Lola Pantoja: Sevilla / Teatro Central 13/9/2012
Fotos: La Bienal
Uno de los propósitos de a Bienal de flamenco desde su nacimiento, de la mano de José Luis Ortiz Nuevo, fue dar la oportunidad al flamenco de relacionarse con otras disciplinas artísticas y, por ende, conseguir de éstas un reconocimiento más que merecido. Fiel a ese espíritu, Rosalía Gómez, directora de esta edición, encargó a Juan Kruz Díaz de Gario Esnaola, un reputado artista de danza contemporánea curtido en la prestigiosa compañía berlinesa Sasha Walt, este espectáculo, en el que dos bailaores y una cantaora flamenca indagan sobre los sentimientos que proponen las letras de los antiguos romances medievales, cuya tradición recogería el flamenco recreando una modalidad de cante única.
Y es que, si algo distingue a la letra flamenca es su carácter predominantemente lírico, pero el romance flamenco, que nace de la adaptación de los antiguos romances de transmisión oral, gira en torno a una poesía plenamente narrativa. No obstante, Juan Kruz ha optado por dirigirse a las entrañas mismas de los sentimientos que se alojan en los romances para reflexionar sobre el dolor de la pérdida, el desarraigo y el desamor, tan presentes en el flamenco, y el ejercicio del humor como único remedio.
Fiel a su estilo, Kruz construye un espacio escénico inquietante y desolador. Para ello se sirve de unos cuantos objetos cotidianos que, alejados de su función habitual, se cargan de significado y adquieren un carácter poético. Así, los intérpretes subrayan la lírica de los romances sólo con la manipulación de unas cuantas sillas, una tabla rectangular, algunos cubos y una gran tela blanca, delimitando un pasaje de desolación en el que prima el blanco, que encuentra su contraste con el negro del vestuario de los bailaores. Se trata de un trabajo tan interesante como duro, que obliga a los intérpretes a cambiar continuamente de registro, del flamenco a la danza contemporánea, del baile a la interpretación actoral, del personaje a quitarse la máscara para mostrar su propia identidad, riéndose así de ellos mismo, para reírse del sufrimiento y del esfuerzo de la interpretación. Lástima que este recurso no acabe de estar justificado y que el ritmo del espectáculo sea tan irregular, debido a que existen muchos momentos de vacío en los que no pasa nada. Quizás se deba a la elección de mantener a la cantaora cantando sin micrófono, a veces casi susurrando, mientras los bailaores cuentan con una adecuada amplificación de su taconeo en las piezas de baile. Eso hace que las letras de los romances se pierdan, y que con ello el flamenco se quede en una mera anécdota.
Ficha artística:
Obra: Romances. Estreno absoluto
Lugar: Sevilla / Teatro Central, 13 de septiembre
Concepto, Dirección y Coreografía: Juan Kruz Díaz de Gario Esnaola
Coreografía y baile: Valeriano Paños y Rafael Estévez
Canto: Sandra Carrasco