El coreógrafo dobla el riesgo de su apuesta artística con Éxtasis/Ravel (Show Andaluz) para la temporada 2022.
Revista La Flamenca. Xavier Grau 22/11/2021 Fotos: Luis Castilla
El bailaor Andrés Marín prepara el desembarco en Francia para la presentación de su última obra Éxtasis/Ravel (Show Andaluz) en la que aparece como pieza estrella “su deconstrucción” del célebre Bolero que el músico francés dedicó a la bailarina Ida Rubinstein.
Estrenado en 1928 en la Opera Garnier de París, este Bolero inspirado en la danza española supone un hito como obra de orquestación y ahora Marín lo “deconstruye capa a capa” a partir de un trabajo especial del compositor Alberto Carretero y el pianista Óscar Martín.
Éxtasis/Ravel (Show andaluz), coproducido junto a Teatros del Canal, ha sido estrenado este verano en el Festival Internacional de Danza de Itálica y prepara su presentación en la localidad francesa de Antibes el 11 de diciembre tras su paso por Madrid. La organización de compañía de Marín está trabajando estos días en el calendario para la temporada 2022 con esta pieza como gran propuesta y recuperando a la vez compromisos desbaratados por la pandemia de Civid19.
La nueva obra ha sido representada hasta ahora en siete ocasiones redoblando la apuesta de Marín por la innovación creativa y la radicalidad de sus planteamientos sin concesiones a las lecturas fáciles, dice su creador.
El sevillano encuadra su trabajo en las propuestas vanguardistas “asumiendo la división de opiniones que se crea entorno a mi trabajo y eso lo valoro porque cuando todo el mundo está de acuerdo es que estamos ante algo popular y reconocible donde no hay transgresión ni vanguardia”.
“Igual como no se puede pintar clásico mejor que lo hizo Velázquez ni cubista como Picasso, porque ya estás fuera de tiempo, tampoco se puede superar el planteamiento del Bolero como lo dejó Maurice Béjart sin caer en una repetición que puede ser patética”, concluye el bailaor en declaraciones a Revista La Flamenca.
“Mi trabajo y mi pensamiento buscan siempre sacudir yendo por delante de la situación y eso dedicándome al flamenco es complicado por ser este un mundo que se mueve por clichés sobre lo que alguien ha dicho y otros han escrito, cuando a veces se difunden muchas falsedades”, aclara.
“Por eso yo busco y pienso en cómo esa obra tan especial de Ravel se recibiría y se bailaría, por ejemplo, en la profundidad de aquellos pueblos andaluces de la Guerra Civil y de la posguerra, en cómo se integraría entre aquellas visiones cerradas y pueblerinas”, apunta.
“La temática y enfoque de mis trabajos no va con los tiempos que corren”, aclara Marín “y esta obra, mucho más lenta de desarrollo y sin efectos, no va con lo vertiginoso de la época ni con los fogonazos de estos días”.
Resumiendo la nueva y como siempre arriesgada propuesta de Éxtasis/Ravel, Marín reivindica su trabajo creativo “con la vocación de crear universos nuevos y diferentes que me alejen de lo comercial y de lo corriente, cosa que no va con los tiempos que corren aunque luego muchos me cojan muchas cosas...pero bueno, el que lo ha tomado ya lo sabe”.
El coreógrafo sevillano, que cuenta con la colaboración artística de José Miguel Pereñíguez para la definición del espacio escénico, confía en la buena recepción del estreno en Francia donde le avala una trayectoria reconocida.
Marín vincula la difusión de su trabajo en París, con sus últimos trabajos junto a Laurent Berger (D. Quixote) y Marie-Agnés Gillot (Magma) a la estructura teatral francesa que permite organizar giras largas por ciudades diferentes.
Su predicamento allí lo resume en la existencia de un sólido circuito de teatros nacionales más fuerte que en España. Aquí “sigue habiendo poco interés por el flamenco en general y los programadores apuestan por cosas más comerciales porque los clichés siguen pesando mucho”, lamenta el bailaor.
Siendo difícil, como es habitual, explicar en líneas el trabajo de Marín, Éxtasis/Ravel se presenta “como una trama escénica y coreográfica creada a partir de varias músicas de Maurice Ravel, explorando en toda su amplitud su repertorio (más allá del Bolero) para crear un entorno riguroso, elegante y desnudo que invite a la danza a implicarse en un proceso de depuración”.
El programa del proyecto define que esas músicas “nos pueden llevar por el camino de la disolución en su hipnótica arquitectura sonora, pero también abren ante nosotros el espacio de la sensación, del símbolo y, especialmente, de la visión foránea de lo español”.
Éxtasis/ Ravel (Show Andaluz) cuenta un “recorrido a través de cambios decisivos en la historia, la estética y la conciencia que aquí se cuentan en un trance onírico, evocando figuras del baile y deconstruyendo tipos populares que aparecen y mutan, como en una visión abstraída y deformada de la Ópera Flamenca de antaño: un Show Andaluz”.
Junto a Marín bailan en el escenario Vanessa Aibar, Andrea Antó, Chloé Brûlé y Lucía Vázquez en un espacio con iluminación diseñada por Yaron Abulafia. Se trata de un experto creador, investigador y artista visual que como diseñador de iluminación, ha colaborado con el Staatsballett Berlin, Nederlands Dans Theater, English National Ballet, Shanghai Dance Theatre, Rambert Dance Company, Ballet BC en Vancouver y Compañía Nacional de Danza de España.
Para la composición musical, Marín ha contado con el también sevillano Alberto Carretero cuyas composiciones ha sido interpretadas en espacios como en el Carnegie Hall de New York, Centro Pompidou de París, Auditorio Nacional de Música y Museo Reina Sofía de Madrid., entre otros muchos escenarios internacionales.
El diseño del espacio escénico de esta obra cuenta con la colaboración del artista José Miguel Pereñíguez, nacido en también en Sevilla, y considerado un potente valor emergente en el arte español, que ha colaborado junto a Marín en La vigília perfecta, trabajo premiado con el Giraldillo en la Bienal 2020.