El festival pamplonés ha conseguido reunir a todos en la celebración orgullosa del flamenco
Revista La Flamenca.. Antonio Parra.. 29/8/2019 Foto: Javi Fergó
Acaba de concluirla VI edición de Flamenco On Fire, que, según fuentes de la organización ha sido la más multitudinaria de las celebradas hasta ahora: espectáculos con las entradas agotadas tanto en los grandes conciertos del Baluarte como en el Ciclo Nocturno; plazas llenas para seguir los recitales gratuitos en los balcones, en el Bosquecillo o en la Jam flamenca.
Sin embargo, esta subida de público y de visitantes, aficionados, prensa y gente del mundo del flamenco no ha dejado de aumentar desde las primeras ediciones. Definitivamente, Flamenco On Fire se asienta como el gran festival flamenco del norte y como uno de los grandes de España.
Ya señalamos en nuestra anterior entrega para esta revista algunas razones que explican el rápido éxito del certamen pamplonés. Pero el éxito, lógicamente, viene también por la selección de artistas. De primer nivel y mediáticos, claro, pero igualmente de un segundo y hasta tercer escalón, artistas que difícilmente se ven en otros certámenes, y también se cuenta con muchos jóvenes que comienzan una carrera prometedora. Los distintos espacios del festival dan cabida a casi todos.
En la sección de grandes conciertos, celebrados en el auditorio Baluarte, este año han pasado Sara Baras, Ketama, José Mercé con Tomatito, Rocío Márquez junto a Jorge Dreéxler y la danzarina Rocío Molina.
Yo quiero destacar especialmente la soberbia reivindicación dancística de Rocío Molina, la intimidad en ‘tono menor’ de Márquez y Dréxler, el baile de El Farru y el cante de María Terremoto y de Rancapino Chico en el ciclo nocturno. También el concierto de Sergio de Lope y El Mati (dos triunfadores en el Cante de las Minas) en el nuevo espacio de El Bosquecillo, entre las cosas que pude ver. Imposible ver todo a menos de perecer en el intento.
Pero sobre todo el ambiente general de camaradería, de una ciudad volcada, de la posibilidad del encuentro entre público y artistas. Así, una noche, ya de madrugada, puedes ver a Tomatito coger la guitarra espontáneamente y tocar maravillosamente con el cante de muchos artistas allí presentes, incluidos los impagables Mellis; o una pataíta entre Curro Albaicín y Amparo Niño (la mujer de Pepe Habichuela, madre de Josemi Carmona) con el toque del propio Habichuela. Por cierto, Amparo cocinó un potaje gitano para más de cien personas para chuparse los dedos.
En fin, estas cosas y muchas más son posibles en Flamenco On Fire, un festival joven pero que no deja de crecer y que ha conseguido reunir a todos en la celebración orgullosa y festiva del flamenco.