Cuando el ébano se convierte en sonidos y palabras.
Web revista La Flamenca. José Luis Tirado. Sevilla /Sala Chicarreros/ de la Fundación Cajasol. 16/10/2015 Fotos: Pepe Montiel
No es extraño que Jerez venga a Sevilla y pasen estas cosas. Lo sucedido en la noche de este jueves, uno de los propuestos en el ciclo “Jueves flamencos de la Fundación Cajasol”, fue un deleite para los amantes de los sentimientos a flor, de las pasiones que saltan en la palma de la mano, de esta forma de sentir el flamenco. En el principio fueron dos mujeres a capela, Juana y Tomasa, que enaltecieron dos cantes sin guitarra, rematando a dúo el clásico final “que Dios me mande el castigo…”
La Macanita, de blanco, con mantoncillo azul turquesa, hizo las malagueñas de Chacón, del Mellizo y unas verdiales para pasar a bordar sobre rizos de olas las alegrías que le compuso para su disco “La luna de Tomasa” Carlos Diego, “Tierra adentro”. Siguió con unas soleares que en su boca fueron pura poesía: “De bayetita de la negra mi cuerpo lo voy a vestir esa es la única librea que me pertenece a mí”, entonces renunció a esa corona para entregársela a Fernanda; siguió haciéndole guiños a Triana. Por bulerías invocó a Paquera y volvió a Fernanda: “Callarse por un momento, ya se acabó el cante grande, se nos fue mi Fernanda que cantaba como nadie”.
A continuación tomó posición sobre el escenario el guitarrista, un inconmensurable Manuel Valencia, joven, fresco y que resolvió todas las situaciones, incluida una huida hacia adelante en uno de los fallos de sonido. Aquí realizó, en el inciso entre Tomasa y Juana unas bulerías por soleá de su cosecha, de gran personalidad.
Tía Juana, ahora toda de rojo, hasta la flor, cantó por bulería por soleá, con esa voz patriarcal de cuerpo entero, con la que parece pelearse a cada tercio, he de ahí el encanto de escucharla. Superar cada cuesta provoca esa ingravidez en la que sume al público en cada nueva caída. Única. En los fandangos supo pararse para pronunciar a su antojo, como quiso. Naturales, los llaman. Auténticos, los hace Juana. En la siguiriya deja sabores a tierra mojada, a viña, a su propia heredad. Acabó por tangos, levantándose a dar la pataíta como buena flamenca: “No me pegues bocaítos que me haces cardenales, que cuando llego a mi casa a mi me los ve mi madre…”
En el fin de fiesta hubo un regalo al que los adictos a estos espectáculos estamos habituados, el baile de “Chicharo”, una exhibición de compás y gracia que puso en pie al respetable y le hizo acompañarle con sus palmas, mientras esas dos voces de ébano brillaban por bulerías. Una encantadora noche jerezana, cuasi a la sombra del giraldillo en la que salimos satisfechos por su contenido.
Ficha artística.
Espectáculo: Voces Negras de Mujer. Ciclo Jueves Flamencos /Sala Chicarrero/ de la Fundación Cajasol día 15/10/2015
Cante: Tía Juana La del Pipa y Tomasa Guerrero Carrasco “La Macanita”.
Guitarra: Manuel Valencia.
Palmas y compás: Manuel Pantoja Carpio “Chicharito” y Manuel Guerrero Carrasco “Macano”.