Revista La Flamenca 3/2/2012
Jueves 2 de Febrero, la segunda de las jornadas que están teniendo lugar en La Casa Encendida ha estado dedicada a la figura del gran maestro Agustín Castellón, Sabicas.
Los tres invitados a conversar sobre su figura fueron José Manuel Gamboa, quien se centro en la primera etapa del niño Sabicas, Mario Escudero Hijo que nos relató anécdotas de la época de Nueva York y por último Juan Verdú , a quien le toco hablarnos del Sabicas de la última temporada, los años 80 en Madrid.
Gamboa nos contó la llegada de este gitano de Pamplona en los años 20 a Madrid, de su formación en El Villarosa, centro neurálgico del flamenco internacional en aquellas épocas en donde el niño Sabicas compartió escenario con el patriarca de la guitarra, Ramón Montoya y con Don Antonio Chacón y de cómo su técnica de pulgar llamó la atención de todos los profesionales .
Desde el principio empezó a hacer solos de guitarra, algo muy inusual en esos años donde sólo se practicaba para el baile o el cante.
Esta es la época de la ópera flamenca en la que acompañó a numerosas figuras de esos tiempos entre las cuales destacó La Niña de la Puebla , a quien la prensa llego incluso a confundir con su mujer.
Fue uno de los artífices de la siguiente etapa del flamenco, el flamenco escenificado, la llamada comedia Flamenca.
Sabicas salió de España a finales del 36 con su familia hacia Nueva York.
En Nueva York, en 1941, comienzan las actuaciones de Carmen Amaya con su compañía y en el año 59 Sabicas daría su primer concierto en solitario.
El ahijado de Sabicas, Mario Escudero nos conto historias de personas fuera de su tierra, del flamenco apátrida , de gente que emigró de España y que creó un núcleo de flamencos en Nueva York. Ellos eran concertistas de guitarra y eso no estaba tan implantado en España.
En las reuniones de familia siempre se escucharon a los flamencos antiguos y siempre se habló con mucho respeto ya que consideraban que la verdadera evolución y aprendizaje partía de un conocimiento de la semilla.
A Sabicas le gustaba mucho la evolución de la guitarra en España aunque decía que existía el toque de las tres A: agresivo, acelerado y arrogante en el que el sentimiento se dejaba de lado por la técnica.
Sabicas no volvió a vivir a España porque sintió que aquí no podrá triunfar, aunque nunca dejo de amar su tierra, Pamplona y Madrid.
La segunda parte de esta jornada fue realmente deliciosa.
El guitarrista granadino, Miguel Ángel Cortés, interpretó con una exquisita sensibilidad unas Farrucas de Sabicas, unas seguiriyas, alegrías, bulerías y terminó con unas sevillanas que nos dejaron boquiabiertos.
Este guitarrista que ha acompañado a grandes figuras tanto del cante como del baile nos demostró que además de acompañar a otros, tiene un caudal de buen gusto y finura tocando en solitario que nos podría haber hecho estar horas y horas y horas escuchándole, como si el tiempo desapareciera ante su toque….
¡¡¡ Otra tarde de lujo!!!