El eje central del cante onubense consigue esta distinción tan deseada y merecida.
Revista La Flamenca 3/7/2020
En la provincia de Huelva, en Andalucía, y todo aquel rincón de mundo donde se ame el flamenco estamos de enhorabuena, pues la Junta de Andalucía ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), el fandango en la provincia de Huelva.
Como procesa el refrán, después de la “Tempestad llega” la calma, y aunque aún queda mucho por hacer por sacar a nuestro arte, nuestra cultura, nuestro flamenco de este atolladero que nos ha llevado la crisis del coronavirus, no está nada mal recibir buenas noticias como esta donde se exalta la especial relevancia de este cante como expresión músico-oral y su gran tradición como patrimonio cultural vivo de la provincia onubense.
En el acuerdo, adoptado por el Consejo de Gobierno la propuesta de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, se ha querido resaltar la importancia del fandango como eje vertebrador de diferentes contextos rituales festivos, como sucede en los municipios de Almonaster la Real, Alosno o El Cerro de Andévalo, entre otros.
No obstante, hay que reseñar aunque sea en la provincia de Huelva donde el fandango adquiere mayor significado y es santo y seña de identidad de esta tierra donde se han creado y mantenido contextos para su difusión y salvaguarda, esta labor reseñada de difusión ha traspasado los límites de la provincia y actualmente encontramos estilos en localidades como Lucena (Córdoba), Peza y Güéjar Sierra (Granada) o en Cómpeta (Málaga).
El fandango de Huelva y su valor patrimonial
El fandango de Huelva es más que merecedor de este reconocimiento. Es una pieza clave en la cultura de esta provincia y en el flamenco en general a pesar de existir una corriente que insiste en que se trata de folclore y no de flamenco.
El fandango tiene la suerte de poseer una importante cultura material, que se hace tangible gracias a la gran cantidad de registros sonoros, audiovisuales, documentos, material bibliográfico… que pueden encontrarse en poblaciones, agrupaciones, peñas y otras instituciones.
Un conjunto de material con un valor patrimonial de suma importancia para entender esta expresión del flamenco en todas sus dimensiones. Pero además, posee una estructura musical que se basa en la oralidad como modelo de transmisión y una creatividad incalculable que se manifiesta en la diversidad de sus letras y riqueza de estilos que llegan, incluso a definir modelos concretos en territorios.
El fandango de Huelva tiene identidad local creando comunidad cultural diferenciada, por ello, representa e identifica a determinados colectivos de la provincia onubense, a la vez que señala y define formas de vida expresadas en formas musicales y orales de gran relevancia para el conocimiento de la diversidad y riqueza cultural de Andalucía.
Además, como se ha señalado anteriormente, este Bien de Interés Cultural, es diverso por eso podemos encontrar en la propia provincia como fandangos de Almonaster la Real que cuenta con hasta nueve variedades; el de Alosno con un gran número de estilos personales y variedades, como el “cané” o el “parao”; el de Calañas que es el único de la provincia que cuenta con partitura; el de El Cerro de Andévalo vinculado a la romería de San Benito Abad… y un largo etcétera.
Desde Revista La Flamenca felicitamos a los onubenses por esta distinción, que viene a engrandecer al fandango y al flamenco.