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Web revista La Flamenca. Alejandro Medina. Sevilla / Teatro Central / 18/9/2013
En la noche del miércoles, familiares, artistas y aficionados, todos ellos amigos, rindieron un homenaje póstumo a la bailaora, productora y mánager maltesa Sharon Sapienza, que murió a principios de este año de forma inesperada, dejando al mundo flamenco conmocionado por la pérdida de una mujer tan querida, que se fue demasiado joven.
Juan Vergillos, promotor del espectáculo, destacó la valentía y sagacidad de Sharon, que como tantas otras personas, vino del extranjero por amor al flamenco, y que guiada por ese sentimiento acabó engrandeciéndolo. Tras recibir clases de Matilde Coral, Sharon Sapienza se situó en el centro del panorama flamenco con su labor de representación de la familia Farruco, a partir de lo cual generó gran cantidad de espectáculos que surgieron de su ingenio. El último de ellos “Mudanzas boleras” que se estrenó en la pasada Bienal. Un rescate de las danzas boleras, uno de los movimientos que están en el origen del flamenco.
Fueron numerosos los artistas que participaron en el homenaje, entre ellos Isabel Bayón, La Tremendita, Soraya Clavijo y la Familia Fernández, el cante de David el Galli o la guitarra de Trasierra. Una gala que superó las dos horas y en la que el momento más emotivo lo puso Matilde Coral, que improvisó una última clase magistral para su querida alumna Sharon, a la que mirando al Cielo dirigió un último port de bras, llevando a muchos de los asistentes hasta las lágrimas.
Una noche llena de recuerdos y emociones en la que se manifestó la gratitud de sus amigos y colaboradores, que como dijo Juan Vergillos, estaban ayer ahí para celebrar que la habían conocido.
De Sharon nos queda su obra, su grato recuerdo y la tremenda energía que proyectan las personas que aman el flamenco. Lo que sienten esas personas es más fuerte que el flamenco.
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