Web revista La Flamenca. Pedro Madroñal Sevilla /Teatro Central / 19/3/2014
Nada más llegar me avisó Juani de La Algaba que estábamos en familia. Quizás sí se hubiese anunciado un espectáculo encabezados por los artistas invitados, Jesús Méndez y Niño Pura, se habría vendido todo el papel pero los protagonistas eran Ariadna Castellanos, pianista prácticamente desconocida en los ambientes flamencos sevillanos y Churumbaque Hijo, un cantaor cordobés a los que alguno suena por aquí de ganar la todo poderosa Lámpara Minera hace unos años.
Una pena la falta de público porque se pudo disfrutar de lo lindo por momentos en el Teatro Central sevillano. Una menuda joven rubia toma asiento frente al piano de cola y con marcado acento madrileño se presenta. No más de dos notas hacen falta para reconocer la flamenquería de Ariadna, una pianista con formación clásica que tiene en su haber ser la primera española en recibir la beca más prestigiosa del Berklee College, el vivero musical más importante del mundo.
Una taranta profunda pone de manifiesto las maneras de Ariadna que se retuerce en el banco y que hace uso del código flamenco para su composición, Pueblo. Espalda desnuda que se vuelve sensual, casi sexual, cuando interpreta la bulería con la colaboración de Ané Carrasco, percusionista que nos deleitó con sus maneras toda la noche.
Entra Jesús Méndez para regalarnos una zambra que Ariadna acompaña magistralmente en la que se adivina la improvisación como motor de emoción para volverse más flamenca si puede por alegrías en recuerdo a Paco de (Anda)Lucía, Barrosa.
Ahora presenciamos un trío musical, sigue el piano y la percusión, se suma Juan Miguel Guzmán al contrabajo que dota al conjunto de empaque para el sonido de los tanguillos del mar madrileño, Puerto Tierra. Ahora añadimos algunas zetas al Jazz de la rumba-tango que es más reconocible en los fraseos melódicos que en los armónicos.
Para despedirse bulerías de Jerez con Méndez luchando por encontrar la tonalidad. EN definitiva una primera parte de enorme altura, jonda e ilusionante.
Tras un breve descanso, la guitarra, la de siempre, la amante natural de la voz, del cante, nos devuelve al seno materno para encontrarnos más cómodos disfrutando de Niño de Pura, otro enorme músico e intérprete. Pero se frena buscando el silencio que acomode el cante de trilla y por tonás de Churumbaque Hijo que busca en Antonio Cruz Garcia "Antonio Mairena" y su cerrojo el vello del respetable.
Se templa por soleá, sin despedirse de Mairena y siempre por sus alrededores, Alcalá, Utrera y Lebrija para demostrar qué tipo de cantaor es el cordobés, templado, serio, aficionado, cabal y acompasado. De buena voz natural con recursos propios de lo jondo.
Por abandolaos que se acuerdan de Ronda, Málaga y Antonio Ortega Escalona "Juan el Breva" se llena el escenario con la percusión de José Prieto y las palmas y jaleos de Yolanda y Almudena. Un cante que Churumbaque lo encorseta con demostraciones rítmicas que no dejan de ser meros fuegos artificiales.
Por Cantiñas de Lebrija a Cádiz pasa por su tierra. Un collage de estilos de bella factura que tienen en las alegrías de Córdoba su cenit pero que siguen encarceladas en la estructura cerrada de la composición. Se despide por tangos comerciales de coros femeninos y estribillo pegadizo en un cambio repentino de registro vocal que ahora se lanza en busca del quejío camaronero.
Un cantaor con proyección, cualidades y conocimiento que navega en busca del dorado que le permita desarrollar lo que lleva dentro, de momento sólo canta de cara al público.
Ficha artística Ariadna Castellanos
Espectáculo: Flamenco en black & white
Piano: Ariadna Castellanos
Artista invitado: Jesús Méndez
Contrabajo: Juan Miguel Guzmán
Percusión: Ané Carrasco
Ficha artística Recital Churumbaque hijo
Espectáculo: Recital
Cante: Churumbaque hijo
Artista invitado: Niño de Pura
Percusión: José Priego
Palmas y coros: Yolanda y Almudena