Lola Pantoja: Sevilla / Teatro Lope de Vega, 19/9/2012
Fotos: Manny Rocca
Segundo Falcón presentó anoche una de las producciones más ambiciosas de la Bienal, un espectáculo que trasciende los límites del flamenco con la adaptación de un ramillete de temas de Agustín Lara que se alojan en nuestra memoria colectiva, como el chotis 'Madrid,' o 'Noche de ronda'.
El reto no es nuevo. A lo largo de la historia del flamenco han existido cantaores que, como Vallejo o Valderrama, han adaptado al flamenco cuplés, boleros y canciones románticas. Sin embargo, este trabajo de adaptación no resulta en absoluto fácil, teniendo en cuenta que el flamenco se rige por una escala musical diferente y que se ciñe a una cuadratura rítmica muy cerrada. Segundo Falcón es consciente de ello, por eso se ha servido de la dirección musical de un guitarrista y compositor flamenco de reconocido talento como Paco Jarana y se ha propuesto ir más allá de una simple adaptación de las letras respetando la estructura melódica de las canciones. De ahí que no haya dudado también en implicar en el proyecto a la 'Orquesta Bética de Sevilla', dirigida por Michael Thomas.
Para realzar el carácter espectacular de esta propuesta, Segundo Falcón ha contado también con la inigualable colaboración de Eva 'La Yerbabuena', quien ha creado un hermoso trabajo coreográfico para el lucimiento de dos jóvenes figuras del baile, Úrsula López y Moisés Navarro. Así, este espectáculo contaba, de entrada, con un indudable marchamo de calidad que atrajo a un público tan numeroso como entregado, lo que se tradujo en los numerosos oles y la sentida ovación del final.
Aún así, no puede decirse que la obra cumpliera del todo con las expectativas que había despertado. Y no es que las canciones no cuadraran en el esquema rítmico de cada palo. El tango argentino 'Arráncame la vida' encaja en la vidalita como un guante, el célebre chotis 'Madrid' rezuma luminosidad y gracia cantado por cantiñas y la conocidísima 'Noche de Ronda' no dejó de transmitir su dulzura por bulerías. Pero no es precisamente eso lo que el flamenco transmite. Las emociones que convoca el flamenco son muy diferentes a las de las canciones del insigne cantautor, por mucho que sus temas también traten de la alegría del amor y el dolor de su pérdida. Pero flamenco es mucho más que eso. El cante es un lamento profundo, una rebelión taimada ante las miserables condiciones de vida que tuvieron que padecer sus primeros creadores, una queja universal que expresa la desigualdad, el desarraigo y la pérdida de la identidad en una sociedad que somete a unas clases en favor de las otras, de ahí su universalidad.
Pero todo esto se perdió ayer en la interpretación de Segundo Falcón debido, en parte, a que su fidelidad al esquema melódico de las canciones le llevó a buscar la profundidad del flamenco solo con la floritura vocal, con un alargamiento de los tercios y un fraseo melismático excesivo que restó emoción a su cante. Por otra parte, tampoco la orquesta se lució mucho ya que, tal y como estaba concebido el espectáculo, ésta se limitó a subrayar los finales de cada tema. No obstante, Segundo Falcón alcanzó algunos momentos álgidos en su interacción con ella, al igual que la pieza de baile de Úrsula López, a caballo entre el flamenco y el contemporáneo, cuya interpretación nos demostró que la explosión emocional del flamenco también puede transmitirse con un movimiento tan desafiante como contenido.
Ficha artística:
Obra: Entre el labio y el beso. Estreno absoluto
Lugar: Sevilla / Teatro Lope de Vega, 19 de septiembre
Creación y dirección: Paco Jarana y Segundo Falcón
Dirección musical y toque: Paco Jarana
Adaptación de las letras y cante: Segundo Falcón
Letras: Agustín Lara
Coreografía: Eva 'La Yerbabuena'
Baile: Úrsula López y Moisés Navarro
Arreglos Orquestación: Jesús Cayuela
Música: Orquesta Bética de Sevilla dirigida por Michael Thomas
Percusión: Antonio Coronel
Coros y palmas: 'Los Mellis'