El festival de la guitarra homenajea con su cartel al desaparecido Melchor de Marchena, que fue su fundador y tendrá lugar el 27 de Julio en la plaza Cardenal Espínola de la ciudad de Marchena.
Como cada verano el flamenco se pone de gala y en numerosos lugares de la piel de toro y los ecos jondos suenan hasta las madrugadas en diferentes escenarios de toda España, especialmente de Andalucía. Un evento asiduo en estas fechas se da en Marchena, localidad sevillana y flamenca por excelencia. La noche del 27 de Julio pasarán por las tablas el sevillano Miguel Ortega, ganador de una lámpara minera en 2010 y cantaor de nombre entre la afición flamenca.
El jerezano sobrino de la Paquera de Jerez, Jesús Méndez también estará presente con un disco en el mercado que presentó a principios de este año llamado "Añoranza", heredero de los cantes de su tierra y de su familia llega a Marchena a sentenciar el arte con su potente voz.
Representando a Huelva, la voz de Guillermo Cano, con su voz fina y siempre afinada, recordando con sus melismas al mismísimo Pepe Marchena, que fue un revolucionario de su tiempo. Cano tiene como palos fuertes los cantes libres, como granaínas, malagueñas y cantes de levante donde su voz se siente cómoda y se le ha reconocido su talento con varios premios en diferentes concursos.
De Osuna llega Manuel Cuevas, conocido más por su tradición saetera que por otros premios que albergan en su carrera profesional como la lámpara minera ganada en 2005 que le hizo despegar y es asiduo de numerosos festivales y eventos flamencos con una voz potente que apura hasta ahogarla con el sentimiento que le recorre por dentro.
Las manos de los tocaores Manuel Valencia, sobrino de Terremoto y Manuel Herrera harán sonar a las guitarras que acompañen a las cuatro voces que llenarán con su eco la plaza Cardenal Espínola que junto con la Iglesia de San Juan como fondo harán de la velada un marco inmejorable para esta Fiesta de la Guitarra 2013.
Por otra parte, la entrada simbólica de 5 euros será destinada íntegramente a la Asociación Marciense de personas con discapacidad ADISMAR para que continúen manteniendo sus puestos de empleo y realizando numerosas actividades que tanto ayudan a las personas que los necesitan.
Una vez más el flamenco se une con los que más lo necesitan, haciendo de este evento en Marchena un acto de solidaridad lleno de arte con esta cita estival que cumple 40 años, y que sigan muchos más.