Esta noche le tocaba el turno a Jerez, al Barrio de Santiago, a José Mercé. Se presentaba en el escenario sonriente con Diego el del Morao, el de su Moraíto Chico que este mes se cumplirá el primer aniversario de su ausencia.
Saluda al respetable con estas palabras: "Buenas noches, como ya sabéis que he venido muchas veces a La Unión y siempre he dicho que este es uno de los festivales más grandes de España, pero ha llegado más lejos y ha llegado al mundo, y creo que este Festival es el más importante a nivel internacional que tenemos de flamenco"
Empieza la noche fuerte entonándose por malagueñas, modulando la voz, José está tranquilo y parece no tener prisa. Remata con el estilo del Mellizo, con jondura y eco de cante antiguo.
A continuación el maestro de la guitarra pone la cejilla en el cuarto traste y sus cuerdas comienzan a transformarse en soleá, Mercé sale airoso de los tercios, un poco flojitos de fuerza pero poniendo el máximo sentimiento sobre todo cuando le canta al que fué su compañero en este arte: "Que fatiga la mía, se me ha ido mi Morao, cuando mas falta me hacía". Sin duda emociona escucharlo cantarle apretando el puño de su mano con fuerza.
Termina esta primera parte del espéctaculo formada por tres cantes básicos por seguiriya. Ése es José, se le escucha fuerte, rematando con autoridad y sentenciando cada frase, eso es Jerez. La seguridad, la profesionalidad, y la sangre que le corre le lleva a años atrás de cante grande y cante bueno.
Y cuando creía que empezaba lo bueno, cambia de tercio y aparecen en el escenario los coros y la percusión. Ya no están sólos, ahora llegan los jaleos, las palmas y el alboroto. Vienen los tangos "Al amanecer" con un coro poco compacto de voces que poco a poco busca su sitio. Le siguen unas alegrías donde el cantaor jerezano mueve el compás a su gusto como en todos los cantes festeros y de ritmo marcado, ya con los coros acoplados perfectamente. Dedica a Pablo Picasso el tema "Te pintaré" y se retiran los coros y el maestro quedando en el escenario la guitarra de Diego el del Morao tocando aquella bulería que grabó Niña Pastori en su disco Cañaílla y titulada "Los hilos del alba". Calidad que trae el recuerdo de su padre. José Mercé delega en los coros toda la canción "Hojas de limonero" y entra en el escenario para rematar la noche con sus temas más conocidos.
Suena "Lío", "Aire" y "Al alba" versión del tema de Luis Eduardo Aute en el que invita al público a cantar el estribillo y se entrega a las voces anónimas de sus seguidores con los brazos en cruz y los ojos cerrados, feliz. Esto se acaba y yo estoy confundida, escaso repertorio para la Catedral del Cante. Después del saludo final se arrancan por bulerías y Mercé a pie de escenario sin micro se canta unas letrillas graciosas con pataítas incluidas al estilo y gracia jerezana. En el segundo bis lo hace por fandangos, y ya la cosa no da para más.
José Mercé deja un sabor agridulce en La Unión con ausencias de cantes de levante o toná, martinete y otros palos que sabemos que domina con gran soltura. Pero el público se ha entregado al máximo a este cantaor de cuerpo y alma flamenca, que hoy no, pero otras veces en la Catedral del Cante a demostrado que es un maestro de los cantes matrices, de los cantes grandes, del tronco del flamenco y del compás y el ritmo que fluye por su cabellera ya plateada. Se va Jerez, y La Unión se queda huérfana de sus soniquetes.
Minutos más tarde llegaba a la Avenida del Flamenco entre fuertes medidas de seguridad, enfrente de la Catedral del cante y destapaba la lámpara "José Mercé" un acto simbólico que ha realizado junto al Alcalde de La Unión Francisco Bernabé.
Gracias José por dejar tu sello y sé que volverá porque Mercé ama a La Unión, y La Unión lo ama a él.
Ficha artística:
Cante: José Mercé. Guitarra: Diego el del Morao. Percusión: Cesáreo Moreno "Güito". Bajo: Manuel Nieto. Coros: Marci de Jerez, Milián Oneto y Elena Morales.