
Web revista La Flamenca 22/10/2012
La Diputación Provincial de Sevilla y el Ayuntamiento de Casariche celebraron el pasado sábado, día 20, los 65 años de Paco de Lucía en un acto en el que Manuel Martín Martín, Premio Nacional de Flamencología, resaltó las cualidades que subyacen en la obra de uno de los más ilustres músicos de la historia del flamenco.
El acto tuvo lugar en la acogedora Tertulia del Cante Jondo Manuel Herrera Rodas, donde Martín fue detallando aquellos pormenores que, a la postre, explican toda una vida dedicada a bucear hasta el infinito de la música, desde su primera aparición pública en una emisora de Algeciras cuando contaba con tan sólo 11 años de edad, a la gira que en la actualidad está llevando a cabo desde abril de 2012 por EEUU y Europa.
El prestigioso crítico de flamenco abordó cómo Antonio Sánchez Pecino preparó a sus hijos (Ramón, Antonio, Pepe y Paco), les inculcó una férrea disciplina y los dotó de una completa formación vivencial, hasta elevar a Paco al trono de la guitarra y convertirlo en el eje de una familia siempre unida, lo que evidenció con la grabación de Pepe y Paco en Los Chiquitos de Algeciras (1963), para luego explicar la estancia familiar en Madrid y la inclusión de Paco en la compañía de José Greco, donde conoció a Ricardo Modrego, con quien compartió las ulteriores grabaciones discográficas.
Establecido, por tanto, el paisaje descriptivo de la conferencia, Martín fue analizando de manera cronológica lo más granado de su vida y obra desde que impresionara La fabulosa guitarra de Paco de Lucía (1967) a su última producción, Paco de Lucía. En vivo (2011), por lo que “ha llegado a ser un forjador de múltiples e invisibles caminos que nos llevan, a su vez, a un revulsivo necesario y a una revolución inevitable, al punto que todos reconocen el que la guitarra flamenca haya alcanzado con Paco de Lucía el estadio de esplendor, madurez y plenitud más importante de la historia”.
El columnista de El Mundo pormenorizó, igualmente, en los dos perfiles de Paco de Lucía, “su maestría y oficio acompañando al cante, y el otro, que es el coreado por todos los confines del mundo, como concertista”, de ahí que llegara a la conclusión de que “si la guitarra se explica hoy según el ritmo y el pulso personal de este genio incomparable, es porque la afición se sitúa ante el traductor en el mundo del mensaje de la música, por lo que a nadie debe extrañar por qué siempre le pediremos que busque algo imposible de lograr: su propia superación”.
En tal sentido, Manuel Martín resaltó cómo en estos 50 años que Paco de Lucía lleva como profesional, parece haberle llegado “el tiempo del agotamiento de ideas, sobre todo a raíz de salir publicado su álbum Luzía (1997), por lo que le resulta imposible reinventarse, repite en el escenario el mismo repertorio y hasta el mismo formato del septeto, sólo con el cambio de integrantes o de instrumentos”, concluyendo con que, según recoge la hemeroteca de sus últimas actuaciones en Sevilla, “es como si la guitarra le aburriera, por lo que únicamente le estimula colaborar con otros músicos”.
No obstante, el periodista sevillano precisó ante la audiencia que “estamos ante un genio que primero sobrepasó la línea tradicional, luego fue emancipándose con voz propia e individual y, al cabo del tiempo, pondría los cimientos de toda experiencia ulterior, ofreciendo, por último, un conjunto a modo de una rica paleta sonora que traza tanto el ideal soñado por sus coetáneos como la ambición de los que sobrevinieron después, por lo que sus temas son hoy estimados por su chorro de vitalidad pero también por su valor arqueológico”.
En el capítulo del anecdotario, reseñar, por último, que Manuel Martín se posicionó a favor de Paco de Lucía cuando relató “el ataque frontal de los clásicos hacia su persona, a raíz sobre todo de grabar el Concierto de Aranjuez (1991) con las declaraciones concluyentes de Joaquín Rodrigo, e incluso los chantajes morales de los adláteres de su gran amigo en el recuerdo, Camarón de la Isla, asuntos que le afectaron profundamente y que llegaron a producirle desasosiegos y depresiones”.