Arranca en Pamplona la sexta edición de Flamenco On Fire con un éxito creciente.
Revista La Flamenca. Antonio Parra. 19/8/2019
El flamenco mira al Norte, en concreto, a Pamplona. Con tan solo cinco ediciones (este año se celebra la sexta desde este martes 20 de agosto hasta el 26) Flamenco On Fire ha conseguido ponerse con todos los honores en el mapa flamenco español y se ha convertido ya en el mejor festival jondo del verano entre los que no cuentan con concurso, como es el caso del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, que se celebra cada año a comienzos de agosto.
Es curioso. Tradicionalmente, cuando alguien en el cante o el toque andaba “torcido” o un poco perdido, se decía de él: “este está pa Pamplona”. Pues bien, ahora, cada vez más gente vuelve su mirada “pa” Pamplona, hacia un festival al que cada año acude más público de fuera de Navarra y que cada vez despierta más interés entre los medios de comunicación.
¿Cuál es el secreto del éxito veloz de este joven certamen? Desde la primera edición el festival contó con las grandes figuras del Cante, toque y baile. Sin embargo, eso no es nada novedoso ni justifica el éxito inmediato. Otros festivales también cuentan con las grandes figuras mediáticas, no es más que un asunto de presupuesto. La singularidad de este certamen, consecuentemente, hay que buscarla en otras razones,
A mi parecer, una de las causas fundamentales es que Flamenco On Fire ha recuperado algo perdido hace mucho tiempo en todas partes: la post actuación, el encuentro y relación entre artistas y aficionados. Eso ha venido a través del ciclo nocturno que se celebra cada noche en el Hotel Tres Reyes. No son infrecuentes las fiestas espontáneas posteriores a las actuaciones. Con frecuencia hay más artistas entre el público que en el escenario, que a veces son invitados a subir al mismo.
Esto último ocurre porque a los artistas nunca se les regatea el caché y porque se les invita a dar cursos, talleres, conferencias o a participar en el Flamenco en los Balcones. Este último ciclo, gratuito y al aire libre, que se celebra a medio día en diversos balcones paradigmáticos de la ciudad, como el del Ayuntamiento, desde el que se lanza el cohete de comienzo de los sanfermines, tiene cada vez más éxito.
No es que el festival haya inventado el flamenco en la calle, pero todo se hace con mimo y muy bien gestionado. El Festival, impulsado y dirigido por Miguel Morán (creador también del festival de Benicàssim) se ramifica también en otros ciclos, como La Jam Flamenca, o este año el ciclo sobre generaciones, mitos y promesas. Morán cree que el flamenco es un arte universal que puede gustar en Pamplona como en cualquier lugar de España o del mundo, y lo está demostrando.
La ciudad de Pamplona no parecería en principio demasiada propicia para el flamenco. Sin embargo, allí nació el mítico Agustín Castellón, Sabicas, seguramente el creador de la guitarra flamenca moderna y de concierto. En honor y en torno a la figura de Sabicas, gitano como se sabe, se celebra el festival, que además ha sabido agrupar a las entidades gitanas de Navarra, que son las impulsoras de las Jornadas de Arte Flamenco que se celebran anualmente.
Y, por supuesto, regresando al principio, los grandes conciertos que se celebran en el gran auditorio Baluarte de Pamplona, por el que han pasado ya casi todas las grandes figuras, algunas en más de una ocasión. Este año, en el citado escenario, el festival será abierto este martes 20 por la bailaora Sara Baras, y a partir de ahí y hasta el domingo 25 pasarán por él Ketama, Mercé con Tomatito, Jorge Dresler junto a Rocío Márquez, Rocío Molina y finalmente Israel Galván.
Pero por supuesto, en los demás apartados del festival pasarán muchos más artistas que van de Rancapino a Rancapino Chico, Pepe Habichuela, Josemi Carmona, David de Jacoba, José del Tomate, María Terremoto, Las Migas, Sergio de Lope, David Lagos y un largo etcétera.
A todo lo citado hay que añadir que cada año se suman ciclos nuevos, en esta ocasión “Con F de On Fire”. Todo ello compone una intensa semana con jornadas que comienzan por la mañana y acaban a altas horas de la madrugada para ir de un lado para otro casi sin aliento. Lo dicho: flamenco (también) viene del Norte.