Recuerde el alma dormida
Web Revista La Flamenca. Pedro Madroñal. Sevilla /Teatro de la Maestranza / 18/1/2015
Así empieza la copla fúnubre de Jorge Manrique a su padre y termina con “cualquier tiempo pasado fue mejor”, y es que la memoria es selectiva y el tiempo inexorable. La noche del sábado en el Teatro Maestranza de Sevilla tomamos conciencia de la constante evolución del arte, incluso del tradicional flamenco, como se puede ser moderno con setenta años y al mismo tiempo estar desactualizado desde hace treinta, no es cuestión de primaveras.
“Memoria” que así se llamaba el espectáculo presentado, técnicamente correcto y con extraordinario sonido, tiene como hilo argumental, el paso del tiempo y como nexo de unión entre los artistas la edad. Nada más, ni la estética ni los gustos ni siquiera sus carreras artísticas tienen similitudes más allá de coincidir en el almanaque.
El enorme escenario maestrante dividido en tres partes que a través del diseño de luces se iban dotando de protagonismo para evitar el trasiego de técnicos entre actuación y actuación, un total de diez cuadros flamencos, diez fotografías en sepia del mejor flamenco histórico.
Sin embargo el comienzo sonó contemporáneo aunque su música está a punto de cumplir medio siglo desde la aparición del mítico grupo Smash. El sitar de Gualberto García sigue sabiendo a innovación. Acompañado de Ramón Amador hizo cantar a su instrumento por granaína y media, malagueña del Mellizo con sus ayeos incluidos para concluir a compás de fandango verdial de olor a yerbabuena. En la segunda parte se ganó el favor del respetable con cuatro sevillanas sevillanísimas. Recuerde el alma dormida...
Un tratado de estilos trianeros por soleá a modo de enciclopedia alfarera fue el encargo a Paco Taranto, santo y seña de este cante que fue acompañado por la sonanta cordobesa de Merengue, señorial, educada y servicial como es costumbre. Cuán presto se va el placer...
Pero la primera gran ovación se la llevó Paco del Gastor y su pulgar mágico que derrama cal y compás desde Morón para gloria de Diego del Gastor , el druida moronense que oficiaba los cabales rituales de los 60 en la campiña andaluza. Paco maneja la herencia con gusto. Contemplando...
El más histórico de todos José Menese rememora el pensamiento del artista Moreno Galván subido a lomos del romance de Juan García con sorprendente voz colosal cabalga por los estilos fragueros de la toná chica a la grande. En la segunda vuelta se mete por tientos, uno de sus estilos bandera pero hace tiempo que los señores a caballo sí dan los buenos días. Cómo, después de acordado da dolor...
Desde San Roque, Alejandro Segovia trae canela morena en bulerías por soleá, ejemplo de una forma de entender el cante y su afición, estética mairenista con tempo gaditano. Lástima la ausencia de palmas y el desequilibrado acompañamiento de Paco del Gastor con el que no hubo comunión. Por seguiriyas demuestra su categoría y suena a cante grande. Como se viene la vida...
Turno para una muestra de tablao, de búsqueda de la diferencia, de creación estética. Carrete de Málaga, sin par y único viene marcado por el Hollywood de los 40 y su comicidad teatral le permite interpretar pasos y mudanzas de claqué sin perder un atisbo de flamenquería, las voces de Diego “El Boquerón” y Manolo Sevilla representan al currante de lo jondo, el oficio, la artesanía y toque de Ramón Amador la profesionalidad y adaptabilidad del talento. Avive el seso y despierte...
Para cerrar un sempiterno cuadro jerezano y santiaguero por bulerías compuesto por cuatro viejas que derraman gracia pero que necesitan arropo en un intento de magnificar el detalle. A nuestro parecer...
No se trataba de un homenaje o una puesta en valor si no de una propuesta artística, un espectáculo caro y así se aborda para entender que cualquier tiempo pasado fue mejor...
Ficha artística.
Espectáculo: Memoria / Teatro de la Maestranza/ 17/1/2015
Artistas: Canela de San Roque, Carrete de Málaga, El Boquerón, Manolo Sevilla Gualberto García , José Menese, Merengue de Córdoba, Paco del Gastor , Paco Taranto y Cuadro de las Viejas del Barrio Santiago de Jerez.
Colaboración especial de: Ramón Amador.