El pasado 31 de diciembre venció el contrato de Cristina Hoyos al frente del Ballet Flamenco de Andalucía (BAF), labor que desempeñaba desde el 2004.
Revista La Flamenca 13/4/2011 Itziar Martínez González
El consejero de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, niega tajantemente que la artista se haya enterado de su relevo por la prensa y pide respeto con la labor desempeñada a lo largo de estos años por la bailaora al frente del Ballet.
De ahora en adelante siguiendo la idea de unificación de todos los órganos difusores de la cultura andaluza, el Ballet se pone bajo el mando de la Agencia Flamenca, dirigida por María de los Ángeles Carrasco, que es el máximo órgano gestor para el desarrollo del flamenco al que Plata califica como “una figura decisiva” para el futuro del arte y, tras el reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, tratará de unificar la gestión y lograr una nueva distribución de los recursos huyendo del modelo de compañía de autor o de figuras destacadas al frente de los organismos públicos. Como también ha ocurrido con el Centro Andaluz de Danza con la salida de Blanca Li como directora.
Se pretende volver al modelo que estaba antes de que Hoyos se pusiera al frente con un una dirección más cercana a la gestión de los recursos que al meramente terreno artístico. Plata subraya que no pretende una pérdida de identidad del BAF pero busca encaminar la institución hacia una maximización de la eficacia.
Por tanto, el futuro del Ballet no será continuista sino más bien con modificaciones tanto económicas (el BFA tiene una asignación anual superior al millón y medio de euros) como en la productividad que ha sido puesta en numerosas ocasiones en entredicho.
Con el nuevo modelo la Junta busca convertirlo en un eficaz vehículo transmisor del flamenco para Andalucía y el resto del mundo. En su nueva andadura la compañía podría recuperar su anterior nombre, Compañía Andaluza, y estará abierta a los coreógrafos de dentro y fuera de Andalucía para engrandecer su figura y su nombre, en contraposición a la postura hermética de Cristina Hoyos que, no sin falta de crítica, practicaba durante su dirección.
Hoyos, ante las preguntas sobre su futuro profesional tanto al mando del BAF como su continuidad en los escenarios, responde que todos será “despacito y a compás”. A la artista todo esto le coge bastante lejos de España, se encuentra en Pekín donde recientemente ha sido nombrada Embajadora del Turismo Cultural de Pekín.