Alrededor de las 22:30, daba comienzo la XLI Noche Flamenca de Campanario, una velada de cante tradicional que este año ha llevado por bandera la defensa y proyección de los artistas flamencos extremeños.
Web revista La Flamenca. Lara Arrobas . Campanario /2/8/2014
La noche comenzó con unas palabras del Presidente de la Peña ‘Duende y Pureza-Pepe el Molinero’, Pedro Miguel Ponce Gallardo, quien se mostró orgulloso por la fuerte huella que han dejado muchos artistas de renombre en esta Noche Flamenca que se lleva celebrando 40 ediciones. Remarcó que a nivel artístico, Campanario está a la altura de cualquier capital del flamenco. Una peña que lucha por la difusión y proyección de este arte desde 1993, una labor en cooperación con la Diputación de Badajoz y su sello ‘Pasión por el Flamenco’.
La tradición jonda de Campanario saldó su deuda anoche con recitales de sello tradicional, a duos de voz y guitarra, acompañados ocasionalmente por las palmas. Francisco Escudero (canario afincado en Badajoz), más conocido como ‘Perrete’ rompió el silencio. Un joven que se define en los cantes por soleá y seguirilla. Así comenzó, con el lamento de una bulería por soleá. Acompañado a la guitarra por Juanma Moreno, continuaron con ‘cante muy costoso pero muy bonito’, unas tarantas de Manuel Molinero. Perrete expresó su agradecimiento por poder formar parte de una noche tan importante y tan flamenca en tierras extremeñas. Por ello, su corazón hizo un guiño a su tierra pacense con unos tangos. No podían faltar tampoco las seguirillas y unos estremecedores fandangos en los que cante y guitarra dieron lo mejor de sí mismos, para rematar la faena con una reverencia a su ‘Extremaura flamenca’ sin micrófonos.
El final de la primera parte fue a cargo del cantaor Juan Carlos Sánchez, originario de Rivera del Fresno, escoltado por el incansable Juanma Moreno, guitarrista de Carcaboso. La madurez artística denotó una voz pulida y segura, una voz muy varonil y solemne que entonaba unas malagueñas al soniquete de las palmas de Felix Romero y Pilar García. Tras un espectacular cante por tientos y soleá, Juan Carlos pegó el pellizco con unas alegrías de Cádiz en las que no pudo faltar ‘el tiro al aire’ de Camarón. Cantaor y guitarrista, cómodos en el escenario, pusieron punto y final a su actuación con una ronda de fandangos de distintos estilos en la que se cantó al amor, pero también a la ‘ruina’ que sufre este país por aquellos que lo gobiernan. Igual que su compañero, se retira del micro para entonar sus últimas palabras y despedirse deseando ‘que el Señor nos dé mucha salud, para vernos muchas veces’.
Tras un descanso, llega el esperado plato fuerte de la noche, Celia Romero, no sin antes dedicar unas palabras de Pedro Miguel a las jóvenes voces de la cantera de la peña. Celia, flamenca extremeña, hija del guitarrista Felix de Herrera, fue becada por la Diputación de Badajoz para su aprendizaje en la Fundación Cristina Heeren. A sus 16 años, obtiene el Premio Lámpara Minera en 2011, un cante pulido por maestros como Miguel Tena, Esperanza Fernández o Mariana Cornejo.
Desde la parte trasera del salón de la piscina municipal, se escucha un chorro de voz, nobel y a su vez veterano. Una voz quebrada y sentida que vibró, sin acompañamiento ninguno, hasta llegar al escenario. Merecidísimo aplauso nada más comenzar, Celia hizo gala de su poderío.
Acompañada a la guitarra en este caso por Francis Pinto, discípulo de Manolo Franco, José Luís Postigo y Eduardo Rebollar, formado también en la Fundación Cristina Heeren. Guitarrista de una cualidad única, un toque marcado por la elegancia y la técnica.
‘El espejo en que te miras, te mira como tu eres. Pero nunca te dirá, los pensamientos que tienes’. A compás de esta soleá comienzan el recital, marcado por el sello tradicional extremeño y jondo. La bajañí se desenvuelve en un brillante toque por granaína, la voz se desgarra en unas alegrías de ‘Cai, madre del cante’, que siempre dan un tono simpático y alegre en contraste con el lamento enjudioso. Celia tampoco se olvida de dedicarle unas letras a su tierra, con unos tangos a Badajoz y su Luneta. El público, cada vez se entregaba más, el recital subió de tono con unas interminables bulerías que Celia dedica a los niños de la Peña. Unos fandangos de Huelva rematan la faena a compás también de las palmas, poniendo el broche de oro a la altura de una Lámpara Minera.
Para terminar, cantaores, guitarristas y palmeros nos regalan un alegre fin de fiestas. El escenario tomó entidad propia, flamenca y extremeña, dejando evidencia del arte jondo que se esconde en la comarca de la Serena.
Ficha Artística
Espectáculo: XLI Noche Flamenca de Campanario
Cante: Celia Romero, Juan Carlos Sánchez y Francisco Escudero ‘Perrete’
Guitarras: Francis Pinto y Juanma Moreno
Palmas: Felix Romero y Pilar García