
David Pérez Almagro tiene 24 años -nació en Alcalá de Guadaíra el 22 de enero de 1982- y un futuro espléndido por delante. Se aficionó al baile con 13 años y por mor de la feria de su pueblo. Quería aprender a bailar sevillanas y, como tenía cerca la academia de sus paisanas las hermanas Villaú, allí empezó con careos, sostenidos, lisadas y paseíllos. Pero afortunadamente la cosa no quedó ahí, porque, como él dice: "de las sevillanas, una patá por bulerías, una letra por alegrías y así hasta que me metí hasta el cuello en el flamenco".
Luego, una vez decidido qué quería hacer con su vida, David pasa a la academia de Manolo Marín y pronto le sonríe la fortuna. Tenía 17 años. Así nos lo contó: "yo lo que hacía eran fiestas en los cortijos o en donde salían, pero un día, estando en la academia de Manolo Marín, se presentó Curro Vélez, el dueño del tablao El Arenal, que le hacía falta un bailaor. Me vio dando las clases y me dijo que fuera a trabajar esa misma noche. Yo estaba en el instituto y no sabía ni lo que era un tablao. Y entonces fui esa noche y ya me quedé allí dos años seguidos. Y en El Arenal hacía mis deberes y me preparaba los exámenes del instituto."
A partir de entonces David continúa su formación -toma clases con Javier Cruz, Alejandro Granados, Rafael Campallo y el maestro Granero- y empieza a hacer galas y a darse a conocer. En 1997, actúa en la Gala de la Hispanidad celebrada en St. Louis (USA) y en El Mostachón de Utrera; en 1998, participa en el homenaje que se le rinde a Gabriela Ortega en el Teatro Imperial de Sevilla; en 2000, forma parte del espectáculo que con el título de "Fiesta gitana" lleva Curro Vélez a Holanda y se incorpora al elenco de "Carmen" de Salvador Távora. Es una nueva aventura a la que dedica dos años y medio y que le enriquece como artista. Con Távora recorre Europa y viaja a Japón, Nueva York y Australia, pero lo más importante para él es que adquiere, en palabras suyas, "una responsabilidad artística que no tenía". En ese período, forma parte también de la obra "Baile de hierro, baile de bronce" de su paisano Javier Barón, de la compañía de María Serrano, participando como primer bailaor en "Ritmo", "Entre flamencos" y "Carmen, pasión flamenca", así como en "Bailografías" de El Mistela.
Y, por fin, en 2004 da otro paso importante en su trayectoria artística. Ese año, logra el primer premio de baile, "El Desplante minero", en el Festival del Cante de las Minas de La Unión. Fue otra aventura que comenzó en el tablao "El Palacio Andaluz" de Sevilla. Él mismo nos lo cuenta: "Fue precisamente con Juan Reina y Manolo Sevilla, que estaban cantando allí, y un día me dicen: "Tú, por qué no bailas otra cosa?, porque tú puedes hacer lo que quieras". Y me dice Manolo Sevilla: "Te voy a cantar por tientos". Y dice Juan: "Por tientos no, que el tiento es más de mujer. Te canto por tarantos. Tú sales, aguantas una letra y después metes una escobillita por tangos". Y así, salí y un día metía un paso, otro día otro, y cuando me di cuenta tenía un taranto montao. Luego, cuando llegó la hora del concurso, fueron también Juan y Manolo los que me animaron a que me presentase." Desde esa fecha y gracias a ese trofeo, David ha actuado primero con el espectáculo "Estrellas de La Unión" en Alicante, Murcia y Barcelona y después con "Ganadores de La Unión", dentro del ciclo "Flamenco viene del sur", en Granada, Málaga y Sevilla, entre otras ciudades andaluzas. Fue un triunfo personal que el alcalareño ha refrendado en la última edición del Concurso de Jóvenes Flamencos, que organiza la Federación de Peñas de Sevilla, en el que ha vuelto a alzarse con el máximo galardón.
Hoy David sigue haciendo el baile que le gusta -los palos que más le atraen son las alegrías, la caña y el taranto-. Un baile que tiene como modelos a El Güito, Antonio Gades, Manolete y Javier Barón, con los que él se identifica, aunque, como él explica, "no me parezco a ninguno de ellos y me parezco a todos". Un baile fresco y dinámico, que transmite el disfrute que el mismo siente cuando lo hace. "Yo lo que hago es bailar y disfrutar con lo que hago", nos dice.
David estará en la próxima Bienal en el ciclo "Los jóvenes flamencos" y con respecto a su futuro inmediato lo tiene bien claro: "Mi proyecto es no dejar de bailar".
Texto: José Luis Navarro