El cantante jerezano presentó en su Jerez natal “Maloko”, su primer trabajo discográfico
Web Revista La Flamenca. Luis M. Pérez. 27/6/2018
El debate está ahí siempre, repetido e inacabable, y a la par necesario. Esto es flamenco y esto no lo es, dónde está la frontera. Si le meto batería y bajo, y me llamo José Monje, ¿qué estoy haciendo, flamenco o flamenquito? Y ese invento de la zambra gitana, con Arturo Pavón y Caracol, ¿dónde lo guardo, en la F grande o en la f pequeña?
Manuel Soto Carrasco “Maloko Soto” (Jerez de la Frontera, 1986) nunca ha pretendido engañar al personal. Por sus venas corren la sangre y la tradición más gitana y más flamenca del barrio de Santiago, las de los Sordera y los Carrasco. Ha estado y está en contacto con el cante más jondo que uno pueda imaginar, su abuelo el Sordera de Jerez, su tía abuela María Bala, su padre, Manuel Soto el Bo; sus tíos Vicente, Juana y Enrique Soto. Y por parte de madre, los Carrasco, con Diego Carrasco, el mago del compás, a la cabeza de sus referentes.
A priori Maloko es un flamenco que no canta flamenco. No es cantaor, sino cantante, para entendernos. Pero eso se te olvida cuando asistes a un directo suyo. El sábado se presentó en Los Claustros de Santo Domingo, en pleno centro de Jerez, con su primer disco bajo el brazo, y con media familia en el escenario y la otra media entre el público, dándole calor y cariño. Comenzó arriesgando el tipo, más de lo necesario, con unos martinetes muy celebrados lejos de la hondura que este cante requiere. Fue un guiño a la galería, yo también soy un Sordera.
Y durante hora y media fue desgranando su trabajo discográfico con un sonido y una puesta en escena impecables. Maloko es un líder nato, capaz de engarzar una banda de siete profesionales y dirigirlos con una fiera mirada entre sonrisa y sonrisa. Tiene una voz preciosa y aterciopelada, que maneja con sabiduría abundando en los bajos y en los medios. Me recuerda al timbre del cantante onubense Manuel Carrasco, anda ya, a mí se me parece a Joaquín Sabina cuando tenía treinta años. Entre cante y recitado, tú sabes, con muchísima musicalidad en sus cuerdas.
Ovación tras ovación, el grupo se mostró sólido y armonizado. Resaltar el bajo eléctrico de Juan Grande, la guitarra de Curro Carrasco, la percusión de Jesús Grande, y, sobre todo las voces de Sandra y Fania Zarzana, que son flamencas hasta la médula, y van sobradas de quejido, pellizco y valentía. Rumbas y rumbitas, canciones por bulerías, y sin embargo Maloko derrama flamencura y sentido del compás a manos llenas. El delirio llegó cuando Diego del Morao tomó la sonanta y la bulería de Jerez se apoderó del impresionante patio gótico.
Salió Diego Carrasco con sus alfileres de colores, ole, que cantó a dúo con su querido sobrino. Solo cuando los ves juntos te das cuenta de cuánto se parecen. Parece la Maestranza una academia de danza o un cortijo de Jerez… los dos con su mano izquierda en el bolsillo y su pose de aventajado sin un ápice de vergüenza, en el mejor sentido de la palabra. Lo mejor, el fin de fiesta, con el cante por bulerías de Juana Soto, hermana de El Sordera de Jerez, el baile de El Bo, padre de la criatura, y una impresionante pataíta de Diego del Morao con Diego Carrasco, que echaron el cierre a una noche entrañable.
Ficha artística:
Espectáculo: Maloko
Lugar y fecha: Los Claustros de Santo Domingo, Jerez de la Frontera. 23/6/2018
Voz: Maloko Soto.
Coros: Sandra Zarzana y Fania Zarzana.
Guitarra: Curro Carrasco.
Batería y percusión: Jesús Grande.
Bajo eléctrico: Juan Grande.
Palmas: Enrique García Soto y Manuel Blanco Soto.
Artistas invitados: Diego del Morao (guitarra flamenca), Diego Carrasco, Joselete, El Bo, Juana Soto, Musho Gitano y Juan de la Morena.