
Daniel Navarro nace en Córdoba en 1980 y allí termina de formarse como bailaor con Javier Latorre. Con muy pocos años da primeros pasos de profesional, formando parte de los cuerpos de baile de las principales compañías que se organizan en nuestro país. Entre otras, figura en Torero de Antonio Canales, una de las obras más logradas del bailaor sevillano. Después participaría en La casa de Bernarda Alba, también de Canales, y en Solo por arte de Javier Barón.
A partir de 2000, su presencia en obras que conjugan el baile con los contenidos dramáticos se hace cada vez más frecuente e intensa. Ese mismo año, participa en Ambi-valencia de Javier Latorre y en 2002 asume uno de los papeles protagonistas de una de las obras que han abierto nuevos caminos en el panorama actual de la danza flamenca: Rinconete y Cortadillo de Javier Latorre. En ella, da vida a Rinconete y demuestra un talento innato para aunar baile e interpretación dramática. Fue un auténtico pilar en el que descasó el peso de la obra y su contribución fue decisiva para alcanzar el éxito que acompañó a todas las representaciones del texto cervantino.
Daniel acababa además de lograr un reconocimiento importante a sus saberes: el Premio Mario Maya en el XVI Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Lo obtuvo en 2001 tras embelesar al jurado con unas alegrías llenas de chispa y frescura. De este período es asimismo su colaboración en los conciertos de Vicente Amigo, en los que pone sus pies al servicio de la música del guitarrista de Guadalcanal.
Después, ha participado en Ojos verdes de Antonio Canales y Penélope del Ballet Español de Murcia, con coreografía de Javier Latorre, ambas estrenadas en 2003, así como en dos de los espectáculos más llamativos presentados en el Bienal de Sevilla de 2004: Triana, en el nombre de la rosa, de Javier Latorre, y Alicia en el país de las maravillas de la compañía Los Ulen, en la que encarna a Conejo y vuelve a cautivar a todos con su interpretación del personaje de Lewis Carroll.
En esa Bienal tiene también la oportunidad de demostrar su valía en el baile en solitario en el Ciclo "Más jóvenes, más flamenco". Luego, colabora, también en 2004, con Sergio Monroy y su quinteto. Una línea que ha continuado en 2005, en donde ha bailado en el Corral del Carbón granadino y ha tenido actuaciones tan relevantes como su presencia junto al guitarrista Chapi Pineda en el concierto que con el título de Nouvelle Musique Andalouse fue presentado en el Teatro Mohamed V de Rabat o con la Orquesta de Córdoba en el espectáculo Los Machado, con música de Ricardo Miralles y en el que él firmó la coreografía, dando nuevos pasos en un campo al que ya se había asomado colaborando con su maestro en uno de los números de Triana.
2005 ha sido además un año importante en su trayectoria artística, porque en él ha logrado Daniel su segundo reconocimiento artístico. Ha sido en La Unión, en donde ha logrado en el Festival Nacional del Cante de las Minas el primer premio de baile, el Desplante Minero, dando de nuevo muestras de su dominio de los estilos tradicionales. Un premio que le ha servido para llevar su baile a "Málaga en flamenco" y próximamente al Teatro Central sevillano.
Daniel Navarro es hoy un bailaor que a sus 25 años cuenta ya con una amplia y rica experiencia en el ballet dramático y que hace un baile que combina a la perfección técnica y espontaneidad, conocimiento y frescura.
Texto: José Luis Navarro - Foto: Estela Zatania