La Shica
Felipe Sanz de la Rosa: Londres. Theatre Sadler´s Wells 18/2/2012
La Shica representa el factor más vivo del flamenco actual en tanto en cuanto que avanza sobre territorios inexplorados añadiendo a su arte tradicional singularidades del panorama musical actual como el rock y el rap, además de hermanarlo con la, para ella, muy cercana pujanza de influencias árabes.
La ceutí es una mujer intrépida y desenfada en el tratamiento musical de su oferta artística. Siendo la copla andaluza su lugar de partida, la añadidura de florituras melódicas moriscas y ritmos vitales de hip-hop son patentes en su tema bandera: la "Zíngara Rapera". "Con jazmines en el pelo y sudadera, flamenca hip-hopera con vestío de volantes y unas playeras..." es toda una declaración de principios que sintetiza el crisol musical que lleva como broche en la solapa.
Viene a Londres acompañada por un simple trío de rock: guitarra y bajo eléctricos, Vicente Miñana "Huma" y Guillem Aguilar respectivamente, y la batería de Pablo Martín Jones. Se presenta con naturalidad, sencillez y confianza en un inglés muy aceptable con el que se gana enseguida a la audiencia.
Trae sus temas más conocidos a este auditorio anexo al teatro Sadler's Wells. "Limosna de Amores" a modo de prólogo le sirve para informar al respetable de las cualidades de la copla, que es su pasión y que por lo tanto nos va a dar más de lo mismo.
De su primer "Trabajito de Chinos" y del más reciente "Supercop", la Shica selecciona un repertorio idóneo para sus adeptos y para los que recién la descubren. Sabe manejar los ingredientes de su mestizaje musical con maestría, de una manera orgánica, sin forzar ni corromper los diferentes elementos. Su presencia es de un magnetismo fácil y ligero que llena todo el espacio y reclama totalmente la atención. Como una niña chica que se sabe observada juega con su propia identidad sin arrogancia pero con chispa y gracejo.
Es de una modestia comedida lo que la convierte inmediatamente en cómplice. Se sabe original y el tema "Supercop" es prueba irrefutable de ello, así como el humor y el sarcasmo del "Probador", con el que insta a la audiencia a colaborar con cierto éxito tras varios intentos fallidos bastante cómicos.
Hubo un momento mágico en el que hipnotizaba por su propio ingenio, se deja llevar por el baile y momentáneamente se olvida que está en un escenario y se sonríe a sí misma de placer con el estribillo de Los Chichos... "Libre, libre quiero ser. Yo quiero ser, quiero ser libre..." fue tan contagioso que desde ese momento se diría que la separación entre público y artista dejó existir.
Por otra parte, la labor instrumental fue intachable, en cuanto a profesionalidad, rigor y acierto se refiere, a cargo del trío acompañante.
"La Bien Pagá" fue el colofón muy esperado con el que concluyó: "La mejor canción del mundo..." dijo en su momento triunfal con el publico en el bolsillo desde hacía rato. Supo a poco. Como con todo lo bueno, de La Chica siempre se quiere más.
Ficha artística
Cante y baile: La Chica. Guitarra eléctrica: Vicente Miñana "Huma”.
Bajo: Guillem Aguilar. Batería: Pablo Martín Jones.
Co-producido por el Instituto Cervantes- Lilian Baylis Studio