José Miguel Hernández Jaramillo: Sevilla / Espacio Santa Clara, 19/9/2012
Fotos: La Bienal
Tomás de Perrate presentó anoche en el claustro del antiguo Convento de Santa Clara una muestra de su personalidad artística, sus inquietudes que le hacen continuar cultivando y reivindicando la tradición cantaora familiar y de Utrera, y por otro lado explorar nuevos senderos, en este caso de la mano del guitarrista Ricardo Moreno. Esta dualidad se reflejó claramente en la manera en la que estructuró el espectáculo: con dos partes bien diferenciadas separadas por una breve pausa de varios minutos que coincidió simbólicamente con la medianoche y el inicio del nuevo día; el ayer y el hoy aunados en una misma propuesta.
Abrió la noche con el repertorio tradicional, tras unas tonás sobre acordes de toques de levante de un magistral Antonio Moya, realizó unos cantes por soleá de Alcalá y Utrera que encendieron la chispa de un público deseoso de escuchar los ecos de su dinastía familiar en estos cantes. Continuó por cantiñas y luego con unos tientos-tangos terminó de levantar al público, por la aparición de la artista invitada, Carmen Ledesma. La sevillana se marcó unos tangos como hacía bastante tiempo que no veíamos, llenos de sensualidad, espontaneidad y emoción. Como diría un cronista decimonónico, estuvo ¡de chipén!. A la maestría de Carmen, se unió en esta ocasión la del guitarrista Antonio Moya que con un dominio absoluto del compás y el tempo del tango fue conduciendo a cantaor y bailaora hacia el camino del arrebato, embelesando con ello a todos los asistentes. Sin duda fue el momento culminante de la noche. Cerró este primer bloque cantando por bulerías.
En la segunda parte, con la aparición en escena del resto de los músicos, se interpretaron varias obras del último trabajo discográfico del utrerano, de título homónimo al del espectáculo: Infundio. El público pasó de ser participante a estar expectante ante las nuevas propuestas que presentaba Tomás en cada tema. En los tangos de Málaga buscó la simbiosis con otras expresiones musicales, tal y como hiciera en su anterior trabajo Perraterías. En este caso le toco el turno a los ritmos cubanos y jazzeros sostenidos por el piano del cubano Emilio Ricart. En la versión personalísima del bolero “se nos rompió el amor” por bulerías, al estilo de sus paisanas Fernanda y Bernarda de Utrera, fue acompañado nuevamente por la presencia en escena de Carmen Ledesma, realizando una dramatización de la pieza conjuntamente que volvió a encender la llama de la emoción en el público, algo apagada desde hacía algún tiempo.
Después de casi dos horas, remató el espectáculo con un fin de fiesta por bulerías dónde invitó a participar en la misma a su prima María Peña y el resto de músicos participantes. Tradición y búsqueda, una constante en el flamenco, rasgo intrínseco al mismo desde sus primeros tiempos, presentado por Tomás de Perrate y Ricardo Moreno con valentía. Las nuevas propuestas fueron asimiladas de manera desigual por el público asistente, aunque si hubo algo en común: la propuesta de Tomás, como es habitual en este artista, no dejó a nadie indiferente.
Ficha artística:
Obra: Infundio
Lugar: Sevilla / Espacio Santa Clara/ 19 de septiembre
Cante: Tomás de Perrate
Guitarra: Antonio Moya
Batería: Nano Montaño Peña
Teclados: Emilio Ricart “Chambe”
Guitarra Acústica: Ricardo Moreno Montiel
Percusión: Rafael Hermoso Trujillo “Poti”
Artistas invitados: Carmen Ledesma (Baile) y Amador Gavarri (Guitarra)