
Derroche de originalidad en el epicentro mundial de la moda flamenca
Asentado ya en el entorno del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES), el SIMOF volvió a acaparar titulares durante los primeros días del pasado febrero. El Salón Internacional de la Moda Flamenca se confirma, en su undécima edición, como una cita ineludible para los profesionales y aficionados a la pasarela y la parafernalia de nuestro arte, y también en un claro adelanto de cuáles serán las tendencias que transformarán el traje tradicional en las fiestas que, tras el pistoletazo de salida de la primavera, recorrerán el territorio andaluz.
Las mejores firmas del sector, las más prestigiosas diseñadoras, los nuevos valores con mayor empuje y las modelos que mejor saben llevar el traje de flamenca, se dieron cita en el SIMOF, junto a aficionados, medios de comunicación y caras conocidas de la esfera social y cultural. La inauguración estuvo a cargo de la Duquesa de Alba, acompañada por la Delegada de Economía e Industria del Ayuntamiento de Sevilla, Rosamar Prieto, Raquel Revuelta, principal creadora y promotora de la muestra, y Carmen Tello, futura esposa del mítico maestro de la lidia Curro Romero. La Duquesa ejerció también de presidenta del jurado del Certamen de Jóvenes Diseñadores, cuyo galardón recayó en el joven creador almonteño Lorenzo Cáceres, con su colección "Gitana". El premio a la mejor modelo fue a parar a la bellísima Raquel Lozano.
El cómputo final de lo mucho y bueno que se vio en el SIMOF, en los 24 desfiles que recorrieron la pasarela del 3 al 6 de febrero, muestra tendencias bien claras para la próxima temporada. Ganan los trajes cada vez más cortos, tobilleros, con amplios escotes, de materiales nobles y con importante empuje de las telas vaqueras. Se patentiza también la doble vertiente traje de día-traje de noche, con propuestas originales y elegantísimas para las noctámbulas, que ganan cada vez más en fantasía y atrevimiento. Sobre pasarela, los tocados fueron más vistosos que nunca y el calzado ganó en protagonismo, a la vez que muchos de los más de 60 stands distribuidos por el recinto exhibían un extensísimo abanico de todo tipo de complementos, desde los más clásicos hasta dechados de originalidad a juego con la evolución de los vestidos. Con más de 130.000 visitantes, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla se transformó, durante casi una semana, en un muestrario internacional de primer orden y una prueba fehaciente del envidiable estado de salud que vive la moda flamenca.