El jovencísimo cantaor cosechó un gran éxito en su presentación en Torres Macarena, el templo del cante sevillano.
Web Revista La Flamenca. Luis M. Pérez. Sevilla 13/11/2017
De bote en bote. Así estaba la histórica Peña Torres Macarena el pasado viernes al filo de las ocho de la tarde. Qué pasada, tú recuerdas algo así, alguna que otra vez, pero vamos que todavía queda más de una hora, sí pero aquí son muy puntuales.
Está anunciado Manuel de la Tomasa, no, se llama José, el gran José, el hijo de la Tomasa y de Pies de Plomo. Don José, sobrino nieto de Manuel Torre, está a nuestro lado, siempre tocado con su elegante mascota. Es mi nieto el que canta, el niño de mi hijo Manuel. Yo no lo voy a escuchar, que por qué, porque no, porque sufro mucho, claro que estoy muy orgulloso de él, yo me quedo aquí afuera en el patio.
Lo conocimos hace unos años en una reunión privada. Manuel Georgio Fernández (Sevilla, 1999) quería aprender a tocar la guitarra y su padre Manuel, que canta de sobresaliente para arriba, le ponía los cantes para que practicara: la malagueña, la taranta, la cartagenera de Chacón… Hace un mes nos volvimos a encontrar. ¿El niño? El niño ha crecido y es un hombre. Y es cantaor. Lleva escasamente dos meses cantando por las peñas y hoy es su debut en Sevilla, en esta peña histórica, nos dice su padre, en su barrio de la Macarena.
No podía Manuel venir mejor acompañado para su prueba de fuego. Las palmas de José Ramón Reyes y del Tate Montoya, hermano y cuñado, respectivamente, del cantaor Antonio Reyes, aseguraban las lindes del compás junto a la guitarra de David de Arahal, un seguro de vida para el futuro del toque de acompañamiento, y la mejor pulsación que puede caber en una mano izquierda de tan poquitos años.
Salió temblón Manuel y se plantó en mitad de ese tablao sin megafonía, un istmo de madera rodeado de público por todas partes menos por una. Martinete de las marecitas de toítos los gitanos y debla de Tomás Pavón dedicada a Triana, donde siguen sin tener plumas ni tinteros. Malagueña de Cayetano Muriel y malagueña del Niño del Huerto. Tú sí que sabes, niño.
Manuel es estudioso, le viene de familia. Va presentando los cantes y le va cogiendo gusto a hablar en público. Las alegrías saben a Cádiz, las soleares a Alcalá. Vámonos para levante, con un par de mineras de impresión, estamos en lo mejor de la noche. Cuando llegan los fandangos de la Calzá, el hombre se ha hecho artista, y se planta en la boca de riego buscándose y gustándose, y uno que creía que el chaval era tímido.
Con el público entregado, y tras unas seguiriyas a media voz, dolientes pero sin gritar, qué difícil resulta encontrar eso hoy en día, llega el final de fiesta, donde Loli Ojeda, amiga de la familia nos regala una letra con muchísimo gusto y una pataíta con arte. La noche estaba completa.
Y fue emocionante reflejarnos en las lágrimas de don José de la Tomasa, que nos hizo trampa y no podía evitar espiar a su nieto de vez en cuando por la mirilla, he sufrido mucho, me voy a casa. Para el cronista lo fácil hubiera sido decir que el chaval vale pero que está verde. No es verdad, el chaval está ya para comérselo.
Ficha artística:
Recital de Manuel de la Tomasa. Lugar y fecha: Peña Flamenca “Torres Macarena”, Sevilla, 10/11/2017
Cante: Manuel Georgio “Manuel de la Tomasa”.
Toque: David Rodríguez “David de Arahal”.
Palmas: José Ramón Reyes y Tate Montoya.