Nace en Sevilla en
el año 1998, su forma de sentir el baile flamenco le viene de casta. Es nieto
de "Farruco", hijo de la "Farruca" y hermano de "Farruquito"
y el "Farru". Así empieza la historia de otra promesa del baile
flamenco de raza.
Hay quien piensa
que personas como Manuel ya nacen artistas, puede ser, la magia que habita en
cada poro de su piel es una real bendición. Pero todo hay que demostrarlo,
adquiriendo un conocimiento y una experiencia, creciendo por dentro y por
fuera, como persona y como profesional. El Carpeta nace en el seno de una
familia embajadora del baile flamenco gitano, se ha criado entre numerosos
artistas, más de los que conocemos y como es típico decir, lo lleva en la
sangre.
Es un niño que
poco a poco comienza a caminar solo en los escenarios, está seguro de lo que
hace porque le sale de dentro y es la esencia de su danza que paso a paso se va
consagrando y haciéndose un hueco en solitario. Por norma, lo vemos en los
espectáculos con sus hermanos o su madre, disfrutando de cada compás. Es
espontáneo y sincero, es alegre y sentido, es un Farruco, de los que se sujeta
la chaqueta para saltar y se echa la melena atrás como un señorito.
Su abuelo lo
bautizó con el mote de "Carpeta" porque el niño desde pequeño
absorbía como una esponja todo el arte que se derrochaba en casa, lo guardaba
en una carpeta y ahora está empezando a sacar todo lo que lleva dentro de ella.
Adora por encima de todo a su hermano "Farruquito" sin olvidar a
todos los grandes bailaores que lleva en su sangre y su memoria. Disfruta de su
infancia y ya casi adolescencia con su pasión el baile y regala momentos
mágicos en todas sus actuaciones, a veces piensa en Camarón o en Caracol, sueña
con Michael Jackson e imagina la vida en el cielo de su abuelo y su padre.
El baile de Manuel
es como el de toda su saga, pero siempre hay algo que diferencia a unos de
otros. La mirada de este niño te traspasa y te intimida como su madre, se
templa como su hermano Juan y remata como su hermano Antonio, gira como su
abuelo y a todo le pone su alma. Es un pequeño animal salvaje que nunca se
domesticará, a veces parece que baila con rabia apretando los dientes y otras
va paseándose llamando a la elegancia. Es diminuto y grande a la misma vez.
Cada vez que nace un nuevo "Farruco" el camino a la perfección se va
acortando, y que la gracia y la luz que ellos tienen inimitable y auténtica,
gitanismo puro para bailar, disfrutar y entender la vida.
Al
"Carpeta" le auguran un futuro de éxito en las tablas, romperá muchas
botas y conocerá el mundo. Ya va formando su propia compañía y volando poco a
poco como solista, viene apostando por su verdad y su baile y la afición lo
espera con inquietud y ganas. Tiene algo personal que contarnos y vamos a darle
esa oportunidad.
Por ahora es el
último eslabón de la estirpe, huele a su abuelo, a su madre y a sus hermanos;
pero el arte de su familia no creemos que termine en él. Vendrán más. Mientras
disfrutemos con otro heredero del baile flamenco por derecho y sangre, Manuel
Fernández Montoya "El Carpeta" ha venido al flamenco porque nació
dentro de él, porque es algo innato y natural de su raza y su sangre. Ha venido
para quedarse. Bienvenido.