Para cerrar el festival la organización se había reservado una gran estrella del firmamento flamenco. Ni más ni menos que el gran José Merche para clausurar esta edición con una explosión de talento.
Y ya era hora, la verdad, de que hubiera cante por estos lares de la Pérfida Albión. Porque aunque hubo cante, y muy bueno, hasta el domingo ninguna cabecera de cartel había sido la de un cantaor.
No era la primera vez que el jerezano participaba en esta reunión flamenca de la capital del imperio británico y quiso hacer un repaso de los grandes palos básicos del cante grande según sus propias palabras. A saber: Malagueñas, Soleás, Segurillas, Alegrías, Fandangos, Tientos y Bulerías, en ese orden fueron desgranando la historia del maestro haciendo hincapié en los palos gaditanos, cantando por el Puerto de Santa María y por su Jerez natal.
La jondura y el duende de José Mercé son de un nivel indiscutible y se siente que se entrega en cada fraseo, en cada lamento. Con el acompañamiento magistral de Diego del Morao, guitarrista virtuoso donde los haya, la compenetración y la calidad de su recital fué excelente en términos de emoción, arte y entrega. Todo lo que este público había visto hasta el momento se condensaba y destilaba en la noche inglesa como un punto de fusión de cultura y sentimiento flamenco.
Fué una noche triunfal para él, y para el festival, pero sobre todo el que salió ganando fué su público que se fué llevando afecto, ternura, dolor y alegría al son de cada copla según dispusiera el cantaor.
A modo de epílogo el público le pidió que cantara "Al Alba", la famosa canción de Aute, y José dejaba espacios de silencio durante el estribillo para que el respetable completara emocionado con su propia voz.
Un final digno y apasionante que forma ya parte del recuerdo de todos los presentes deseando que se repitan momentos parecidos en la próxima edición que desde ya, impacientes, esperan sin duda.
Ficha artística.
Cante: José Mercé. Guitarra: Diego del Morao. Palmas: Mercedes bueno y Manuel Pantoja