaleo”. Punto de seda en diseños pensados para abrazar tipo de cuerpos, como los que vimos en su colección cápsula el pasado noviembre, que fueron acompañados de modelos ultrafemeninos en los que colores vibrantes daban paso a diseños absolutamente atemporales en colores topo, blanco y negro. Llegó a un equilibrio entre el pret à porter aflamencado y la flamenca de pro. Muho corte al bies en blusas, vestidos, monos y dos piezas llenos de volantes que demuestran que la flamencura no sólo se viste en ferias y romerías, es un estado emocional que nos acompaña todo el año.
Rocío Peralta cerró la jornada con una colección de más de cuarenta modelos inspirados en la eterna Lola Flores, a quien rindió homenaje con “100 años de Lola”. Vestidos y batas canasteras de algodón muy sencillos puestos en valor gracias a su maestría a la hora de jugar con los complementos en una pasarela que se llenó de claveles como un torbellino de colores. Si algo destaca a la diseñadora es su amor por el detalle con estilismos llenos de flores en el cabello, colgadas de los mantoncillos y mucha fuerza en este sentido homenaje a la Faraona.
La tarde del domingo también fue intensa de la mano de Luisa Pérez, Carmen Acedo, Pedro Béjar y José Manuel Valencia, que nos dejaron propuestas muy diferentes, para todo tipo de flamencas, desde las más tradicionales a las más arriesgadas.
Abría la Pasarela una flamenca sencilla y muy ponible, llena de color y con gusto por los complementos, pero sin excesos. Destaca la inmensa variedad de colores que nos brindó Luisa Pérez con diseños juveniles y atemporales, clásicos y siempre favorecedores. Un sinfín de lunares y volantes en vestidos para llenar de alegría y disfrutar de nuestras fiestas y romerías fue lo que propuso en “Sur”. El pret à porter no estuvo tan presente como en la jornada anterior, aunque se dejó ver en los diseños de esta creadora con una colección cápsula de vestidos de noche negros muy favorecedores y sensuales.
Triana llegó de la mano de Carmen Acedo y sus “Vecinas”. Un viaje a los antiguos patios de la Cava de los Gitanos con batas ligeras de colores vibrantes y delantales, pasando luego a sus elegantes flamencas canasteras de mangas infinitas y faldas llenas de volantitos con encajes, tiras bordadas, lacería y un sinfín de recursos de confección impecable que son marca de la casa. Décadas de trayectoria y amor por una tradición que nunca pasará de moda. Elevaron sus diseños los mantones de Foronda.
De un extremo al otro nos fuimos con Pedro Béjar con “Manifiesto”. Exceso en flamencas del siglo XXI que, partiendo de la tradición la transgreden con escotes de infarto, volúmenes imposibles y tejidos en los que predomina el moaré de seda para que brillemos en las noches más oscuras. No faltaron los juegos con flores, maxilazos, bordados e infinitas mangas de farol en flamencas muy instagrameables que no están dispuestas a pasar inadvertidas.
El onubense José Manuel Valencia presentó una colección completamente flamenca, impecable y deliciosa en la que no faltaron homenajes a su tierra con los colores blanco y azul de la bandera de Huelva, dando a paso al negro, verde lima, magenta, amarillo, violeta… Toda una explosión de maestría que llevaba por título “Susurros del alma” con diseños para vestir ferias y romerías en los que no faltaron opciones gracias al juego de estampados y tejidos lisos con materias como el algodón, la seda, el crespón e incluso el raso.