
En la provincia de Almería se han celebrado del 26 al 28 de marzo, las jornadas "De la parra a la mina, un viaje por los albores del flamenco en Almería" con el auspicio del Instituto de Estudios Almerienses. Las mismas han puesto de relieve la importancia que ejerció la provincia de Almería en la fijación de los estilos de levante y mineros a finales del s. XIX, con una serie de conferencias donde se pudo escuchar a investigadores como Pepe Criado, Juan Salvador, José Luis Navarro, y José Geraldo Navarro. Otras ponencias se han referido al hecho flamenco de un modo más genérico, como la dictada por Laly de Pablo sobre la relación entre la mujer y la guitarra flamenca, o la del antropólogo Julio de Vega versada en la historia del cine flamenco, y el que suscribe un trabajo inédito sobre la jondura de la escritora Carmen de Burgos "Colombine". Como actividades paralelas se han ofrecido dos noches flamencas, una en la Peña El Morato con las voces de Antonia López y José Sorroche, más la guitarra del Niño de las Cuevas. La segunda en el Teatro Manuel Galiana de Terque donde se estrenó "Entre Quejíos y Pitas, una historia del flamenco de Almería", obra producida al amparo de las subvenciones de la Diputación de Almería para nuevos montajes escénicos. El mismo reflejó a modo de espectáculo didáctico lo tratado en las mismas. Igualmente, ponía de relieve que en dicha provincia han nacido un buen número de artistas flamencos que han paseado el nombre de Almería a lo largo y ancho del orbe flamenco.
Comenzó el montaje con una proyección que se centraba en el siglo XIX donde los protagonistas fueron Antonio de Torres, Julián Arcas, Luis Soria y la bailaora Carmen Dausset "Carmencita". La compañía, que estaba formada por Ángela Cuenca y Cristo Heredia al cante, Antonio Luis López y Pedro Torres a al guitarra, Hércules Heredia en los coros y palmas, Juanra al saxo y Rilete a la percusión, corroboraron lo expuesto en la gran pantalla interpretando unas variaciones de las soleares de Arcas y la petenera de Luis Soria que estuvieron magistralmente adornadas con el elegante baile de Ana Alonso. Posteriormente Ángela y Antonio Luis ofrecieron la malagueña del Canario y de la Peñaranda. Un segundo audiovisual nos situó en la importancia que tuvo en la provincia el negocio de la minería y el de la Uva de Barco, aquella que se exportaba por todo el mundo. La ilustración musical vino con unos fandangos de Adra, Berja Cuevas del Almanzora y Almería, complementados con un baile por tarantos que efectuó toda la compañía. El siguiente número vino precedido por una serie de fotos que centraban al espectador en los primeros cafés cantantes de la capital, que darían paso a las peñas flamencas que se han ido creando por toda la geografía almeriense. En esta ocasión fue Cristobal Heredia, acompañado por Pedro Torres a la bajañí, quién templó su voz por seguiriyas con letras de Francisco Villaespesa, y unos tangos basados en las coplas que se cantaban en la faena uvera. De este modo concluía el espectáculo, no sin antes hacer un recorrido audiovisual por el barrio de la Chanca que ha visto nacer a los nombres mas internacionales de nuestro flamenco, como son Tomatito y Niño Josele. La velada concluyó con un fin de fiesta por bulerías en la boca del escenario que hizo las delicias del respetable, el cual ovacionó largo y tendido puesto en pie.